La procrastinación es una consecuencia vinculada a distintos factores; entre ellos, las altas capacidades intelectuales. Son muchos y muchas las niñas y niños que desarrollan esta característica que consiste en retrasar una tarea u obligación por hacer otras más irrelevantes pero les despiertan más interés, por “vaguear” que dirían muchas personas. Sin embargo, no siempre se debe al mismo motivo el hecho de que en las altas capacidades se produzca la procrastinación de manera tan habitual.
Las dos psicólogas del gabinete especializado Altascapaciqué, Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez, le dedican un post divulgativo en sus redes sociales a esta relación entre procrastinación y altas capacidades y a sus posibles causas. “En las stories de hoy os preguntábamos sobre si vuestros hijos o hijas tienen tendencia a postergar las tareas, en definitiva, a procrastinar. Alrededor de un 65% lo definíais como habitual y solo un 3% los definíais como un 10 en organización y planificación”, indican.
En el post, las dos psicólogas citan a su compañera de profesión Gail Prost, una de las psicólogas que definen la procrastinación como “un patrón de conducta que se relaciona con la elevada inteligencia”. Rodríguez y Gutiérrez defienden también que detrás de la procrastinación en las altas capacidades “puede existir un patrón de conducta que se relaciona con la elevada inteligencia y, más en concreto, con los perfiles de superdotación”.
Las 10 causas más extendidas
Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez exponen en el citado post las 10 causas más habituales de la procrastinación en las altas capacidades. “Conocer la causa principal que hay detrás de la procrastinación de tu hijo o hija será clave para ayudarle a superar las dificultades que le implique”, destacan las dos psicólogas.
Estas son las causas y su explicación:
- Distracción: los niños y niñas con altas capacidades, dicen las dos psicólogas, “tienen una fijación y pasión muy marcada hacia sus intereses, lo que puede conllevar dificultades para concentrarse en la tarea que estén realizando”. Dicho de otro modo, añaden, “se distraen con mucha facilidad hacia ideas o proyectos más atractivos que las tareas rutinarias”.
- Desorganización: su inteligencia les facilita el aprendizaje a los menores con altas capacidades, pero esto puede tener una cara B: “que no desarrollen una buena planificación y gestión del tiempo”, aseguran Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez.

- Apatía: cuando estos chicos y chicas se aburren en la escuela, “pueden perder el interés y dejarse de preocupar por la calidad de su trabajo”, indican desde Altascapaciqué. Es habitual que retrasen la realización de tareas porque consideran que “no tienen sentido”.
- Éxito pasado: estos peques saben o creen que podrán hacer una tarea en poco tiempo, incluso en el último momento y que pese a ello les saldrá bien. “La experiencia académica así se lo ha confirmado muchas veces”, apuntan al respecto Gutiérrez y Rodríguez. “Ya saben que hacerlo así no disminuye la calidad de su trabajo ni tampoco afecta al resultado final”, añaden.
- Rebeldía: puede ser una forma de expresar la rebeldía contra unas tareas que no comparten. “Es una forma más inconsciente de mostrar su enfado por tener que dedicar tiempo a algo tan poco motivador y gratificante”, dicen Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez. Si lo retrasan lo máximo posible, puede ser una forma de “protesta silenciosa”, la definen las dos psicólogas.
- Perfeccionismo: según las dos expertas, la procrastinación en altas capacidades puede esconderse en el perfeccionismo. Así lo explican desde el gabinete psicológico Altascapaciqué: “En su interior, saben que el tiempo que quieren dedicarle a algo puede ser mucho. Porque no quieren hacerlo bien, quieren que esté perfecto”. Estas altas expectativas pueden derivar “en ansiedad y en un deseo de retrasar lo que es angustiante”.
- Autosabotaje: a veces significa que están intentando esconder sus altas capacidades en un intento de estar más integrados en su grupo de referencia. “La procrastinación puede reflejar este enmascaramiento, haciendo creer a los demás que sus capacidades no lo son tanto”, argumentan Rodríguez y Gutiérrez. También se hace referencia en altas capacidades, indican desde el gabinete, al concepto ‘masking’ o camuflaje, propio de la comunidad autista.
- Inseguridad: muchos niños y niñas con altas capacidades pueden tener mucho potencial pero también inseguridad. Según Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez, “pueden sentir el famoso ‘síndrome del impostor’, con miedo a que sus ‘defectos’ sean descubiertos”. Si les pasa, añaden desde Altascapaciqué, “retrasar la finalización de un proyecto puede servirles para evitar esta ansiedad”.

- Vergüenza: también puede aparecer la vergüenza si no logran sobresalir, y esto se une con la inseguridad. “Si una calificación que no llega a 10 se atribuye a un esfuerzo apresurado de última hora, puede hacerse creer que la capacidad real nunca fue la culpable”, comenta el equipo de Altascapaciqué.
- Depresión: no es la más habitual de las causas, dice el equipo del gabinete psicológico especializado en altas capacidades, pero en las situaciones en las que existe un cuadro depresivo, “esta procrastinación puede ser un reflejo de desesperanza y la sensación de que el trabajo escolar carece de significado”, concluyen desde Altascapacidqué.