Patologías en la piel más comunes en los pies de los niños
Existe un gran número de posibles patologías en la piel que afectan a los pies de los niños. Te contamos cuáles son algunas de ellas y te damos pequeños consejos para poder prevenirlas.
Los bebés y los niños tienen la piel más sensible que los adultos, por esta razón tienen más tendencia a padecer ciertas alteraciones cutáneas en esta zona de su cuerpo. Además, los más pequeños se contagian con mayor frecuencia puesto que la mayoría de estas infecciones se propagan con gran rapidez.
Por esta razón, desde COPOMA recomendamos rutinas de higiene diaria para ayudar a prevenir posibles alteraciones en la piel. Además, queremos hablarte de las anomalías más frecuentes en los pies de los más pequeños de la casa:
Dermatitis plantar
La dermatitis plantar es una inflamación de la piel que afecta, sobre todo, a niños en edades entre los 2 y los 15 años. Las zonas de apoyo se ven afectadas porque están continuamente expuestas a roces con el calzado o con superficies. Por ello, debemos prestar especial atención a los pies de nuestros pequeños por si percibimos la aparición de escamas y grietas en las plantas de sus pies y en sus dedos. Esta enfermedad está ligada con sensación de picazón, escozor y enrojecimiento en diversos puntos del pie.
Verrugas plantares
A las verrugas plantares se les conoce comúnmente como papiloma, se trata de una infección vírica que se contagia por contacto directo y que proviene de la familia del virus del papiloma humano. Es una afección que en determinados casos puede desaparecer de forma natural, sin embargo en la mayor parte de los casos, habrá que tratar las lesiones en la consulta de Podología, dónde de una manera sencilla se pondrá solución a dicho problema.
Pie de atleta
El pie de atleta es una alteración dermatológica producida por una infección fúngica y que se manifiesta entre los dedos de los pies y en la zona del arco plantar principalmente. Los adultos no son los únicos que la padecen, sino que los niños también pueden verse afectados ya que dicha afección es provocada por una exposición prolongada a calor y humedad, por ejemplo, a consecuencia de llevar durante mucho tiempo un calzado con una mala transpiración. Para procurar evitarlo es recomendable una higiene adecuada, un secado escrupuloso del pie, un cambio frecuente en el calzado y la utilización de materiales transpirables en zapatos y calcetines.
Dishidrosis
La dishidrosis es una infección de carácter inflamatorio que afecta en la mayoría de los casos a los jóvenes. Se caracteriza por la aparición de ampollas de un tamaño muy pequeño en las plantas de los pies. De no tratarse a tiempo, esta manifestación inicial puede suponer la aparición de grietas y desecación de la zona. Los factores que favorecen la aparición de esta dolencia pueden ser el frecuente sudor, los pies en constante remojo o incluso el estrés, que también puede ser un aliciente.
La prevención en estos casos es imprescindible si queremos evitar que nuestros pequeños puedan padecer alguna de estas alteraciones en sus pies. De este modo, el cuidado de los pies de los niños debe estar bien presente en todos los padres que, además, tendrán que extremar las atenciones en determinadas épocas del año como, por ejemplo, en verano.
Desde COPOMA te enseñamos algunas pautas de prevención que son consideradas de gran importancia para prevenir dolencias en los pies:
Es cierto que existen niños más propensos que otros en cuanto a la aparición de este tipo de afecciones. Hay que tener en cuenta que todos aquellos que tengan un sistema inmune más débil estarán más expuestos a la aparición de tales afecciones. Por otro lado, también hay que considerar que, una vez se ha sufrido una de las anteriores patologías, a pesar de haber sido tratada, no es raro que el niño de nuevo vuelva a verse afectado, siendo imprescindible acudir al profesional de Podología que marcará las pautas preventivas y terapéuticas en cada alteración en los pies.
Además, debemos inculcar a los más pequeños de la casa el peligro que supone para sus pies caminar descalzos por zonas de piscinas, baños o vestuarios. Al igual que en zonas húmedas como duchas, puesto que muchos hongos albergan en este tipo de zona y evitan las secas y al aire libre. En este sentido, será importante que vayan calzados siempre que sea posible, preferiblemente con zapatos que se agarren al pie, para asegurar la sujeción y protección.
Artículo elaborado por Juan Carlos Montero Arroyo, Vocal de Publicidad, Comunicación y Redes de COPOMA.