Las manchas de la piel en los bebés recién nacidos son bastante frecuentes. La mayoría de ellas son benignas y desaparecen por sí solas, aunque hay algunas a las que sí debemos prestar más atención. Te explicamos algunas de las manchas que puedes observar en tu bebé recién nacido.

Manchas salmón
Es una mancha muy frecuente, que aparece aproximadamente en el 50% de los recién nacidos. Puede aparecer en la nuca, en la cara, frente, nariz o labio superior. Es de color rojo claro, rosado o salmón. Este tipo de mancha suele desaparecer espontáneamente durante el primer año de vida del bebé, aunque cuando se localiza en la nuca puede tardar más tiempo o incluso permanecer durante toda la vida.
Eritema toxoalérgico

Es también muy frecuente. Afecta a casi la mitad de los recién nacidos, normalmente entre el primer y el tercer día de vida. Se trata de un sarpullido que puede aparecer por todo el cuerpo y que consiste en manchitas rojas y pápulas, que son elevaciones con aspecto de “granitos” en la piel rodeadas de halos rojos. Desaparecen de forma espontánea en unas semanas.
Melanosis pustulosa neonatal
Se trata de un sarpullido menos frecuente que el anterior, que puede afectar a todo el cuerpo y que consiste en pequeñas pústulas. Las pústulas se suelen romper, dejando una mancha de color más oscuro que la piel con descamación en los bordes. Desaparece también de forma espontánea en las primeras semanas de vida, aunque las manchas pueden perdurar algunos meses antes de desaparecer.
Miliaria
Son unos pequeños granitos que aparecen sobre todo en la zona de la cara, en las mejillas, barbilla y frente del bebé. Son de color blanco perlado o amarillento. Su causa es la obstrucción de los conductos de las glándulas sudoríparas de la piel. No suele dar ningún problema en la mayoría de los casos. Suelen desaparecer espontáneamente a lo largo del primer mes de vida.
Angiomas

Los angiomas son manchas debidas a la unión de vasos sanguíneos que el bebé suele presentar al nacimiento o en las primeras semanas de vida. Se ven de color rojo intenso o rojo violáceo, debido a los vasos sanguíneos que se localizan debajo de la piel. En algunos casos pueden estar asociados a problemas hematológicos o cerebrales, por lo que es posible que, si tu hijo presenta una de estas manchas, tu pediatra le solicite algunos estudios.
En la mayoría de casos no suele hacer falta tratamiento. En caso de que sea necesario tratarlos, tu pediatra te enviará al médico dermatólogo para valorarlo. Cada niño puede necesitar un tratamiento diferente dependiendo de la lesión que presente.