Pedir perdón a los hijos: los cinco consejos del pediatra Carlos González

Qué cosa más maravillosa escuchar a tu padre pedir perdón y qué cosa más maravillosa escuchar a tu hijo que te perdone”, dice al respecto el pediatra Carlos González.
Los consejos de Carlos González sobre pedir perdón a los hijos
Los consejos de Carlos González sobre pedir perdón a los hijos (RG)

El pediatra Carlos González es una de las voces más escuchadas y respetadas por las familias que están inmersas en la crianza de sus hijos e hijas. A su faceta como médico, el doctor suma la tarea divulgativa, que lleva a cabo a través de artículos, conferencias y redes sociales, en las que comparte experiencias y consejos tan útiles. Por ejemplo, el decálogo de estrategias del pediatra Carlos González para favorecer el desarrollo de los niños. En este caso, nos detenemos en sus consejos y valoraciones sobre cómo pedir perdón a nuestros hijos e hijas.

En primer lugar, Carlos González es rotundo a la hora de valorar si se debe utilizar el perdón, cuando es sincero, en la crianza de los hijos: sí. “Qué cosa más maravillosa escuchar a tu padre pedir perdón y qué cosa más maravillosa escuchar a tu hijo que te perdone”, dice al respecto.

Por lo tanto, como Alberto Soler, que recomienda estos hábitos si sientes que hábitos que has cometido un error con tus hijos, Carlos González reniega de esa teoría que siguen muchos adultos durante la crianza en la que no se contempla el perdón, el error en definitiva. Para el médico, pedir perdón a los niños es muy sano y muy necesario "porque a veces nos pasamos, gritamos o, incluso, se nos va la mano".

Madre e hijo se abrazan después de perdonarse
Madre e hijo se abrazan después de perdonarse (RG)

Esto no es pedir perdón a un hijo

En este sentido, el pediatra es muy crítico con todos los adultos que piden perdón a sus hijos, o quien sea, sin sentirlo de verdad. Esas personas que piden perdón, dice Carlos González, como a veces hacen los políticos: “Hay que evitar sobre todo esa forma de pedir perdón que a veces tienen los políticos, de salir por la tele diciendo: ‘Lamento mucho si a alguien ha podido ofender mi comentario’”, dicho con tono hierático y nada empático.

También se muestra crítico con quienes piden perdón “para poder seguir regañando”. Lo explica así el experto, con este ejemplo: “ ‘Ay, lo siento, cariño, no tenía que haberte gritado, pero es que te has portado tan mal…”, dicho esta vez, con ese tono de recriminación, levantando la voz y torciendo el gesto.

Para Carlos González, “no se pide perdón para poder seguir riñendo y gritando al otro”. De igual forma que tampoco se debe obligar a los niños a que pidan perdón sin que reflexionen y traten de entender qué han hecho para ello. De hecho, Carlos González también desaconseja exigir a un niño que pida perdón.

Una madre se concentra en su hijo pequeño
Una madre se concentra en su hijo pequeño (RG)

Así se pide perdón a los hijos según Carlos González

La forma adecuada de pedir perdón, y aplica no solo con los hijos e hijas pequeños durante la crianza, sino con cualquier otra persona, parte, dice el pediatra Carlos González, de aceptar dos cuestiones que no siempre tenemos en cuenta a la hora de pedir disculpas: “Hay que comprender que el perdón se pide con humildad y no está garantizado, reflexiona.

Una vez aceptado y asimilado un tono humilde y sabiendo que puede que no nos perdonen por aquello que vamos a pedir disculpas, es el momento adecuado de afrontarlo y pedir perdón a los hijos e hijas.

Para que la forma de hacerlo sea válida, dice Carlos González, “hay cinco requisitos”. Requisitos que él aprendió de la escuela católica, pero que defiende que son válidos para cualquier contexto en el que se vaya a pedir perdón y de cómo pensemos. Son las siguientes:

Examen de conciencia

Es importante, apunta Carlos González, “reflexionar sobre lo que has hecho”. Sin este período, aunque sea breve, de reflexión, no hay perdón sincero.

Dolor de corazón

Esto significa, dicho en palabras de González, que te duele haberlo hecho, que sabes que has hecho algo mal”. Si no es así, añade el pediatra, el perdón que estás pidiendo “es mentira”.

Propósito de enmienda

La tercera condición es que estemos dispuestos a intentar no volver a cometer el mismo error. “Somos humanos, lo volveremos a hacer, pero al menos, inténtalo. Si piensas comportarte igual la próxima vez, no tiene sentido pedir perdón”, defiende Carlos González.

Decir los pecados al confesor

En este caso, el confesor es tu hijo o hija. González aboga por un perdón escueto y sincero: “Lo siento, cariño, no debía haberte gritado”, por ejemplo. “Ya está. No es justificarte. He hecho algo mal y punto, remata.

Cumplir la penitencia

En el perdón hacia los hijos e hijas pequeños, la penitencia a menudo es un paso que podemos saltar. Pero no porque no queramos pasar por ello, sino porque los peques tienden a no poner penitencia a quien les pide perdón. “Es muy probable que no te la ponga porque los niños perdonan con mucha facilidad. Son rápidos en la ira pero también en el perdón”, concluye el pediatra Carlos González.

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