Las inundaciones recientes en Valencia y otras partes de España han llevado a muchas familias a considerar alternativas para proteger a sus hijos y minimizar el impacto físico y emocional de la situación.
En momentos de crisis, como las recientes inundaciones, es natural que las familias busquen la mejor manera de proteger a sus hijos. Las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría subrayan la importancia de mantener la unidad familiar para proteger a los niños siempre que sea posible, y ofrecen directrices específicas para situaciones en las que el realojamiento temporal puede ser necesario.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha emitido un posicionamiento sobre este tema, con recomendaciones basadas en estudios sobre los efectos que han provocado en los menores distintos eventos catastróficos, como el huracán Katrina o el tsunami del Océano Índico.
La importancia de la unidad familiar en las situaciones de emergencia para proteger a los niños
La AEP recomienda evitar la separación de los niños de sus cuidadores principales siempre que sea posible porque la evidencia científica muestra que los niños que permanecen con sus padres o cuidadores primarios tienden a recuperarse emocionalmente más rápido y presentan menos síntomas de ansiedad y depresión que aquellos que experimentan una separación prolongada.
En última instancia, la AEP ofrece un marco basado en evidencia científica para guiar a las familias en la toma de decisiones que equilibran el bienestar físico y emocional de los niños durante tiempos de crisis.
“El contacto físico y emocional con los padres es una de las intervenciones más efectivas para reducir el impacto de una situación traumática”, afirma la doctora Paula Armero, coordinadora del Comité de Salud Mental de la AEP. Este contacto permite a los niños sentirse seguros y retomar sus rutinas diarias, lo cual es clave para restablecer un sentido de normalidad en medio de la adversidad.

Cuándo hay que considerar el realojamiento temporal
A pesar de la recomendación de mantener la unidad familiar, hay situaciones en las que un realojamiento temporal puede ser imprescindible para proteger la salud y seguridad de los niños. Algunos de los casos específicos en los que los profesionales de la salud infantil recomiendan considerar la posibilidad de realojamiento temporal son:
- Si la vivienda ha sufrido daños severos o tiene falta de servicios esenciales como agua potable, calefacción o suministro de alimentos. El acceso a un ambiente seguro es prioritario para evitar riesgos adicionales para los niños.
- Para los niños con enfermedades crónicas, discapacidades o que estén en tratamiento inmunosupresor, un ambiente afectado por inundaciones puede ser especialmente peligroso para su salud.
- El estrés postraumático es una preocupación real para los niños que experimentan desastres naturales. Las tareas de limpieza y reparación en el hogar pueden resultar agobiantes para los niños pequeños e incrementar su ansiedad.
- Es muy probable que los padres y madres también estén tratando de gestionar su propio estrés emocional y la fatiga derivados de la situación, lo que puede afectar su capacidad para atender plenamente las necesidades de sus hijos.
- Si la familia cuenta con una red de apoyo cercana, como abuelos o tíos con quienes los niños tienen una relación estable, esta opción puede ser beneficiosa para todos.

Recomendaciones para minimizar el impacto emocional del realojamiento
En aquellos casos en los que el realojamiento temporal sea necesario, existen algunas prácticas recomendadas por la Asociación Española de Pediatría, para reducir el impacto emocional en los niños y preservar el vínculo de apego con sus padres:
- Explicar la situación a los niños: Es importante que los padres hablen con sus hijos sobre el motivo del realojamiento, utilizando un lenguaje adecuado a su edad. Esto ayuda a reducir la ansiedad y mejora la adaptación de los niños.
- Mantener contacto diario: Aunque los niños estén temporalmente con otros familiares, el contacto regular a través de llamadas o videollamadas puede reducir el sentimiento de separación y ofrecerles seguridad emocional.
- Reunificación lo antes que se pueda: La separación debe ser todo lo breve que sea posible y, una vez resuelta la situación, se debe facilitar el retorno de los niños a su hogar lo antes posible.
“El enfoque en el mantenimiento de la unidad familiar respeta el principio de no separación innecesaria, promueve la reunificación rápida y se alinea con las mejores prácticas de apoyo psicosocial en emergencias”, asegura el doctor Juan Antonio Ortega, coordinador del Comité de Salud Medioambiental de la AEP.
Qué alternativas hay para mantener la unidad familiar en estas situaciones
Otra opción que la AEP considera favorable es el realojamiento de toda la familia, siempre que las condiciones lo permitan. Esta alternativa facilita el proceso de recuperación y proporciona una red de apoyo emocional adicional.
La idea es buscar alojamientos temporales que permitan a toda la familia permanecer junta, lo cual favorece la estabilidad emocional de los niños y respalda el rol de los padres en situaciones de emergencia.
Priorizar el bienestar emocional de los niños, evitar separaciones innecesarias y mantener una comunicación constante son pasos fundamentales para ayudar a los pequeños a sobrellevar estas experiencias difíciles. La cercanía de los padres y el entorno familiar contribuyen significativamente a la resiliencia de los niños, ayudándolos a recuperar la normalidad más rápidamente.
