La resolución de conflictos, la creatividad, la capacidad de escucha, el trabajo en equipo… Es muy beneficioso para los niños que empiecen a desarrollar este tipo de habilidades y destrezas desde edades tempranas y para ello existen excelentes recursos como la técnica de los seis sombreros que son fáciles de practicar, a la vez que divertidos.
En Epic Group Lab, una escuela de emprendimiento para niños y adolescentes de entre 5 y 18 años, esta es una de las técnicas que utilizan para fomentar el espíritu emprendedor de los más pequeños porque "resulta muy útil a la hora de resolver conflictos de forma creativa y, además, es muy divertida".
Así lo asegura, Raquel López, fundadora y CEO de Epic Group Lab, que, además, confiesa que utiliza esta técnica no sólo con los alumnos de la escuela, sino también en casa con sus propios hijos: “Es una dinámica que me gusta mucho utilizar para fomentar la resolución de conflictos y consiste en buscar una serie problemas comunes y encontrar soluciones desde diferentes perspectivas para solucionar cada problema”, explica Raquel.
La técnica de los seis sombreros se conoce también como “la técnica de seis sombreros para pensar” o la “técnica de los seis sombreros de Bono”. Esta última nomenclatura hace referencia al creador de la metodología, Edward de Bono, autor del libro “Seis sombreros para pensar” en el que se especifica como llevar a cabo este método.
Aunque es una metodología ideada en principio para el ámbito empresarial, la CEO de Epic Group Lab asegura que es muy fácil de practicar y es perfecta para que los niños desarrollen su creatividad e imaginación cuando se topen con un problema o conflicto. “Una de sus mayores ventajas es que se puede practicar en cualquier lugar. Nosotros la ponemos en práctica tanto en casa, como en el coche o en el parque”, apunta López.
La técnica de los seis sombreros
La base de esta técnica parte de considerar que el pensamiento de los seres humanos siempre se da en perspectivas diferentes pero hay veces que la mente se vuelve un caos porque salta de una perspectiva a otra sin un objetivo y, generalmente, de forma inconsciente.
O puede suceder totalmente lo contrario. A veces, la mente se obceca en un solo punto de vista y trata de buscar una solución desde una sola perspectiva lo cual no sólo limita, sino que también puede anular el buen juicio.

En cambio, el objetivo de la técnica de los seis sombreros es provocar pensar desde diferentes puntos de vista diferenciados. Se trata de tomar conciencia de la existencia de otras perspectivas para lograr una visión más amplia del problema, darse cuenta de las ventajas y los inconvenientes de cada solución y tener en cuenta otras alternativas que pueden haber pasado desapercibidas.
Seis sombreros, seis perspectivas
Para poner en práctica la técnica se utilizan sombreros de diferentes colores: cuando cada miembro de la familia se pone un sombrero (que puede ser de forma metafórica o simbólica) tiene que situarse en una determinada manera de pensar según el color del mismo:
- Sombrero Blanco. El color transmite neutralidad y hay que colocarse en la perspectiva del pensamiento objetivo, donde no entran en juego las emociones ni las opiniones, sino los datos, hechos y cifras comprobables.
- Sombrero Rojo. Este color irradia pasión y permite expresar los sentimientos; por lo tanto, el que lleve este sombrero puede dar rienda suelta a su parte más irracional e intuitiva. Es muy importante para introducir y considerar los valores, así como darle ese toque humano a la toma de decisiones.

- Sombrero Verde. Es el color de la naturaleza, alude al crecimiento, generación y energía, por eso se asocia al pensamiento creativo. Se utilizará para generar ideas alrededor de las posibles problemáticas o necesidades planteadas y en su uso tienen cabida muchas técnicas creativas, como el brainstorming o las analogías.
- Sombrero Negro. Este color sitúa al que lo lleva en un punto de vista crítico y de cautela hacia un planteamiento. Se trata de identificar peligros y posibles problemas. Permite estar alerta sobre todo lo que puede causar un problema; evita lo peligroso.
- Sombrero Amarillo. Su color se asocia con el sol y la luz. Al aplicarlo permite ver el lado optimista de las cosas y las ventajas de una idea. Cuando se usa no hay que caer en el error del sí por el sí; se trata de partir de un planteamiento optimista que ayude a encontrar nuevas ventajas o valores donde antes no se veían. Es el sombrero de los soñadores o visionarios.
- Sombrero Azul. Es el color que transmite el control y su función es gestionar la dinámica al mantener enfocados a los participantes lo mejor posible para obtener resultados exitosos. Es conocido como el «sombrero de sombreros» y al aplicarlo en una dinámica lo deberá portar uno de los integrantes que pueda mediar. Es el sombrero del liderazgo.
Es recomendable practicar la técnica constantemente pues impulsa el pensamiento en toda su amplitud y como afirma Edward de Bono, su creador, “hay que reconocer que al pensar se aprende y para ello es necesaria la práctica constante, ya que así la innovación y la creatividad se nutren”.
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