Ocho autores famosos y muy recomendables de poesía infantil

Algunos pediatras comentan en confianza, que leer poesía a los niños debería ser una obligación por lo mucho y bueno que aporta a los más pequeños.
Niña en su habitación leyendo

Encontrar un instante para leer un poema juntos, para disfrutar leyendo una de las muchas poesías que grandes autores escribieron pensando en los niños, a veces en los suyos propios y para apreciar todos los beneficios que tiene leer poesía a los niños y con los niños.

Autores tan reconocidos como Raúl Zurita, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2020, quien asegura que “sin los niños no existe la poesía porque todos son niños cuando leen poesía.”

Un poco es así, nosotros, los adultos, nos ponemos en sus ojos cuando les leemos una poesía y esa inocencia del poema se nos contagia, como lo hace con nuestros hijos, y nos volvemos un poco niños soñando en voz alta mientras les leemos.

En 1999, en la 30ª Conferencia General en París de la UNESCO, se decidió fijar el Día Mundial de la Poesía, precisamente para animar a revivir tradiciones orales mediante la promoción de la enseñanza, de la escritura y de la lectura de la poesía.

Por eso es bueno recoger algunos de los nombres más conocidos de la literatura y recordar algunas de sus poesías, unas son de sobra conocidas, otras nos sorprenden gratamente y todas merecen una lectura en voz alta  a la hora de ir a la cama, por ejemplo, un momento perfecto en el que la poesía hace su magia y sirve de ayuda a los más pequeños a la hora de calmar sus emociones.

Ocho grandes autores de poesía infantil

La directora del Festival Internacional de Poesía de la ciudad de Cali, en Colombia, Betsimar Sepúlveda, lamentaba en una conversación con los medios que “la poesía es el género menos estudiado en las aulas de clase”, se estudian prácticamente todos los géneros literarios mucho más que la poesía y a su modo de ver “todos los géneros son lo que son gracias al lenguaje poético”.

Algunos de los nombres que mejor han manejado ese lenguaje poético para componer historias breves en forma de poemas infantiles son todos estos, os dejamos además un pequeño fragmento de alguna de sus poesías más conocidas.

La poesía puede ser una lectura muy divertida en familia. - Pexels

Gloria Fuertes, “En mi cara redondita”

Imposible hablar de poesía infantil sin mencionar a una de las figuras más importantes de este género y no solo en nuestro país, sino quizás incluso más valorada fuera de España que dentro. Gloria Fuertes desarrolló su talento en distintas facetas literarias pero sus poesías infantiles quizás fueron las que le hicieron más conocida y reconocida.

En mi cara redondita

tengo ojos y nariz,

y también una boquita

para hablar y para reír.

Con mis ojos veo todo,

con la nariz hago achís,

con mi boca como como

palomitas de maíz.

Antonio Machado, “La primavera ha venido”

No siendo reconocido por sus poesías infantiles, es sin duda uno de los nombres más importantes e influyentes de la literatura española del siglo XX.

La primavera ha venido

nadie sabe cómo ha sido.

Ha despertado la rama

y el almendro ha florecido.

Marisol Perales, “Llega el invierno”

Profesora de educación infantil y primaria, comenzó escribiendo letras para canciones infantiles que se volvieron muy conocidas. Ha ganado distintos premios de poesía y ha publicado numerosos libros de literatura infantil y juvenil.

El señor invierno

se viste de blanco,

se pone el abrigo

porque está temblando.

Se va a la montaña,

se mete en el río,

y el parque y la calle

se llenan de frío.

Elsa Bornemann, “Canción del sarampión”

Su poesía infantil se caracteriza por su alegría, su sentido del humor y sus juegos de palabras en las rimas.

¡Ay!¡Qué desesperación!

¡Mi pulpo con sarampión!

Sus tentáculos rosados

aparecieron punteados

con manchitas coloradas,

circulares y ovaladas.

Lo encontré muy afiebrado,

inmóvil y acurrucado

en una esquina del mar.

Llamé urgente al Calamar

por teléfono marino,

pues es el doctor más fino

inteligente y capaz

que se haya visto jamás.

Carmen Conde, “Nana del sueño”

Considerada una de las voces más significativas de “la generación del ‘27” fue maestra, poetisa y prosista muy reconocida dentro y fuera de nuestro país y este es uno de sus poemas infantiles más conocidos por el público.

Al sueño le crecen

cabellos de yerba.

Al sueño le nacen

azules gacelas,

que muerden los prados,

que triscan las eras;

que pacen las noches

sin que el sueño pueda

cortarse sus ramas

de verdes almendras.

Francisco de Quevedo, “A una nariz”

Con uno de los autores más importantes de la literatura en español se hace una excepción y aunque el poema no sea específicamente dirigido al público infantil, es sin duda uno de los más leídos en las aulas y de los que más divierten a los niños y niñas cuando lo escuchan.

Es un poema escrito por el autor para parodiar la nariz del poeta Luís de Góngora porque parece ser que muy amigos no eran.

Érase un hombre a una nariz pegado,

érase una nariz superlativa,

érase una nariz sayón y escriba,

érase un pez espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,

érase una alquitara pensativa,

érase un elefante boca arriba,

era Ovidio Nasón más narizado.”

Mirta Aguirre, “Caballito”

Quizás una de las autoras de la literatura cubana más conocidas a pesar de que en numerosas ocasiones llegó a escribir bajo tres seudónimos distintos. Algunos de sus poemas destinados a los niños llegaron a musicalizarse convirtiéndose en canciones.

Caballito sin crines,

caballito de mar,

dime si los delfines

pueden llorar.

Dime si donde habitas,

habita el colibrí,

dime si hay sirenitas

de ajonjolí.

Lope de Vega, “El congreso de los ratones”

Las metáforas en la poesía son una constante, en la de Lope de Vega no podrían no serlo aunque aparentemente se trata de una divertida y magnífica poesía infantil. 

Juntáronse los ratones

para librarse del gato;

y después de largo rato

de disputas y opiniones,

dijeron que acertarían

en ponerle un cascabel,

que andando el gato con él,

librarse mejor podrían.

Salió un ratón barbicano,

colilargo, hociquirromo

y encrespado el grueso lomo,

dijo al senado romano,

después de hablar culto un rato:

¿Quién de todos ha de ser

el que se atreva a poner

ese cascabel al gato?

Leer poesía en voz alta es una de las mejores actividades que podemos hacer juntos.  - iStock

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