Dónde dar a luz. ¿Hospital público o clínica privada?
¿Quién me atenderá en el parto? ¿Y, si surge algún problema? ¿Podré estar todo el tiempo con mi bebé? ¿Permitirán que mi hijo mayor venga a visitarme? ¿Tendré que compartir habitación?
Autor: Sonia Pons
Estas son algunas de las cuestiones que nos planteamos antes del parto y que nos pueden ayudar a elegir la clínica donde queremos que nazca nuestro bebé.
Las respuestas pueden variar según las distintas maternidades. Cuanto más sepamos acerca del centro, de su equipamiento y de sus protocolos, mejor podremos decidir la clínica en la que queremos dar a luz. No debemos olvidar algunos detalles que pueden parecer secundarios pero son fundamentales para nuestra comodidad: el horario de las visitas, la cama de acompañante, las características de la habitación.
Conviene ordenar nuestras prioridades: ¿queremos un parto más natural?, ¿nos parece importante que nuestra pareja nos acompañe en todo momento?, ¿preferimos la seguridad de un gran hospital o la intimidad de una pequeña clínica?
Aunque no se pueda elegir, es conveniente conocer de antemano lo que sucederá en la maternidad, porque la información ayuda a la futura madre, a enfrentarse mejor al parto.
Hospital público
La mamá debe dar a luz en el hospital que le corresponde. No obstante, en algunas comunidades autónomas se puede pedir un cambio, siempre que el centro solicitado no esté saturado. Si la embarazada se pone de parto lejos de la maternidad de referencia, puede ir a otra: los centros públicos están obligados a aceptar pacientes en situación de urgencia.
Si el parto es normal, lo atiende la matrona que está de guardia. El tocólogo actúa cuando se presentan complicaciones: el médico, con la ayuda de la matrona, asiste los partos de riesgo determina si hay que hacer cesárea y atiende los nacimientos con fórceps, ventosa o espátula.
Durante la dilatación, la embarazada permanece en una habitación individual o en una sala compartida, en la que las camas están separadas por mamparas o cortinas. Tras el parto puede ser conducida con su bebé a la habitación individual que ocupó durante la dilatación o a una sala de reanimación.
Unas horas después, madre e hijo son trasladados a una habitación que normalmente compartirán con otra mujer y su bebé.
Clínica privada
Las posibilidades de elección son amplias. La opción más frecuente es contratar un seguro médico con una compañía y elegir entre las maternidades que tiene concertadas. Si se desea dar a luz en una clínica concreta, hay que informarse con suficiente antelación acerca de qué aseguradoras la incluyen en su oferta.
El parto es atendido por un ginecólogo con ayuda de una matrona. Si se pacta previamente, es posible que lo atienda el especialista que ha seguido el embarazo.
La mujer pasa la dilatación en la habitación individual que utilizará durante su estancia o en una sala anexa al paritorio. Desde allí, es trasladada a éste, y después del nacimiento, regresa a la habitación. Allí se le practicarán los controles del posparto.
Centros alternativos y partos en casa
Son una opción aún minoritaria para traer un hijo al mundo. Son alternativas a tener en cuenta por mujeres que desean un parto más natural y participativo en un ambiente menos médico y más familiar. Se puede optar por dar a luz en una clínica con entorno acogedor, una casa de partos o en el propio domicilio atendida por una matrona.