Cuando hablamos de disfagia estamos hablando de dificultades a la hora de tragar alimentos y líquidos. Pueden presentarla los niños de cualquier edad, incluso siendo bebés y da lugar a una alimentación no segura por lo que conviene estar atentos a los síntomas para poder ponernos en manos de un profesional de la salud cuanto antes.
En nuestro país hay en torno a dos millones de personas afectadas de disfagia. Cuando se presenta durante la infancia puede manifestarse a través de varios síntomas, aunque estos no son exclusivos de la disfagia sino que también pueden asociarse con otras circunstancias o patologías.
Qué síntomas son los más habituales en la disfagia
Es importante prestar atención ante la presencia reiterada de estos síntomas y tener en cuenta que pueden variar dependiendo de la edad del niño.
Lo más importante es que si tienes preocupación por la deglución, si aprecias algunos síntomas que te hacen sospechar, busca la evaluación de un profesional de la salud.
- Una tos o asfixia durante las comidas. Durante o después de comer, si esto se repite de forma recurrente puede ser indicador de problemas de deglución.
- Dificultad para tragar, tanto alimentos sólidos como líquidos, si se atraganta o incluso si evita determinadas texturas.
- Si hay un rechazo a algunos alimentos o a determinados líquidos, una resistencia persistente puede indicarnos que es porque siente molestias al tragarlos.
- Si apreciamos una pérdida de peso o una dificultad para ganar peso
- Si el niño o la niña muestra una irritabilidad durantes las comidas difícil de entender, puede parecer molesto e incluso llorar y puede ser porque experimente molestias relacionadas directamente con la deglución.
- Si se producen cambios en la voz, la disfagia puede llegar a afectar a las cuerdas vocales
- Si hay un babeo excesivo e injustificable por parte del niño también puede ser un signo de disfagia.
- Si el niño indica que tiene dolor al tragar alimentos tanto sólidos como líquidos.
¿Por qué se produce y qué complicaciones puede tener?
Algunas de las posibles causas de la disfagia infantil pueden estar relacionadas con problemas estructurales, neuromusculares, puede haber reflujo gastroesofágico, trastornos sensoriales y/o del desarrollo o incluso la disfagia puede verse provocada por lesiones traumáticas.
Las complicaciones que pueden derivarse de padecer disfagia suelen ser infecciones respiratorias de repetición, neumonía aspirativa, malnutrición o incluso deshidratación.
El tratamiento de la disfagia no es único, va a depender de la causa que la produzca por lo que siempre es importante contar con un equipo de profesionales de la salud que trabajen todas las necesidades que plantee nuestro hijo.

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