"No puede ser que las jóvenes no sepan nada de su suelo pélvico"

Marta Aranda Ludeña, fisioterapeuta de suelo pélvico de BMum (Madrid) y especialista en en pelviperineología y salud de la mujer, defiende que se eduque desde edades tempranas acerca del suelo pélvico femenino.
Una mujer joven con ropa deportiva
Una mujer joven con ropa deportiva (foto: R.G.) - Una mujer joven con ropa deportiva (foto: R.G.)

Marta Aranda Ludeña, fisioterapeuta de suelo pélvico de BMum (Madrid) y especialista en en pelviperineología y salud de la mujer, defiende que se eduque desde edades tempranas acerca del suelo pélvico femenino

Es interesante explicar a las adolescentes qué es el suelo pélvico y cuestiones relacionadas con esta parte de su cuerpo. Por ejemplo, qué deportes que ayudan a fortalecer el suelo pélvico (y otros que no). Así lo defiende la fisioteraupeuta Marta Aranda.

Una mujer joven estirando
Una mujer joven estirando (foto:RG)

“No puede ser que las jóvenes no sepan nada de su suelo pélvico”

Esto dice Marta Aranda Ludeña, fisioterapeuta de suelo pélvico de BMum (Madrid) y especialista en en pelviperineología y salud de la mujer, acerca de la importancia de explicar qué es el suelo pélvico y cuál es su función a las adolescentes. Así sabrán con tiempo, por ejemplo, la razón por la que es importante rehabilitar el suelo pélvico en el posparto:

“El suelo pélvico es un tema inexistente en la vida de hombres y mujeres hasta que empiezan a tener problemas, normalmente ligados a la incontinencia, cuando están embarazadas de cinco meses o por un exceso de deporte hipopresivo (hay gimnastas que a los 16 o 17 años presentan graves problemas porque los entrenamientos no incluyen un cuidado del suelo pélvico). 

Una mujer tumbada sobre una cama muy desordenada
Una mujer tumbada sobre una cama muy desordenada (foto: RG)

La clave es el autoconocimiento. Evidentemente no hay que hablar a un niño de 5 años de su suelo pélvico, pero no puede ser que una chica de 17 no sepa que tiene una musculatura que sostiene vejiga, útero y recto que tiene que estar necesariamente sana de cara a ponerse un tampón o a tener relaciones sexuales. Y el autoconocimiento hay que ir trabajándolo desde la infancia. 

Igual que los niños saben la diferencia entre cuádriceps y fémur, porque uno es músculo y otro un hueso, tienen que tener constancia de sus huesos de la pelvis, de su musculatura y de sus genitales, para poder diferenciar un dolor por unas ganas locas de ir al baño, de una sensación de peso o de problemas de estreñimiento”.

Una adolescente, de pie sobre su cama
Una adolescente, de pie sobre su cama (foto: RG)

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