Enganchados a las pantallas hasta en el coche: los adolescentes que ya conducen pasan el 21% del viaje mirado su teléfono

Los adolescentes, en países donde conducen, pasan de media un 21% del tiempo de conducción mirando su teléfono móvil, según un nuevo estudio científico. Es una consecuencia más de la relación de los niños y adolescentes menores de edad con las pantallas.
El 21% del tiempo de conducción, los adolescentes lo pasan mirando su móvil. Un hábito tan extendido como peligroso, según revela el nuevo cuestionario DDBQ aplicado a jóvenes con carné de conducir.
El 21% del tiempo de conducción, los adolescentes lo pasan mirando su móvil. Un hábito tan extendido como peligroso, según revela el nuevo cuestionario DDBQ aplicado a jóvenes con carné de conducir (Midjourney-RG)

Los adolescentes conducen. Lo hacen desde los 16 años en países como Estados Unidos, donde no en todos los estados, pero sí en muchos esta es la edad legal mínima para ponerse al volante, pero también lo hacen en España. No hay que olvidar que a los 18 años todavía se atraviesa esta etapa vital. Y en este sentido, un nuevo estudio científico ahonda en una de las consecuencias prácticas derivadas de la relación malsana, de la dependencia, que tienen muchos niños, niñas y adolescentes menores de edad con las pantallas. Sobre todo, con los teléfonos móviles: cuando empiezan a conducir, más del 20% del tiempo del viaje lo pasan mirando el móvil

Tu hijo o hija adolescente saca el carné de conducir y lo primero que piensas es en la libertad que eso representa: para él o ella, para ti, para toda la familia. Pero también, inevitablemente, en los riesgos. Y entre ellos, uno destaca cada vez más: el uso del móvil al volante.

Un nuevo estudio ha puesto cifras muy concretas a una realidad que muchas familias ya intuían. Los adolescentes no solo miran el móvil mientras conducen: lo hacen con una frecuencia alarmante. De media, el 21,1% del tiempo que pasan conduciendo lo hacen con la vista en la pantalla. Y en uno de cada cuatro casos, esa mirada dura más de dos segundos. El tiempo suficiente para recorrer decenas de metros a ciegas.

Uno de cada cuatro adolescentes reconoce que sus miradas al móvil mientras conduce duran más de dos segundos, el umbral crítico que multiplica por cinco el riesgo de accidente.
Uno de cada cuatro adolescentes reconoce que sus miradas al móvil mientras conduce duran más de dos segundos, el umbral crítico que multiplica por cinco el riesgo de accidente (Midjourney-RG).

Unos resultados alarmantes

El estudio, liderado por investigadores de Harvard, Virginia Tech y la Universidad Técnica de Múnich, ha desarrollado y validado un cuestionario específico para entender las creencias, intenciones y comportamientos de los jóvenes conductores en relación con el uso del móvil al volante. Lo han bautizado como Distracted Driving Belief Questionnaire (DDBQ).

En primer lugar, realizaron entrevistas en profundidad a estudiantes de secundaria con carné de conducir. Luego, elaboraron un cuestionario de 38 ítems que fue aplicado a una muestra representativa de 1.126 adolescentes de Estados Unidos.

Los resultados mostraron que, en promedio, los jóvenes pasaban el 21,1% del trayecto mirando el teléfono. Y que el 26,5% de esos momentos de distracción duraban dos segundos o más, un umbral que multiplica por cinco el riesgo de sufrir un accidente, según estudios previos (Simons-Morton et al., 2014). 

Estos datos se suman a otros estudios que ya habían advertido de este problema de seguridad al volante: un estudio nacional estadounidense concluyó que más del 90% de los adolescentes que conducen realiza en cada viaje al menos una conducta que les distrae de la conducción, como mandar un mensaje de texto. 

Pero lo más relevante del estudio no son solo los datos de comportamiento. Es lo que nos dicen sobre por qué lo hacen. ¿Qué piensan los adolescentes cuando deciden mirar el móvil mientras conducen? Lo analizamos porque puede ser de gran ayuda para anticipar este problema en familias donde los hijos e hijas todavía no tienen edad para sacarse el carnet de conducir pero sí disponen ya de su teléfono móvil. 

El estudio demuestra que muchos jóvenes creen que otros también lo hacen, reforzando la conducta. Las normas sociales —lo que creen que hacen sus amigos— influyen más de lo que pensamos.
El estudio demuestra que muchos jóvenes creen que otros también lo hacen, reforzando la conducta. Las normas sociales —lo que creen que hacen sus amigos— influyen más de lo que pensamos (Midjourney-RG)

Por qué miran el móvil al conducir

El estudio se apoyó en el modelo teórico IMBP (Modelo Integrado de Predicción Conductual), que analiza las actitudes, normas sociales y control percibido que guían una conducta. Estas fueron las respuestas de los adolescentes acerca de mirar el móvil mientras conducen: 

  • Creencias positivas: algunos adolescentes creen que mirar el móvil les permite ser más productivos, entretenerse o navegar mejor.
  • Creencias negativas: también reconocen que reduce su visibilidad, el control del coche y aumenta el riesgo de accidente.
  • Normas sociales: aunque afirman que padres y madres desaprueban el uso del móvil al volante, muchos creen que sus amigos sí lo hacen y que es común en su entorno.
  • Control percibido: se sienten capaces de controlar el riesgo, lo que puede generar una falsa seguridad.

Los datos evidencian que las creencias positivas estaban directamente asociadas con una mayor intención de usar el móvil mientras se conduce. Por el contrario, las creencias negativas, las normas sociales en contra y el uso de estrategias de control (como activar el modo “no molestar” o dejar el móvil fuera de alcance) se asociaban con menor probabilidad de mirar el teléfono al volante.

Aunque la mayoría sabe que está mal, muchos adolescentes lo siguen haciendo porque creen que pueden controlar el riesgo. La falsa sensación de dominio, otro factor clave que el estudio identifica.
Aunque la mayoría sabe que está mal, muchos adolescentes lo siguen haciendo porque creen que pueden controlar el riesgo. La falsa sensación de dominio, otro factor clave que el estudio identifica (Midjourney-RG)

Cómo abordar esta conducta desde la educación

Este estudio nos ofrece una herramienta muy útil: entender qué mueve realmente a los adolescentes a mirar su teléfono mientras conducen. Y desde ahí, empezar a trabajar de forma anticipada porque es otra de las consecuencias negativas potenciales derivadas de la mala relación entre pantallas y adolescentes.

Compartimos algunas recomendaciones basadas en los hallazgos:

  • No basta con decir que está mal: los adolescentes ya saben que no deben hacerlo. El reto está en desmontar las creencias que justifican ese comportamiento (por ejemplo, que les ayuda a entretenerse). Y en caso de que alguna de las creencias sea cierta, enseñarles la alternativa seguro y facilitar que dispongan de ella. Por ejemplo, algo tan sencillo como un soporte para el GPS del móvil.
  • Refuerza tu influencia como modelo: los padres/madres siguen siendo figuras normativas importantes. Evita mirar el móvil al volante, incluso en semáforos, desde que tus hijos e hijas son pequeños.
  • Trabaja el entorno social: hablar sobre lo que hacen los amigos y sobre cómo resistir la presión grupal puede ser más útil que insistir en los peligros.
  • Incorpora rutinas prácticas: animarles a usar soportes, apps de bloqueo de notificaciones o incluso a dejar el móvil en el maletero puede marcar la diferencia. Esto lo puedes extrapolar a casa con medidas como la del aparcamiento para móviles.

Y no olvides, además, el descanso. El estudio asoció la fatiga con mayor uso del móvil al volante. Dormir bien también es prevención vial.

Referencias

  • Johanna M. Schmickler, Sheila G. Klauer, Stuart F. Quan, Matthew D. Weaver, Laura K. Barger, Charles A. Czeisler, Thamina Noorzai, Donald L. Fisher, Rebecca Robbins. Designing and validating a questionnaire to understand beliefs, intentions, and behaviors relating to distracted driving in young people. Traffic Injury Prevention, 2025. DOI: 10.1080/15389588.2025.2493301

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