Las personas que conviven de forma indirecta o directamente con esta neurodivergencia son conscientes de que la forma en la que funciona el cerebro de los niños y adultos con altas capacidades conlleva una serie de particularidades comunes. Por ejemplo, la asincronía en el desarrollo de los niños con altas capacidades, o el interés prematuro en asuntos trascendentales que suelen mostrar. Pero hay más detalles que suelen darse en las personas con altas capacidades: por ejemplo, las crisis existenciales, que se dan más en este tipo de personas.
Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez, del gabinete psicológico Altascapaciqué, defienden que las crisis existenciales se dan de forma más habitual en las personas con altas capacidades. Las dos divulgadoras comparten consejos y aprendizajes muy interesantes en las redes sociales del gabinete de forma gratuita. De algunos nos hemos hecho caso anteriormente: por ejemplo, nos enseñaron el término dragones dormidos, que define a los niños con altas capacidades invisibles. Y también recibimos sus consejos de dos psicólogas expertas en altas capacidades para gestionar el agobio del veranox
En este caso, nos detenemos de su mano en una peculiaridad de los niños, niñas y adultos con altas capacidades: tienen más a menudo crisis existenciales.

Qué es una crisis existencial
Antes de entrar en detalles sobre las razones por las que las crisis existenciales son más habituales en las personas con altas capacidades hay que explicar qué es una crisis existencial.
Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez aportan la siguiente definición: “Una crisis existencial es un estado en que la persona se sumerge en una profunda reflexión sobre cuestiones fundamentales relacionadas con la existencia humana”.
Las dos psicólogas explican que se trata de “un fenómeno complejo que puede surgir en cualquier etapa de la vida, aunque es más frecuente en períodos de transición o cambios significativos”.
Según las dos psicólogas especializadas en altas capacidades, hay cinco características principales y comunes de las crisis existenciales. Son las siguientes:
- Falta de sentido vital: sensación de vacío y de falta proyecto vital.
- Incomprensión: sentirte incomprendido por la mayoría de personas que piensan de forma más "superficial".
- Falta de libertad: sentir que la sociedad te corta las alas.
- Sufrimiento por las injusticias sociales. De esto ya te hablamos en esta pieza sobre el desarrollo precoz del sentido de la justicia en los niños con altas capacidades.
- Reflexión profunda sobre la vida y la muerte.

Por qué aparecen más en las altas capacidades
Las crisis existenciales tienen una presencia habitual en la vida de las personas con altas capacidades desde la infancia. El motivo principal, explican Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez, es porque “una característica que comparten muchas personas con altas capacidades es la necesidad de encontrar un sentido a aquello que hacen”.
Para las personas con esta neurodivergencia, desde la infancia, “encontrar un sentido a lo que hacen es una cuestión que ocupa una parte de su vida importante”, y “no es simplemente una cuestión de personalidad, sino que está conectada con su manera de procesar y percibir la información y, en definitiva, de entender el mundo”, apuntan las dos psicólogas.
Además, las crisis existenciales están vinculadas a características comunes, no exclusivas pero sí comunes, de las personas con altas capacidades. Estas son las que destacan Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez.
Pensamiento complejo y abstracto
Dicen las dos expertas que a las desde pequeñas, las personas con altas capacidades “su capacidad de deducción y de pensamiento abstracto favorece la aparición temprana de este tipo de cuestiones”.
Es por este motivo por el que les suelen interesar a los niños con altas capacidades les interesan de forma prematura los agujeros negros, la muerte y otras cuestiones similares.
Intensidad emocional
La hipersensibilidad de las personas con altas capacidad es un rasgo muy común. Pues bien, “al experimentar las emociones con mayor profundidad y complejidad es más probable que emociones como la melancolía, la angustia o el desasosiego tomen forma y (junto a la elaboración del pensamiento) deriven en una crisis”, argumentan Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez.

Fuerte sentimiento de justicia
Las personas con altas capacidades “poseen un gran idealismo y fuerte sentido de la justicia”, dicen las profesionales del gabinete Altascapaciqué. Por ello, “aparece la frustración entre lo que debería ser el mundo y lo que en realidad es”, añaden.
Experiencias de incomprensión o aislamiento
Para las personas con esta neurodivergencia, los intereses suelen ser diferentes a la mayoría de sus iguales, y también su forma de ver el mundo. Esto, dicen Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez, "les puede llevar a cuestionar las relaciones humanas desde edades más tempranas”.
Autoexigencia
La autoexigencia es la última característica común con las crisis existenciales en las altas capacidades según Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez. Esto, a su vez, esta relacionado con otras cuestiones comunes en estos perfiles como el “mal perder” en los niños con altas capacidades intelectuales.
“A menudo sus estándares de lo que debería ser y hacer en la vida son muy elevados. El perfeccionismo extremo puede intensificar la sensación de no ser suficiente o que la vida no tiene sentido”, concluyen las dos psicólogas especializadas en esta neurodivergencia que tiene, aproximadamente, el 10% de la población.