El yoga es una de las prácticas deportivas recomendadas para las mujeres embarazadas. El consenso es amplio, y no solo entre las muchas expertas en esta variante específica de esta disciplina a medio camino entre la actividad física y mental, sino también entre los expertos en ginecología. Pero, como todo en la vida, hay cosas que se deben tener en cuenta antes de empezar a practicar yoga para embarazadas. En ellas nos centramos en esta pieza.
Basta un breve trabajo de documentación para encontrar numerosas referencias positivas sobre la práctica de yoga durante la gestación. “El yoga prenatal es una actividad física que permite practicar técnicas de respiración y estiramientos útiles durante el parto, así como una mayor capacidad para concentrarse y relajarse en un momento de estrés físico para las embarazadas”, asegura el Dr. Eleazar Bravo, especialista de ginecología y obstetricia de Vithas Las Palmas.
Es tal el consenso al respecto que hay hospitales como el de Manises cuyo servicio de Ginecología y Obstetricia puso en marcha la técnica del yoga como método de preparación al parto con clases semanales. La matrona Nuria Bixquert explicó entonces que “a veces la embarazada y su entorno, necesitan potenciar una serie de hábitos ya establecidos o introducir una serie de cambios en su forma de estar”, y que estos cambios “están relacionados con una sensación de calma interior, relajación mental, buena condición física y sensación de estima”. Por ello, el yoga puede ser de gran utilidad para las embarazadas. “Ayuda a alcanzar este equilibrio que necesita la mujer embarazada en constante cambio”, apostilla la matrona.
Y hasta los estudios científicos como este publicado en la European Journal of Obstetrics Gynecology and Reproductive Biology ponen en valor la práctica de ejercicios grupales como el yoga durante el embarazo.
Sin embargo, no es conveniente que las mujeres embarazadas se pongan a hacer yoga sin antes tener algunas cosas en cuenta. Cosas en las que también inciden todos los expertos, da igual si son monitoras, profesionales de la ginecología o matronas.

Tres cosas a tener en cuenta antes con el yoga para embarazadas
A grandes rasgos, y aunque hay más factores a tener en cuenta, son tres las cuestiones que es aconsejable que las mujeres embarazadas tengan bien atadas antes de empezar a practicar yoga prenatal.
En primer lugar, es indispensable contar con el ok del equipo médico que supervise tu embarazo, puesto que son las personas que saben las peculiaridades del mismo. Esto no quiere decir que necesariamente hayas tenido que practicar yoga antes de quedarte embarazada. “Antes de comenzar a hacer yoga durante el embarazo lo mejor es consultarlo con el especialista que te acompañe durante la esta etapa por si estuviera contraindicado”, indican desde Vithas.
Hay veces que, por algún motivo médico, existen embarazados de riesgo, incompatibles con la práctica deportiva. “En ocasiones, en embarazos de riesgo puede resultar contraproducente tanto para la madre como para el feto”, apunta al respecto el Dr. Eleazar Bravo, que también aconseja “realizar una actividad moderada”.

La segunda cuestión tiene que ver con el cómo, no tanto con el cuándo, ya que “se puede empezar a practicar en cualquier momento de tu embarazo”, aseguran Mariona Ventura e Inma Campos, cofundadoras de 9 Meses Contigo, proyecto especializado en yoga prenatal.
Sin embargo, así como en el cuándo se puede ser flexible, no hay posibilidad de ello en el cómo: es esencial practicarlo con la seguridad de estar practicando yoga para embarazadas, que no es lo mismo que otros tipo de yoga. “Yoga para embarazadas es un yoga específico que tiene en cuenta todos aquellos elementos que son seguros para ti y tu bebé y que más te ayudan a prepararte para el parto y la crianza”, indica el equipo de 9 Meses Contigo.
En este sentido, tal y como advierten desde Vithas, “no todas las modalidades son recomendables para las embarazadas”. Por ejemplo, no lo es “el yoga bikram, que se realiza en un espacio a altas temperaturas y está contraindicado durante la maternidad, ya que puede llegar a generar hipertermia”, agregan desde el centro médico.

Y el tercer factor indispensable a la hora de empezar a practicar yoga para embarazadas es hacerlo de la mano de una o un profesional cualificado. “Hayas o no practicado yoga antes de tu embarazo, lo ideal es que acudas a una clase de yoga prenatal con un instructor certificado, ya que ellos están capacitados para saber cuáles posturas son seguras de practicar durante el embarazo”, aconsejan desde Ginecología y Obstetricia Mulier. “Además, durante la clase te enseñarán a respirar de manera correcta, lo que te ayudará a relajarte y enfocarte mejor, así como para mejorar tu respiración, que te será muy útil en el momento en que tengas las contracciones durante el parto”, añaden.
Desde el centro médico especializado recalcan la importancia de “evitar hacer ciertas posturas que compriman el vientre o que requieran mucho estiramiento de la zona abdominal” y de que cada postura de yoga durante el embarazo se realice “con comodidad y sin forzar el cuerpo”.
Por ejemplo, están desaconsejadas aquellas posturas de yoga “que implican acostarse boca arriba o boca abajo pueden ejercer presión sobre el útero, aquellas que implican torcerse o estirarse demasiado, al igual que cualquier otra que ejerza presión sobre el cuello o los hombros”, apostillan desde Perimom.