Pulmones, intestinos o riñones se han podido recrear según un reciente estudio científico en el que han participado casi una treintena de investigadores y médicos de Reino Unido, Italia y Bélgica y que se ha publicado en estos días en la revista científica Nature Medicine.
Mattia Gerli, biotecnólogo del University College de Londres y primer autor de este estudio señalaba la importancia del mismo porque “hasta ahora no había forma de crear organoides en embarazos activos, solo si había un aborto” y ahora lo han conseguido por primera vez.
Hasta ahora se habían conseguido construir organoides a partir de células madre extraídas de embriones no viables o de células adultas reprogramadas, ahora se ha conseguido hacerlo de fetos vivos que se están desarrollando dentro del útero materno con normalidad, a través del líquido amniótico que envuelve al feto durante el embarazo.
La bióloga Marta Shahbazi, que dirige un grupo de investigación sobre desarrollo embrionario humano en el Laboratorio de Biología Molecular de Cambridge, en Reino Unido, recalca lo valioso de lo conseguido en esta investigación ya que lo consigue recuperando material biológico de gran valor y explora todo su potencial médico sin que la madre tenga que someterse a pruebas adicionales durante el periodo de embarazo.
Curar las enfermedades antes de que aparezcan
Parece ciencia ficción y poco a poco, los investigadores no dejan de dar pasos que avanzan en esta dirección.
Uno de los usos que se pretende que tenga este nuevo avance es precisamente el de reproducir los órganos de un paciente con el fin de poder elegir el tratamiento más adecuado a su perfil genético y el de su enfermedad.
El equipo de investigadores y científicos europeos han analizado las muestras del líquido amniótico de una docena de mujeres embarazadas que se habían sometido a una amniocentesis. Se realizó un análisis molecular del líquido amniótico y se consiguió identificar células madre epiteliales que se habían desprendido del feto y que son las responsables de crear las distintas formas de los distintos órganos.
Una vez en el laboratorio, los investigadores lograron que cada una de estas células se multiplicara y creciera hasta formar, en apenas cuatro semanas, órganos a tamaño muy pequeño pero perfectamente funcionales.
No se trata de técnicas ni complejas, ni caras, ha asegurado Mattia Gerli quien además expresaba la esperanza del grupo de trabajo en que “nuestro trabajo abra nuevas posibilidades en medicina prenatal.”
De hecho, una de las ventajas que plantea este estudio es el haber abierto un campo nuevo al usar un tipo de células distintas hasta ahora para la creación de organoides y de cara a un futuro cercano, se está planteando la creación de biobancos de líquido amniótico para tratamientos de la llamada medicina de precisión, de cara a curar enfermedades congénitas y enfermedades raras.

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