Claire McCarthy es una pediatra de atención primaria del Boston Children's Hospital y profesora asistente de pediatría en la Facultad de Medicina de Harvard. Como experta en la infancia que es, McCarthy comparte consejos, conocimientos y experiencias en el blog de la prestigiosa universidad en artículos divulgativos en los que, por ejemplo, explica cuáles son los mejores hábitos para que los niños duerman mejor de lo que hacen y en la cantidad que necesitan.
Explica la doctora que hay una serie de trucos, consejos o hábitos, como cada cual quiera llamarlos, de sencilla aplicación, con los que los adultos podemos ayudar a los peques de la casa en lo que al sueño se refiere. “Dormir es crucial para todos nosotros, y esto es particularmente cierto para los niños. Sin un sueño de calidad suficiente, los niños tienen más probabilidades de tener problemas de salud y de comportamiento, y dificultades de aprendizaje”, recuerda McCarthy.
En primer lugar, la profesora de Harvard señala que la rutina regular de los horarios es la primera de las claves para que los niños y niñas duerman mejor. “Nuestros cuerpos funcionan mejor cuando nos acostamos y nos levantamos aproximadamente a la misma hora todos los días”, afirma la pediatra. Recuerda la experta que los adolescentes y los niños necesitan dormir entre ocho y diez horas, e incide en que no es recomendable variar excesivamente la hora de irse a la cama los fines de semana. “Si bien está bien quedarse despierto un poco más tarde los fines de semana, no permita que la hora de acostarse varíe más de una hora aproximadamente”, dice al respecto.
En segundo lugar, la pediatra del hospital infantil de Boston señala al uso de las pantallas antes de dormir como el segundo gran enemigo del sueño en la infancia. “La luz azul que emiten las pantallas puede mantenernos despiertos”, subraya McCarthy. En su opinión, “es mejor si las pantallas pueden estar apagadas dos horas antes de que quieras que su hijo duerma”, añade.

La especialista de Harvard tiene claro que la única forma de lograr este objetivo es que los dispositivos electrónicos estén todos fuera de la habitación. “Los adolescentes pelearán contigo por esto. Si puedes, mantente firme. Como mínimo, asegúrese de que el teléfono esté en modo No molestar durante la noche”, asegura.
Un tercer hábito para mejorar el sueño en los niños y niñas es que el ambiente acompaña. Se refiere McCarthy a que reina la calma en casa cuando entramos en fase de rutina de sueño, pero también después de que se hayan dormido los peques. “Si está viendo la televisión, baje el volumen y, en general, trate de no hacer mucho ruido después de que los niños se acuesten”, aconseja. Además, recomienda el ruido blanco y el uso de cortinas para oscurecer la habitación si tus hijos e hijas son de los que se despiertan con los primeros rayos de luz o tienen dificultades para conciliar el sueño si hay luz en la habitación.
Otros factores que pueden afectar
Claire McCarthy, en su artículo, también apunta algunos otros factores que pueden influir en la calidad y cantidad del sueño de los menores de edad.
En este caso, la pediatra de Harvard se refiere sobre todo a los adolescentes, ya que subraya, por ejemplo, la cafeína como un factor de riesgo. “Es mejor no tomar nada, pero desde luego nada a partir de media tarde”, señala al respecto.

También hace referencia la doctora a la comunicación con los adolescentes y a los que están demasiado ocupados durante el día. McCarthy aconseja “hablar con su hijo adolescente sobre su horario diario y buscar formas de ayudarlo a dormir más, como hacer la tarea durante el día escolar o limitar los videojuegos u otras actividades que consumen el tiempo de tarea”. Cualquier cosa que mejore el sueño, que debe ser “prioritario”, según la experta.
Además, Claire McCarthy recomienda limitar las siestas, potenciar actividades que fomenten el ejercicio en los niños y las rutinas relajantes justo en la fase previa a irse a la cama como tres hábitos que también pueden ayudar a mejorar el sueño en la infancia y en la adolescencia.