Hay muchas cosas a las que los adultos no damos importancia y que nos parecen cotidianas, sencillas o poco excepcionales. Sin embargo, son precisamente esos detalles los que, muchas veces, para nuestros hijos suponen todo un mundo, marcan la diferencia y, sin duda, muchas se cuelan entre sus mejores recuerdos.
Jugar con ellos, compartir ratos de risas, ser partícipes de sus historias o anécdotas, disfrutar de una excursión en familia, colorear sus dibujos preferidos...cualquier pequeño momento que para nosotros puede parecer que no tiene importancia, los niños lo disfrutan al máximo y se queda grabado para ellos, en muchos casos, como un recuerdo fantástico con el que han disfrutado a lo grande.
Ser conscientes de que esos pequeños detalles importan y mucho nos ayuda a valorar más el tiempo que pasamos en familia y a disfrutar al máximo de esos ratos que nos brinda la vida, porque el tiempo pasa muy rápido, los hijos crecen a un ritmo vertiginoso y la añoranza se hace presente en muchos momentos de la maternidad o paternidad. Muchas veces no importa tanto cuánto tiempo se tiene, sino qué se hace con él y cómo hacemos que sea tiempo de calidad. No obstante, todos somos conscientes de que nos gustaría poder disfrutar de más tiempo libre para pasar con los hijos…
Seguro que recuerdas momentos de tu infancia que son sencillos, nada espectaculares, pero que te vienen a la mente y los recuerdas con especial cariño y emoción y, también, seguramente muchos de ellos sean en familia, por eso, es importante que ahora trabajes para crear recuerdos de ese tipo para tus hijos. Porque las pequeñas cosas, los momentos más sencillos, importan y mucho. Para nosotros puede ser algo muy pequeño, para ellos todo un mundo.
¿Cuáles son los beneficios de crear espacios en familia?
Pues las ventajas son infinitas. Ayudan mucho al desarrollo físico, cognitivo y sobre todo socioemocional de los niños. Un niño que tiene la oportunidad de tener espacios para hacer actividades y tiempo de calidad con su padres, también tiene más oportunidad de tener un desarrollo sano y óptimo.
Por un lado, pasar tiempo juntos en actividades placenteras y significativas fomenta la conexión emocional entre padres e hijos. Esto puede mejorar la confianza y la comunicación en la familia. Brinda oportunidades para que padres e hijos se escuchen mutuamente, compartan experiencias y expresen sus pensamientos y sentimientos de manera abierta y respetuosa.
Además, establecer tradiciones familiares a través de actividades compartidas ayuda a fortalecer la identidad familiar y el sentido de pertenencia. Y sin lugar a duda, los momentos compartidos durante estas actividades se convertirán en recuerdos duraderos y significativos para toda la familia, lo que fortalece los lazos familiares y promueve un ambiente de felicidad.
Por otro lado, al recibir atención de los padres, los niños pueden desarrollar una mayor confianza en sí mismos y en sus habilidades. Asimismo, a través de experiencias, los padres pueden transmitir valores importantes y enseñar habilidades prácticas, como el trabajo en equipo, y empatía. Además, los padres pueden estimular la imaginación de sus hijos y promover su creatividad.
Y por último, uno de los beneficios más importantes es la reducción del estrés y la ansiedad. Participar en actividades conjuntas puede actuar como un escape del estrés diario, permitiendo a la familia relajarse y disfrutar del tiempo juntos, lo que contribuye al bienestar general.
Complicidad entre padres e hijos
Definitivamente la complicidad que puedan tener padres e hijos es un vínculo invaluable que puede trascender el tiempo y el espacio. Se trata de una conexión emocional que se fortalece mediante las risas compartidas, secretos, aventuras, confianza y amor condicional. ¿Lo mejor de todo? Que generará experiencias inolvidables para los niños y los llenará de felicidad.
Dejamos varias ideas para compartir pequeñas grandes cosas con los hijos. ¡Toma nota!
- Ponte sus obras maestras. Ponte el collar de macarrones que ha hecho en el colegio para ir trabajar. Bueno, al menos hasta que estés fuera del alance visual de tu hijo. Más información: Manualidades para hacer con los niños.
- Crea un lema familiar. Pega en la puerta de la nevera vuestro lema familiar (¡Somos imparables! ¡Podemos, lo haremos!) para motivar cada vez que tu hijo se sienta de capa caída. Más información: Frases que todos los padres deberíamos decirle a nuestros hijos.
- Un paseo a solas. Da un paseo a solas con tu hijo (sin hermanos). Más información: “Lo más importante para el niño es que le demos seguridad”.
- Una notita especial de sorpresa. Si ya sabe leer déjale una notita (y un trozo de chocolate) en su mochila de la merienda. Más información: Frases para una bonita crianza.
- Involúcrate en sus juegos. Comparte con tu hijo su juego favorito, involúcrate (si te lo permite), siente propios sus logros. Más información: 15 juegos que todo niño debe jugar.
- Permítele que se salte los límites, una vez. Alguna vez permítele hacer algo que normalmente está fuera de los límites familiares, como sentarse en el mostrador. Más información: ¿Sabes poner límites?
- Cada detalle importa. Comparte el entusiasmo cuando te trae una piedra, vais de excursión o acudís al parque de atracciones. Más información: ¿Pintamos unas piedras?
- Más tiempo con los niños, menos orden y perfección. Cuando en vuestra casa parece que ha pasado un auténtico tsunami y tenéis todo patas arriba desordenado, cerrad la puerta y continuad con vuestro día juntos. Siempre es más importante pasar tiempo con tus hijos que tener la casa de revista. Más información: "Nadie sabe como tú, lo que necesita tu hijo"
- Fomenta la relación con los abuelos. Si los abuelos viven lejos y no os veis habitualmente, haced una videollamada con ellos de vez en cuando. Más información: Comunicación con los abuelos, consejos para tener una buena relación.
- Al charco, ¡sin botas de agua!Permite a tu hijo de 3- 4 años que se meta en un charco sin botas de agua. Más información: 20 cosas que todo niño de 3 años debe haber hecho.
- Apúntate al carro de las manualidades. Busca entre vuestro material escolar, coge la purpurina y la barra de pegamento y confecciona una tarjeta de cumpleaños para su gran día. Más información: Ideas para celebrar el cumpleaños de tu hijo.
- Adopta una mascota. Adopta una mascota que necesita una casa y el amor de un niño. Más información: Mascota, mucho más que un amigo para tu hijo.
- Menos sobreprotección. Dale la oportunidad de solucionar sus batallas en el parque antes de intervenir. Más información: Peleas entre hermanos, ¿cómo actuar?
- Encuentra el momento para hacerle preguntas. Olvídate de hacerle un arsenal de preguntas sobre cómo ha sido su día, tu hijo viene de la escuela gruñón y cansado. Os proponemos sacar el tema durante la cena en familia. Más información: 10 preguntas para que te respondan qué tal el cole
- Tradiciones en familia ¡son importantes! Cultivad vuestras tradiciones: domingo de pizza y peli, paseo en bicicleta el sábado por la mañana, recolección de castañas cada otoño…Más información: Tradiciones: de padres a hijos
- Aprende de tu hijo. Pídele a tu hijo que te enseñe cómo juega en su app o videojuego favorito. Encuentra una hazaña que vosotros, los papás, no sepáis hacer y él sí. Y una vez que lo consigáis, asegúrate de decirle que es un buen maestro.Más información: "Los niños vienen al mundo a mejorarla".
- Hoy es el día más importante. Permite que tu hijo vaya con esa camisa tan arreglada o ese vestido favorito para ir supermercado. Le hará realmente feliz y le estaremos trasladando que hoy es el día más importante. Más información: Catherine L’Ecuyer: “Lo más importante para el desarrollo del niño es el vínculo de apego con su cuidador”.
- Que escuche tus halagos. Como quien no quiere la cosa, deja que oiga un gran halago sobre él mientras hablas con tus amigos o familiares.
- Noche en vela. Quedaos despiertos hasta tarde para ver la luna llena.
- Los cambios de la infancia. Imprimid sus fotos de infancia para ver cómo ha crecido.
- Tu hijo necesita desahogarse. No le digas a tu hijo ‘no tiene importancia’, ‘no pasa nada’…. Tu hijo necesita desahogarse. Más información: ¿Por qué debo agacharme para hablar con mi hijo?
- Un desayuno en toda regla. Cocinad un día del fin de semana algo super especial para el desayuno: huevos revueltos, cupcakes, french toast, sándwiches calientes, torrijas…Más información: El desayuno español: ¡energía para empezar la mañana!
- Interrúmpele en mitad de los deberes. En mitad de los deberes pon la música a tope y ¡a bailar!Más información: 13 canciones de música clásica para que los pequeños aprendan a disfrutarla.
- Un saludo especial. Tened vuestro apretón de manos secreto y único en vuestra familia.
- Mensajes bonitos. Cuelga una pizarra en su habitación para dejarles mensajes bonitos cada día.
- Guerra de almohadas. Empieza una pelea de almohadas.
- Comparte confidencias. Muéstrale tus viejos diarios, fotos o cartas que aún guardas de su edad.
- Ser agradecido es de bien nacido. Ser agradecido es de bien nacido, dice el refrán. Agradécele cuando haga una tarea por su cuenta, ya sea colgar la toalla húmeda sin pedírselo como rellenar la jarra de agua vacía.
