Al igual que la alimentación, el sueño de un niño también es una de las grandes preocupaciones de los padres. Y es que, mientras algunos pequeños se duermen rápidamente y sin esfuerzo, a otros les cuesta quedarse dormidos o volver a conciliar el sueño si es que se despiertan. En el caso de los segundos, lo que podemos hacer para ayudarlos es enseñarles a dormir. ¿Qué significa esto? Se trata de lograr que aprendan a dormirse por ellos mismos y a mantenerse dormidos durante toda la noche. Veamos algunos consejos al respecto.
¿Cuándo empiezan a tener un ciclo estable?
Tal y como indican los especialistas, la mayoría de bebés puede ser capaz de dormir toda la noche entre los 4 y los 6 meses de edad.
Alrededor del cuarto mes de vida, normalmente un bebé ha desarrollado ya un ciclo estable, en el que, si se despierta vuelve a dormirse porque ha ido abandonando las tomas nocturnas de pecho o biberón. Por otro lado, seguramente también será capaz de conseguir dormir muchas horas de seguido.
No obstante, es importante recordar que no todos los bebés son iguales y que puede ser que algunos no estés listos aún para estabilizar su ciclo hasta ser algo más mayores. Recuerda que si crees que ya es lo suficientemente mayor y tienes alguna duda acerca del tema, puedes consultarlo con el médico.
Consejos para enseñarlo a dormir

Estas son algunas técnicas para enseñar al bebé a dormir:
Sincronizar el ritmo de sueño con el ciclo noche-día
Debemos ayudar al bebé a ir distinguiendo el día de la noche. Por eso, durante el día habrá luz, y actividades animadas, pero el horario nocturno lo asociaremos a momentos de reposo, con luz débil y sin elevar mucho el tono.
Establecer un hábito antes de ir a la cama
Más o menos a las 6 semanas de vida puedes ir creando una rutina nocturna de sueño, aunque no hay que preocuparse si el niño es más mayor, nunca es tarde para ello. Algunas cosas que puedes hacer es darle un baño, darle de comer, cantarle una nana o leerle un cuento.
Reducir la actividad física por la noche
A pesar de que algunas personas crean lo contrario, lo mejor es disminuir la actividad después de cenar para que el niño no se acueste nervioso, es más conveniente que haya una transición.
Acostarlo a la misma hora
Los expertos recomiendan llevarlo a la cama en torno a las 7 y 9 de la noche, de tal modo que no esté muy fatigado en exceso y le cueste dormirse.
Tener una rutina horaria también durante el día
Al igual que por la noche, intenta que se despierte a la misma hora y que duerma la siesta también siguiendo un horario. Tener rutinas predecibles ayudan a que el niño se sienta más relajado y seguro y, por tanto, que se pueda dormir más fácilmente.
Comprobar que el bebé no tiene un problema médico
Puede ser que si tarda en dormirse o le cuesta conciliar el sueño de forma persistente sea porque tiene alguna condición médica que le esté pudiendo afectar. Una de ellas puede ser la apnea del sueño, por lo que ante cualquier sospecha lo mejor es hacer una consulta al médico.