La vuelta al cole en contextos difíciles: divorcio, cambios de colegio y de etapa explicados por una psicopedagoga

Hablamos con Cristina Sánchez Navarro, psicoterapeuta familiar y de pareja, licenciada en Psicopedagogía y maestra de Primaria sobre cómo abordar la vuelta al cole en situaciones personales y familiares difíciles.
Familia preparando mochilas escolares antes del inicio del curso.
Padres e hijo organizan juntos las mochilas en los días previos a la vuelta al cole. Midjourney-RG

La vuelta al cole se suele vivir como un hito emocionante en las familias con niños y niñas pequeños. No porque los padres puedan respirar volviendo a la rutina, que en ocasiones también, sino porque supone una oportunidad preciosa para que los peques den un paso adelante en cuestiones como su autonomía y su gestión emocional. Sin embargo, es también un momento, precisamente por su trascendencia, que puede desencadenar estrés y ansiedad. Sobre todo en hogares donde el contexto es complicado debido a una separación o un cambio de residencia. O bien en peques que afrontan un cambio importante esta vuelta al cole: ya no solo un cambio de centro, sino, por ejemplo, un cambio de ciclo educativo.

En estas líneas ponemos el foco precisamente en estos casos con condicionantes que complican especialmente la vuelta al cole. Lo hacemos de la mano de Cristina Sánchez Navarro, vicepresidenta de la Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar (FEATF). Cristina es psicoterapeuta familiar y de pareja por FEATF y FEAP; colaboradora docente del Instituto SAFMAN (escuela acreditada para la formación de Psicoterapeutas), licenciada en Psicopedagogía por la Universidad Complutense de Madrid y maestra de Educación Primaria por ESCUNI (UCM). Sus 26 años de experiencia en la docencia, la orientación escolar y el asesoramiento a niños y familias desde la escuela y el ámbito privado la convierten en una voz autorizada para abordar en profundidad todo lo que tiene que ver con la vuelta al colegio de niños y niñas en contextos complejos.

Niños saludándose y sonriendo en la entrada del colegio.
El reencuentro con los compañeros es uno de los momentos más esperados de la vuelta al colegio. Midjourney-RG

Pregunta: ¿Cómo puede ayudar la psicoterapia en la vuelta al cole a las familias? En general, sin contextos que necesariamente sean complicados.

Respuesta: La vuelta al colegio es un proceso que se repite cada año y que puede resultar ilusionante en algunos casos, pero ser el desencadenante de episodios de estrés y ansiedad en otros, especialmente cuando implica cambios importantes para la vida de las familias, como el paso de una etapa educativa a otra, la repetición de curso o el cambio de centro escolar. Estas situaciones pueden verse agravadas cuando los menores han experimentado situaciones previas de acoso escolar o si tienen dificultades de socialización, de gestión de sus emociones o incluso de ansiedad por separación de sus figuras de referencia. Todas estas inquietudes y miedos pueden abordarse desde el trabajo psicoterapéutico, para ayudar a las familias a superarlas de manera conjunta, haciendo que el menor se sienta arropado y entendido; de esta forma favorecemos su crecimiento y contribuimos a que su vuelta al colegio el curso siguiente sea más serena y satisfactoria, por lo que un abordaje desde las etapas infantiles resulta de mayor utilidad.

P: ¿Puede marcar la diferencia la psicoterapia en este cambio tan grande para toda la familia que supone la vuelta al cole?

R: A nivel emocional, la vuelta al cole implica retomar la rutina, conectar de nuevo con su realidad (relaciones, amigos, dificultades escolares, exigencia parental…) y asumir y explicar los cambios y vivencias producidos en verano (crecimiento individual, acontecimientos familiares complicados, etc.). Después del descanso y la desconexión que para muchos menores suponen las vacaciones, toca volver a conectarse con todas estas emociones y gestionarlas de nuevo.

La psicoterapia familiar resulta de gran ayuda en este proceso porque proporciona un espacio seguro para que todos los miembros del sistema familiar puedan expresar sus preocupaciones sintiéndose escuchados, aprendan estrategias para afrontar nuevos retos y mejoren sus habilidades comunicativas, acercándose unos a otros, especialmente cuando contamos con adolescentes en el sistema familiar.

En casos en los que la ansiedad o las preocupaciones excesivas y desajustadas permanecen en el tiempo e interfieren en la vida diaria del alumno/a, por ejemplo, a través de somatizaciones en forma de dolores de cabeza o problemas digestivos, la psicoterapia resulta fundamental para ayudar a los sistemas familiares a encontrar el origen del malestar y poder eliminarlo. Diferentes estudios indican que la psicoterapia familiar contribuye a mejorar el desempeño escolar del alumno mejorando sus capacidades emocionales, cognitivas y psicológicas, facilitando su adaptación y desempeño en el contexto escolar.

"Los consejos típicos para la vuelta al colegio suelen centrarse en los menores. la psicoterapia ofrece un enfoque diferente que se focaliza en aspectos emocionales y relacionales"

Los consejos típicos para la vuelta al colegio suelen centrarse en los menores: establecer rutinas de sueño, generar horarios sin sobrecargarlos, etc; aunque muchos de ellos resultan de utilidad, la psicoterapia ofrece un enfoque diferente que se focaliza en aspectos emocionales y relacionales, que afectan al sistema familiar en su conjunto, ya que la vuelta al colegio implica un estrés emocional subyacente a cada uno de los miembros que constituyen la familia, por lo que la forma de afrontamiento de todos estos cambios será diferente en cada caso, dependiendo de las capacidades, aprendizajes y roles individuales; todo ello resulta determinante para afrontar la vuelta al cole de manera satisfactoria.

La psicoterapia ayuda a familias a gestionar esos altibajos emocionales fomentando la comunicación abierta: hablar sinceramente sobre lo que cada miembro siente ante el nuevo curso, creando un ambiente de confianza y respeto en el que todos pueden expresar sus miedos, preocupaciones, deseos y expectativas con la garantía de ser escuchados y no juzgados.

A diferencia de las recomendaciones genéricas, la psicoterapia sistémica considera la situación del menor en su contexto familiar y social más amplio (roles, dinámicas, valores culturales, etc.), lo que nos permite adaptar las estrategias a las necesidades específicas de cada familia, abordando las causas de fondo del malestar y redefiniendo patrones de interacción si es necesario, en lugar de solo aliviar síntomas superficiales, ya que los síntomas manifestados por los menores pueden ser en realidad las preocupaciones o ansiedades de sus progenitores. En resumen, el apoyo psicoterapéutico proporciona una visión integral y personalizada que complementa y enriquece los consejos tradicionales.

Ilustración de un niño con mochila frente a un colegio nuevo.
Empezar en un nuevo colegio puede ser un reto lleno de emociones y expectativas. Midjourney-RG

P: Hay casos concretos que pueden complicar la vuelta al cole. Antes de abordarlos uno a uno, ¿cómo la psicoterapia ayudar a estas familias que afrontan la vuelta a las aulas en situaciones complejas?

En situaciones familiares complejas, el impacto de la vuelta al cole puede ser aún mayor, y aquí la psicoterapia marca una diferencia muy importante ya que, a la gestión emocional compleja que el menor está realizando sobre acontecimientos complicados de su vida (por ejemplo: divorcio de sus progenitores, pérdida de un ser querido, etc.), se le añade el estrés o la ansiedad de tener que afrontar la jornada escolar con éxito. En contextos así, la psicoterapia ofrece contención y herramientas para que padres e hijos manejen estas situaciones tan movilizadoras emocionalmente.

[…] Sobre todo en contextos familiares complejos, la psicoterapia familiar sistémica aporta un valor añadido en la vuelta al cole. No se limita a dar consejos, sino que trabaja junto a la familia para fortalecer los vínculos, la comunicación y la resiliencia ante los cambios. Este apoyo, puede marcar la diferencia entre una transición escolar angustiosa y un nuevo comienzo manejable e incluso enriquecedor para todos los miembros de la familia.

P: Le pregunto por algunas situaciones que pueden ser catalogadas como complejas para el menor y la familia. En primer lugar, un divorcio o separación reciente.

R: En los casos de divorcio, diversas investigaciones nos hablan de que la mayoría de los niños/as logra adaptarse, sin embargo, entorno al 20% puede desarrollar dificultades emocionales o de conducta a largo plazo tras la separación de sus padres, cifra que se incrementa notablemente cuando los divorcios son difíciles y los procesos judiciales se alargan en el tiempo. En estos casos el trabajo psicoterapéutico puede marcar la diferencia, ayudando a los progenitores a enfocar el proceso de divorcio desde la comprensión de las necesidades reales de los menores y su bienestar, y la construcción de un equipo de padres sólido aun cuando ya no existe la pareja, siempre que no haya un impedimento mayor como sucede en las situaciones de maltrato o abuso. El psicoterapeuta sistémico acompaña a cada miembro del sistema familiar durante este doloroso proceso, ayudándolos a explorar las necesidades emocionales individuales y a comunicarlas de manera cuidadosa y constructiva para todos.

P: ¿Y en el caso de algún suceso traumático reciente como un despido familiar que afecte a la convivencia en casa, un cambio de residencia o una enfermedad recién diagnosticada, por ejemplo?

La psicoterapia familiar sistémica ofrece un espacio para reestablecer la estabilidad a la hora de afrontar nuevas situaciones que resultan dolorosas o complicadas, como un despido, un cambio de domicilio o la aparición de la enfermedad en alguno de los miembros de la familia. Este espacio facilita que ninguno de los miembros de la familia, especialmente los menores, queden atrapados en la tensión del entorno, reduciendo el estrés, canalizando las emociones (y por lo tanto las reacciones) y mejorando la capacidad de adaptación de todos los involucrados.

Se busca establecer formas de comunicación más funcionales dentro de la familia, trabajar sobre las “lealtades invisibles” (vínculos no conscientes de lealtad que condicionan la conducta actual) y tiene en cuenta la figura del “paciente identificado” (el miembro que manifiesta el síntoma y concentra la preocupación familiar). Al abordar estos factores profundos, se pueden lograr cambios duraderos en la dinámica familiar. En resumen, el trabajo terapéutico proporciona una visión integral y personalizada que complementa y enriquece los consejos tradicionales.

Cristina Sánchez Navarro, vicepresidenta de la Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar (FEATF). Cristina es psicoterapeuta familiar y de pareja por FEATF y FEAP
Cristina Sánchez Navarro, vicepresidenta de la Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar (FEATF). Cristina es psicoterapeuta familiar y de pareja por FEATF y FEAP

P: ¿Puede aportar algún consejo (o consejos) concretos para cada caso que le planteo?

R: En el caso del cambio de ciudad o de colegio, mudarse implica dejar atrás el colegio y los amigos conocidos, provocando inseguridad y estrés en los menores. Un alumno recién llegado puede sentir que todos los demás ya tienen su grupo de amigos y ritmos establecidos, conocen la metodología y tienen asentados los contenidos mínimos. Estas brechas sociales y académicas pueden generarle ansiedad o incluso apatía. Es importante acompañar a los niños/as en su proceso de duelo ya que viven el cambio como una pérdida que ellos no han elegido. Resulta desfavorable hacerles pensar que no tiene importancia o que la emoción de pérdida experimentada por haber dejado a sus amigos no es importante. Necesitan tener un espacio para expresar y ser escuchados, recogiendo y valorando sus emociones.

Si hablamos de divorcio o separación, la separación de los padres conlleva numerosos ajustes emocionales y prácticos para los hijos y para toda la familia. En este proceso, resulta muy importante que los menores sientan que ambos progenitores siguen presentes en su vida, y se eviten los conflictos en su presencia, ya que está comprobado que estos dificultan la adaptación de los niños a la nueva realidad. La psicoterapia familiar sistémica ofrece un espacio neutral donde el menor puede expresar sus miedos y lealtades divididas, y donde los progenitores pueden aprender a cooperar en la crianza pese a sus diferencias. Los psicoterapeutas familiares ayudan a la nueva unidad familiar a redefinir sus roles y rutinas tras el divorcio, fomentando una comunicación respetuosa entre los excónyuges por el bien de los hijos, entendiendo que, aunque ya no sean pareja, han de ser “equipo de padres” el resto de su vida. Fomentar la seguridad en los menores, de que sus padres, pese a la separación, seguirán cuidando de ellos y atendiendo sus necesidades de manera conjunta, les proporciona seguridad, estabilidad y reduce sus miedos y ansiedad.

Y en el caso de cambios importantes como puede ser la transición del colegio al instituto, este paso supone un cambio drástico en la vida académica y social del menor. (El paso de Primaria a Secundaria) Se considera una de las etapas más estresantes en la escolaridad, capaz de impactar negativamente el bienestar psicológico y el rendimiento académico del menor si no se maneja correctamente. Coincidente con la preadolescencia, se convierte en una fase en la que las emociones se intensifican y la búsqueda de identidad e independencia aumenta, y con ella el cuestionamiento de las normas familiares y su respeto. Paralelamente, los progenitores han de asumir este crecimiento y las nuevas necesidades de sus hijos/as, aspecto que a menudo resulta complicado de gestionar y donde la psicoterapia puede resultar de ayuda entrenando estrategias de autorregulación emocional con los adolescentes, anticipando los cambios, poniendo en valor la importancia de que sucedan y guiando a los progenitores en la supervisión de sus hijos, de forma que puedan ganar autonomía, sintiéndose apoyados y capaces de afrontar los cambios y también las responsabilidades que vienen implícitas con los mismos, incrementando las estrategias de comunicación de la familia.

"El paso de Primaria a Secundaria se considera una de las etapas más estresantes en la escolaridad, capaz de impactar negativamente el bienestar psicológico y el rendimiento académico del menor si no se maneja correctamente"

P: ¿Y en cambios a priori menos traumáticos pero también con un impacto potencial como el paso de la escuela infantil a primaria o un cambio de grupo de confianza en el aula?

Si el paso es de la escuela infantil al colegio, se trata de un cambio muy importante para las familias. Comienza la escolaridad reglada y la asunción de rutinas y objetivos a conseguir al final de cada curso. Las familias sienten que han de responder a los retos marcados por el colegio, lo que genera inseguridad y emociones encontradas, ya que sus hijos/as “se han hecho mayores”. Aquellos alumnos que han estado muy protegidos por el entorno familiar, que son poco autónomos o que muestran un apego inseguro, pueden experimentar niveles altos de ansiedad ante la separación de sus progenitores durante la jornada escolar. Esta emoción se ve reforzada en ocasiones por la familia, ya que los progenitores la comparten, dificultando la correcta integración de los menores en el colegio. Es muy importante ayudarles a verbalizar los miedos iniciales y a afrontarlos, cuidando que los tiempos de adaptación al centro puedan ser progresivos, que la familia visite las instalaciones previamente y que conozca a los educadores que van a acompañar a sus hijos/as en esta nueva etapa.

Si aún así los menores presentan un malestar intenso que persiste en el tiempo (llantos frecuentes, dolores somáticos, negativa a asistir cada mañana, etc.), la intervención de un psicoterapeuta familiar puede ser muy valiosa. A través de juegos y trabajo con los progenitores, se ayudará al menor a ganar confianza y a los padres a manejar su propia ansiedad, logrando que la entrada al colegio se vuelva una experiencia positiva.

En los cambio de grupos de confianza, una nueva clase sin sus amigos, cuando un alumno se ve en un grupo nuevo sin sus amistades cercanas, es común que afloren sentimientos de soledad, incertidumbre e incluso miedo al rechazo. Dejar de ver a sus amigos de confianza –sea porque cambiaron de clase, de colegio o se mudaron– puede resultar muy estresante. En el comienzo pueden sentirse aislados, que no encajan, que no saben cómo acercarse a los demás ni si les van a gustar o “caer bien”. La psicoterapia puede brindarle un espacio para elaborar esas emociones (tristeza, enfado, inseguridad…), a la vez que le ofrece herramientas para socializar: desde técnicas para iniciar conversaciones o manejar la timidez, hasta un trabajo de autoconocimiento y fortalecimiento de la autoestima. Involucrar a la familia también es útil, dado que los progenitores pueden fomentar actividades extracurriculares o encuentros que ayuden al niño/a a formar nuevos lazos. Con apoyo emocional, la mayoría de los niños/as logra adaptarse e integrarse pronto en su nuevo grupo.

P: Otro caso es el de la incorporación tardía del alumno, por salud u otro motivo. ¿Cómo recomienda abordar la vuelta al cole en este caso?

R: Cuando un estudiante debe reintegrarse al colegio fuera del calendario normativo, por ejemplo, tras una larga enfermedad, un viaje prolongado o porque obtuvo plaza en el centro ya iniciado el curso, enfrenta un desafío particular. No solo llega a un grupo ya formado, sino que puede sentir presión por ponerse al día académicamente y dudas sobre cómo explicarle a los demás su ausencia o el lugar del que viene y los motivos.

Estudios sobre estas situaciones identifican tres áreas principales de preocupación para el alumno que retorna: las sociales (cómo encajar de nuevo y qué decir sobre su ausencia), las académicas (cuánto contenido se ha perdido) y las emocionales (ansiedad, inseguridad ante la vuelta). Tanto en el aspecto social como emocional, la psicoterapia ofrece un espacio donde el niño puede expresar sus temores (por ejemplo, a ser tratado de forma diferente o no sentirse aceptado) y aprender técnicas para manejar el estrés de volver al aula, evitando que el alumno se sienta desbordado y facilitando su plena integración.

Grupo de niños pequeños con mochilas de colores entrando al colegio al inicio de curso.
La vuelta al cole puede suponer momentos de estrés y ansiedad familiar. Midjourney-RG

Información complementaria en Ser Padres sobre la vuelta al cole

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