Así manipulan las redes sociales a los adolescentes, según un documental de Netflix

Netflix estrena uno de los documentales que merece la pena ver: El dilema de las redes sociales. Analizamos de qué manera nos cuentan los expertos que nos vuelven adictos las redes sociales y cómo podemos retomar el control sobre nuestra propia vida.
Así manipulan las redes sociales a los adolescentes

Jueves por la tarde, acabas de llegar a casa. Se ilumina tu teléfono móvil. Tienes tres notificaciones nuevas. Cinco mensajes de un amigo en WhatsApp. Te han etiquetado en una foto de Instagram. Diez personas han dado al corazón de tu tuit. Entras en la app de mensajería instantánea. El grupo de la familia no para de mandar difundidos que no te interesan. Silencias. El de tu clase comenta el examen de mates. Contestas un par de conversaciones privadas pendientes. Consultas Instagram. La publicación ya lleva doce comentarios. Alguien ha subido una foto. Qué sitio más bonito. Directo del youtuber que más ves últimamente. Accedes a Twitter. Las personas a las que sigues también siguen esta cuenta de vídeos virales. Ves uno detrás de otro. Cuando consigues salir de ahí y dejas el móvil en la mesilla, ya es de noche.

Casi sin darnos cuenta, las redes sociales nos roban una charla con nuestra familia después de clase, un paseo por la ciudad, horas de productividad y de aprendizaje frente a los libros o también el propio sueño cuando son las culpables de que nos acostemos más tarde, en definitiva, nos privan de la voluntad de elegir qué hacer y qué no hacer con nuestro bien más preciado: el tiempo.

Este impacto tan negativo de las redes sociales es lo que analiza Netflix en su nuevo documental: 'El dilema de las redes sociales'. El film nos muestra las supuestas estrategias diseñadas por sus creadores para manipular nuestras emociones y nuestros comportamientos con el objetivo de conseguir que los usuarios estemos conectados el mayor tiempo posible.

En "El dilema de las redes sociales" los gigantes de Silicon Valley reconocen que aparentes banalidades como una recomendación automática, las notificaciones o las publicaciones sugeridas son un cebo que lanzan miles de millones de veces al día las redes sociales para atraparnos y volvernos adictos.

Con esta afirmación, "si no pagas por el producto, el producto eres tú", la pieza audiovisual muestra la otra cara de la moneda de las redes sociales. Y, ante la pregunta de ¿qué es lo que ganan ellos con nuestro tiempo?, el documental también tiene una respuesta: información sobre nuestros gustos e intereses muy apreciada por las empresas u organizaciones que nos quieren vender sus productos o ideas.

Los entrevistados detallan que las empresas pagan millones de dólares por anunciarse en sus redes sociales, y para que les salga rentable, necesitan que los usuarios permanezcan mucho tiempo conectados a sus perfiles para que les ataquen el mayor número de anuncios posible.

Quizá creemos que somos nosotros quienes elegimos el tiempo de exposición frente a las pantallas, porque consumimos entretenimiento y nos lo pasamos bien, pero lo cierto es que tiene muchos inconvenientes que no somos capaces de ver y que nos están haciendo renunciar a otras actividades mucho más fructíferas y desde luego también, más saludables. El documental nos abre los ojos a una realidad en la que los usuarios somos simples marionetas de aquellos que se lucran a nuestra costa.

Manipulación y falsas recompensas

En "El dilema de la redes sociales" también se describen las herramientas que teóricamente se crean para distraernos mientras los anunciantes ganan dinero. Por ejemplo, el desplazamiento automático de vídeos. Una estrategia presente, entre otros, en el explora de Instagram que nos regala una experiencia sin final: reproducción automática de vídeos que la aplicación determina que nos gustan, lo que consigue mantenernos más tiempo conectados.

Sin embargo, la gallina de oro de las aplicaciones son las notificaciones. Su valor, tal y como afirma el documental, radica en conseguir atraer dentro de la aplicación a los que están fuera y mantener dentro a los que ya están conectados.

Tristan Harris, exingeniero de Google y una de las voces principales del filme menciona que la relación entre los 'me gusta' y los comentarios no es más que una estrategia de manipulación para hacernos dependientes de las validaciones a las que se refiere como chupetes digitales. "Las redes captan a toda una generación de individuos que, cuando se sienten incómodos, solos o asustados, recurren a chupetes digitales para calmarse" añade Harris.

Ya no solo hablamos de robar nuestro tiempo sino también de manipular nuestras emociones. Los entrevistados hacen hincapié en los métodos para persuadir a los usuarios con intervención directa de la dopamina, la hormona del placer, la alegría y el bienestar.

Menos felices y más dependientes

Sin embargo, por mucho que jueguen con las hormonas de la felicidad, las redes sociales no nos hacen más felices. Asegura el psicólogo Jonathan Haidt que las redes están directamente relacionadas con el aumento de casos de depresión y ansiedad, especialmente entre niños y adolescentes. Y es que ya os contábamos aquí los peligros que TikTok (por ejemplo) puede tener sobre el desarrollo de nuestra infancia.

De esta manera, el documental relaciona esto con el suicidio de los niños y niñas. En Estados Unidos, el suicidio se ha convertido en la segunda causa de muerte entre los niños en edad escolar y los jóvenes (de 12 a 18 años), por detrás de los accidentes. "El dilema de las redes" considera que este escenario no es producto de un mal uso de las redes sociales, sino que responsabiliza a la insensata forma en la que las redes tratan a sus usuarios.

Además desvela que las redes nos mantienen en estado de alerta, lo que eleva nuestros niveles de cortisol, también porque incitan a las Fake News: "La verdad es aburrida", una de las frases más llamativas del documental. A las redes sociales les gustan las noticias falsas: "Creamos un sistema que privilegia la información falsa porque la información falsa rinde más dinero a las empresas que la verdad", dice uno de los entrevistados.

Las noticias falsas se propagan 6 veces más rápido que las verdaderas, según datos de la pieza.

Consejos para luchar contra la manipulación de las redes sociales

Los expertos del filme lo tienen claro si hablamos de protegernos en las redes sociales, lo primero que tenemos que hacer es desactivar las notificaciones. De esta manera accederemos a la red social cuando nosotros queremos y no al contrario. Además de esta recomendación, también sugieren las siguientes:

  • No caer en las recomendaciones de los vídeos. Elegir nosotros qué ver y escribir manualmente en el buscador. El documental nos enseña que las referencias benefician a los anunciantes y no a nuestra información y entretenimiento.
  • Una opción alternativa que plantean los ingenieros es seguir a personas o empresas que no piensen como nosotros. Esto descolocará a los anunciantes y ampliará nuestro conocimiento y nuestra conciencia crítica.
  • Desconectar del teléfono móvil antes de ir a la cama. Tenemos que acostumbrarnos a dejar cualquier aparato electrónico en la mesilla en modo avión para que no nos distraiga y apostar por otros planes alternativos como una conversación o una peli en familia, leer un libro o escribir sobre algo que queramos resaltar del día.
  • Sin duda, lo mejor que podemos hacer es aprender a valorar nuestro tiempo, nuestros clics. Ser consciente de qué es lo realmente importante para nosotros y no dejar que ningún sistema de software nos impida disfrutarlo y dedicarle el tiempo que merece, que merecemos.

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