Javier Quintero: "Revisar y tener acceso al móvil de tus hijos les ayuda a autoregularse"

 El reconocido psiquiatra infantil Javier Quintero proporciona esta y otras pautas de prevención para disminuir el riesgo de depresión infantil que, según un reciente estudio, está relacionado con el tiempo que los menores pasan en redes sociales.
FOMO - Qustodio

Los resultados de un estudio internacional publicado recientemente son contundentes y sugieren una asociación lineal entre el tiempo que se pasa en redes sociales y un mayor riesgo de sufrir depresión: “Por cada hora adicional en redes sociales, aumenta un 13% el riesgo de sufrir depresión”, según este informe.

El trabajo realizado en colaboración entre el departamento de psicología de la Universidad de Nueva York y el departamento de psicología de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Xianghan (China) se basa en una rigurosa investigación en la que se han analizado datos de 55.340 participantes.

Antes estos datos y en pleno debate sobre la necesidad de regular el uso de móviles entre los menores, le hemos preguntado su opinión respecto a este estudio al doctor Javier Quintero, jefe de psiquiatría del Hospital Infanta Leonor y director de las clínicas Psikids.

“Son inquietantes los resultados presentados por estudios recientes que están relacionado el uso de las redes sociales con los síntomas de depresión entre los jóvenes, lo que no somos capaces es de analizar cuál es el sentido de la relación”, sostiene el reconocido psiquiatra.

Es decir, apunta Quintero, "si adolescentes con afectación anímica usan más las redes sociales, o la afectación anímica aparece como consecuencia de un abuso de las redes sociales".

Niños mirando sus móviles

Lo que sí han observado desde su experiencia en las clínicas Psikids, es un aumento en los casos de jóvenes que presentan síntomas de ansiedad y depresión y que tienen como factor común, un uso abusivo de pantallas: “Si bien, insisto, en que no podemos determinar causalidad, sí que es importante que tengamos en cuenta el impacto que sobre la salud mental de niños y adolescentes tienen las redes sociales”, puntualiza el experto.

En el mismo sentido, los investigadores que han publicado el estudio señalan que otras variables, como la motivación, las diferentes plataformas y la exposición al uso de las redes sociales influyen en esta asociación, por lo que advierten que es necesario interpretar los hallazgos de la investigación con cautela.

Pautas de prevención

Si bien, los mismos científicos señalan que los esfuerzos de prevención dirigidos a una mejor comprensión de los efectos del tiempo gastado en redes sociales , particularmente para los niños y adolescentes, pueden ser un componente clave para disminuir el riesgo de depresión a medida que las redes sociales continúan ganando popularidad global.

El doctor Javier Quintero que, precisamente imparte el webinar ¿Se puede prevenir la depresión? el próximo 25 de enero, señala varias pautas de prevención dirigidas a padres y madres con el objetivo de disminuir el riesgo de depresión infantil relacionado con el consumo de contenidos de redes sociales.

“Es muy importante que los padres estén informados y sepan lo que sus hijos hacen con las pantallas, el cómo conseguirlo lo podríamos resumir en 7 ideas clave”, indica Quintero:

1. Empezamos por reflexionar sobre el momento en el que se le debe dar un teléfono inteligente a un menor, sabiendo que es lo que le estamos dando en realidad, y no basándonos en la excusa de  que todos sus amigos lo tienen. Esa no debería ser la razón.

2. Nuestro objetivos es ayudarles a hacer un uso racional de dispositivos, y como eso , al principio es complicado, lo más práctico es establecer límites de uso, tanto en tiempo, como en lo que ven y hacen con la pantalla.

3. Las pantallas pueden ser elementos complementarios, pero no alternativas a las actividades “reales”, como la práctica de deportes o pasar tiempo con los amigos (sin tecnología, ¡claro!). No debe dejar de hacer algo, por quedarse jugando a videojuegos, o viendo redes sociales.

4. Tener una constante comunicación, mostrando interés sobre lo que hacen, con quien contactan, que dudas les surgen. Aprendamos con ellos, sin juzgar. En definitiva, saber lo que tus hijos hacen en y con las redes e internet. Hablar del contenido que se encuentran, que tengan claro que las redes no muestran la realidad, sino una realidad, “que no todo el mundo amanece en una playa paradisiaca, desayunando tostadas de aguacate”.

5. En determinadas edades, tener acceso a sus terminales y perfiles, les va a ayudar a regularse, mas allá de que los padres podáis entrar o no, y observar lo que hacen, el mero hecho de lo que lo podáis hacer, les ayuda a autorregularse en lo que hacen y ven.

6. Siempre ayuda predicar con el ejemplo, de manera que si queremos que nuestros hijos hagan un uso racional de las pantallas, empecemos nosotros haciendo un uso racional de las mismas.

7. Observarles, y si algo cambia, ya sea su conducta, rendimiento en el colegio, su aspecto o estado de ánimo, preguntarnos qué está pasando y si es necesario, pedir ayuda.

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