El padre de mi hijo trabaja fuera, ¿cómo afecta al niño?

A pesar de la distancia física, un padre puede estar “cerca” a su peque si se tienen en cuenta algunos aspectos. ¿Quieres saber cuáles son? Te lo contamos a continuación.
padre

Es comprensible que una situación como la que se expone pueda despertar cierta preocupación. La vida nos presenta desafíos que pueden afectar nuestras relaciones y dinámicas familiares. En ocasiones, la distancia física entre parejas debido a compromisos laborales puede generar inquietudes, especialmente cuando un hijo está involucrado. Temores sobre la posibilidad de que el bebé pueda percibir al padre como un extraño surgen naturalmente. A través de esta situación, es comprensible que una madre busque comprender y abordar las implicaciones emocionales que la separación pueda tener en el bienestar y desarrollo de su hijo.

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Lo cierto es que es fundamental considerar cómo mantener conexiones significativas y afectivas entre el padre y su hijo, así como formas de brindar apoyo emocional para que el niño pueda experimentar un desarrollo saludable y feliz a pesar de la distancia.

En primer lugar diremos que las necesidades de apego y seguridad básica del bebé quedan suficientemente cubiertas con la presencia de un cuidador, en el ejemplo sería la madre. Es cierto que la presencia de la madre desempeña un papel fundamental en el desarrollo del apego y la seguridad básica del bebé, especialmente durante los primeros meses y años de vida. La teoría del apego ha revelado que la relación entre el bebé y su cuidador principal, generalmente la madre, es crucial para satisfacer las necesidades emocionales y físicas del niño. Esta relación cercana y segura con la madre proporciona al bebé una base sólida para su desarrollo emocional y social.

El apego se desarrolla cuando el bebé establece un vínculo emocional con su cuidador principal, quien responde de manera sensible y adecuada a sus necesidades. Los bebés buscan proximidad y consuelo en sus cuidadores cuando se sienten inseguros o angustiados. La presencia constante de la madre y su capacidad para satisfacer las necesidades básicas del bebé, como alimentación, protección y afecto, contribuyen significativamente a que el bebé se sienta seguro y confiado en su entorno.

Así pues, el sentimiento de seguridad básica, base de un desarrollo equilibrado de la personalidad, se crea y fortalece cuando por lo menos una figura de apego satisface las necesidades básicas del bebé, que incluyen tanto las necesidades físicas como las afectivas.

Comportamientos que favorecen el apego

apego seguro

Es cierto que la presencia del otro progenitor, y también de otros familiares y allegados, enriquece el mundo de apegos del bebé. Pero en todo caso es suficiente con la presencia de una figura básica de apego para que las necesidades afectivas básicas queden cubiertas.

Siempre, claro está, que esa persona mantenga en su relación con el bebé una serie de comportamientos que son la garantía de un apego sólido, y que son los siguientes:

  • Sensibilidad y pronta respuesta las necesidades y deseos del bebé.
  • Sensibilidad a sus sentimientos y estados de ánimo (sintonía afectiva).
  • Trato cálido y afectuoso.
  • Contacto corporal.
  • Respuesta a las demandas sociales del bebé (sonidos, gestos, sonrisas).
  • Respuesta apropiada a las señales del bebé, ni escasa ni exagerada, ni tampoco inconsistente (demasiado variable).

El padre puede estar cercano pese a la distancia

  - francescoridolfi.com

En cuanto al temor de que el bebé acabe por ver a su padre como un extraño, es posible evitarlo. Hay que procurar que el padre, aunque ausente, se convierta en una figura muy significativa para el niño.

Para ello hay que hacer que tenga muestras frecuentes de que le quiere y le recuerda:

  • El teléfono es un estupendo recurso para hacer llamadas y videollamadas.
  • La madre debe hablarle al niño con frecuencia de su padre y nombrarle a diario, recordándole lo mucho que le quiere.
  • Es importante que tenga a su disposición fotos del padre, grabaciones de su voz o vídeos dirigiéndose a él y objetos que le ayuden a tenerlo presente.

Además, si el niño es un poco más grande y puede expresarse verbalmente, es importante brindarle un ambiente emocionalmente estable y seguro. Hablar con el niño sobre sus sentimientos y emociones lo puede ayudar a que se sienta comprendido y apoyado.

Por otro lado, siempre que se pueda, es beneficioso programar visitas regulares para que el niño pueda pasar tiempo con el padre en persona. Además, cuando el padre regrese a casa, es esencial que participe activamente en la vida del niño, lo que ayudará a fortalecer el vínculo y el desarrollo del niño.

Como hemos visto, existen muchas maneras de mitigar los efectos negativos que puedan surgir por la separación física entre padres e hijos. Cuidando todo lo que hemos expuesto, el niño crecerá con el sentimiento de tener una figura paterna sana y, pese a todo, cercana.

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