Empezar el curso es un desafío para muchos estudiantes, cambios de centros, de etapa o cambios de curso, son suficientes motivos para que estén inseguros e intranquilos.
El orden y la planificación pueden ser de gran ayuda para afrontar el regreso a las aulas, para que la adaptación sea exitosa tras las largas vacaciones de verano. Ser ordenados va mucho más allá de la disposición física de los objetos, es más una disciplina mental que permite a la persona encontrar estabilidad, sentirse seguro y tranquilo, facilita la concentración y la creatividad.
La planificación y el orden permite que los estudiantes, de cualquier edad, se organicen, marquen sus metas y administren sus tiempos de forma eficiente, les permite desarrollar su creatividad sin tener la sensación de estar abrumados por las obligaciones, los plazos y las entregas.
Trabajar el orden y la planificación, enseñar a nuestros hijos los beneficios de estas prácticas no solo les va a reportar beneficios a corto plazo, además van a ser de gran utilidad en su desarrollo profesional y personal cuando lleguen a adultos.
Cinco beneficios del orden y la planificación en la vuelta al cole
- Mejora la concentración, fomenta la autodisciplina, mejora la memoria y la capacidad de retener ideas y conceptos. Al saber dónde está todo lo que necesitan no pierden el tiempo buscando, pueden planificar sin distracciones y establecer metas siguiendo su propio plan.
- Reduce el estrés. El orden elimina el ruido visual y la planificación evita la sensación de agobio que surge cuando se acumulan las obligaciones y las responsabilidades. Tener un plan y saber qué hacer a continuación, reduce la ansiedad y la incertidumbre.
- Mejora la autonomía, la responsabilidad, las habilidades de autorregulación y la gestión del tiempo. Aprender a organizar las actividades escolares da sensación de independencia, de autogestión, de asignar el tiempo que considera adecuado a cada tarea y de disponer incluso de tiempo de ocio.
- Fomenta la eficiencia, la productividad y la calidad del trabajo. Se aprovecha más y mejor el tiempo cuando se distribuye según las necesidades, cuando se prioriza entre las tareas más importantes o las que nos van a suponer un mayor esfuerzo y dedicación. El tiempo asignado consigue mejorar la calidad de los proyectos y se traduce en más posibilidad de éxito, lo que consigue aumentar la autoestima de nuestra hija o hijo y darle una mayor seguridad en sí misma.
- Desarrolla el pensamiento crítico, reduce la improvisación y sirve de entrenamiento y preparación de cara al futuro. Los menores que planifican aprenden a establecer metas y a implementar soluciones creativas a los desafíos que les aparecen, la planificación les permite tratar cada tarea de forma más estructurada y enfocando en cada una de las posibilidades que plantea.
Todo esto, este aprendizaje de habilidades para planificar y organizar en el entorno escolar, es un aprendizaje que les va a acompañar en su vida adulta y les va a servir para enfocar mejor su carrera profesional.
