Con su enfoque educativo revolucionario, el método Montessori ha capturado la atención de padres y educadores en todo el mundo. Desarrollado por la doctora María Montessori a principios del siglo XX, esta corriente se basa en el principio fundamental de respetar y fomentar el desarrollo natural de los niños.
Sin embargo, a pesar de su popularidad, persisten varios mitos sobre el método Montessori que pueden confundir a los padres y que tienden a desprestigiar este tipo de educación. Desmitificamos de la mano de una experta los cinco de los mitos más comunes asociados con el método Montessori:

Mito 1: Los niños Montessori hacen lo que quieren
Este es uno de los malentendidos más extendidos sobre el método Montessori. "Si bien es cierto que los niños tienen libertad para elegir sus actividades dentro del entorno Montessori, esto no significa que puedan hacer lo que quieran sin límites", explica María Jaén, profesora y psicóloga especializada en educación Montessori. La experta explica que el ambiente Montessori está cuidadosamente preparado y estructurado para fomentar la independencia y la autodisciplina en los niños.
"Los educadores Montessori guían y supervisan de cerca las actividades de los niños, brindando orientación y apoyo cuando es necesario", añade. En definitiva, la libertad de elección dentro de un entorno preparado permite a los más pequeños explorar sus intereses y desarrollar habilidades a su propio ritmo.
Mito 2: Montessori sólo funciona para niños superdotados o con necesidades especiales
El método Montessori se basa en el principio de que todos los niños tienen un potencial innato para aprender y desarrollarse. Por lo tanto, es adecuado para niños de todos los niveles de habilidad y capacidad.
"El enfoque individualizado y centrado en el niño del método Montessori permite a cada niño progresar a su propio ritmo y según sus propias necesidades", confiesa Jaén. Además, el ambiente Montessori fomenta la colaboración y el respeto mutuo entre los niños de diferentes niveles de habilidad, lo que crea un ambiente enriquecedor para todos.
Mito 3: Montessori es ideal para preescolares
Si bien es cierto que el método Montessori se ha asociado tradicionalmente con los programas preescolares, también se ha implementado con éxito en escuelas primarias, secundarias e incluso en programas para jóvenes adultos.
"El enfoque Montessori se adapta fácilmente a diferentes edades y etapas de desarrollo, lo que lo convierte en una opción educativa versátil y duradera. Además, muchos padres han optado por aplicar los principios Montessori en el hogar, creando un ambiente de aprendizaje enriquecido para sus hijos de todas las edades", concluye.
Mito 4: Montessori es demasiado indulgente y no prepara a los niños para el mundo real
Contrariamente a esta creencia, el método Montessori proporciona a los niños una base sólida en habilidades prácticas, sociales y académicas que los prepara para tener éxito en la vida cotidiana y en el mundo real.
A través de actividades prácticas y sensoriales, los niños desarrollan habilidades de resolución de problemas, pensamiento crítico y autonomía. Además, el ambiente Montessori fomenta la responsabilidad personal y el respeto por los demás, habilidades fundamentales para la vida en sociedad.
Mito 5: Montessori sólo es para familias adineradas
Si bien algunas escuelas Montessori privadas pueden tener tarifas elevadas, existen muchas opciones accesibles y asequibles para las familias que desean seguir el enfoque Montessori.
Además, el método Montessori se puede aplicar en el hogar con recursos mínimos, ya que se centra en aprovechar el entorno y los materiales disponibles para fomentar el aprendizaje y el desarrollo del niño. "Muchas comunidades también ofrecen programas Montessori públicos o subvencionados, lo que brinda acceso a este enfoque educativo a un público más amplio", concluye.
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