Hablamos mucho de todo lo que conllevan las altas capacidades intelectuales: qué es y qué implica la asincronía en el desarrollo, la hipersensibilidad en las altas capacidades, el sentido de la justicia tan marcado que tienen los peques con esta neurodivergencia, y muchos otros detalles y características compatibles con las altas capacidades intelectuales. Pero olvidamos a veces pararnos en lo más elemental y esencial del asunto: cómo explicarle a un niño que tiene altas capacidades intelectuales.
Esta es una de las primeras dudas a las que se enfrentan las familias que reciben la noticia de que tienen un peque con altas capacidades. A la incertidumbre y las ganas por saber se une la duda: ¿es bueno decírselo? Y si lo hacemos, ¿cómo lo hacemos? No te respondemos nosotros, sino expertos en la materia.
El centro especializado en formación para alumnado con altas capacidades Talentum y la divulgadora en esta neurodivergencia Silvia Fernández Lozano —la misma especialista que hace poco compartió cuáles son las frases hirientes que las familias de hijos con altas capacidades no deberían escuchar—, comparten su visión y sus consejos acerca de cómo explicar a un peque que tiene altas capacidades.
Ambas fuentes, y en esto hay consenso en el sector, recomiendan decirle a un niño que las tiene. Eso de entrada. Otra cosa es el cómo. “Siendo imprescindible adaptar la información a la edad del niño o niña, conviene ser sinceros y crear un clima de confianza y aceptación”, apuntan desde Talentum al respecto. “Siempre tiene que ir acompañado de una explicación, pero no solo el día que se lo dices, también después”, afirma Fernández Lozano, que convive con las altas capacidades de sus hijas y las suyas propias.

Aclarado esto, el equipo de Talentum recomienda en primer lugar que os informéis de lo que significa que vuestro hijo o hija tiene altas capacidades antes de decírselo. “Infórmate sobre lo que significa su diagnóstico y qué implica tener un determinado perfil (sobredotación, talento complejo y/o simple)”, explican. “Es preciso que la persona que vaya a decírselo conozca primero en qué consiste, para posteriormente poder transmitírselo de una forma adecuada”, añade.
El modus operandi que aconseja seguir Silvia Fernández Lozano para contarle a un niño o niña que tiene altas capacidades no es distinto del que aconseja seguir el equipo de Talentum, que aboga por explicar a los peques qué implica tener altas capacidades. “Ponerles nombre a determinadas habilidades es lo primero, ahora es importante explicar cómo esas capacidades son un potencial y que solo se desarrollarán si disfrutamos trabajando con ellas y nos esforzamos para enriquecerlas”, afirman. “El diagnóstico pone nombre, ordena, da sentido y significado a ese caos que a veces puede resultar la diferencia”, agregan.
Para Silvia Fernández Lozano, el nivel de información que tú tengas también es uno de los factores que influyen en cómo decirle a un niño o niña que tiene altas capacidades. “Lo que sientas sobre ello es lo que le vas a transmitir, más que lo vayas a decir”, apunta la divulgadora, que recomienda “adaptar la explicación a cómo es él/ella” y a su edad, y utilizar ejemplos concretos. “Son fundamentales para comprender”, dice.

En este sentido, Silvia Fernández Lozano explica cómo se le diría a su hija de 6 años que tiene altas capacidades. “Voy a explicarte lo que es alta capacidad a partir de mis cuatro pilares fundamentales que son los que creo que más nos identifican a todos”. Estos pilares son los siguientes, diferenciados por guiones:
- Intensidad: “Todo lo bueno es buenísimo, te pones supercontenta, pero con lo malo que pasa, de la misma forma, te pones supertriste”, apunta Fernández Lozano, que le recordaría al peque que “no tienes término medio y por eso pasas de 0 a 100 en segundos”. Y añade que “la intensidad también tiene que ver con cómo vives la vida y esa pasión por aprender y conocer”.
- Frustración: “la manera en la que no aceptas un no y no toleras fallar ; te afecta que las cosas no salgan como tu quieres”, dice la divulgadora.
- Sensibilidad: “esa forma tan bonita que tienes de percibir el mundo , la empatía que tienes con el resto de personas, y sensible que eres a todo lo que tenga que ver con tus sentidos…”, apunta sobre esta característica.
- Diferencia: se refiere, explica Silvia Fernández Lozano como si se dirigiera a un niño o niña de 6 años con altas capacidades, a “todas esas cosas propias de un cerebro que funciona diferente: cómo vive, cómo percibe, cómo aprende y cómo siente”.
Para el equipo de Talentum, explicarlo es importante porque “el autoconocimiento y la información adecuada van a permitir que el niño o niña de alta capacidad se sienta como uno más y comprenda que su diferencia no lo hace mejor que otros, sino que le hace ver el mundo y el aprendizaje de una manera distinta”.