"Muchos jóvenes sufren soledad y ni siquiera lo saben". La conferencia de David Pastor Vico sobre la amistad que todos los padres deberían escuchar

El filósofo David Pastor Vico lo tiene claro: muchos niños y adolescentes sufren soledad sin saberlo, sin poder nombrarla. En su próxima charla explicará por qué la amistad es mucho más que un juego y cómo podemos ayudarles a construir los vínculos que les protegerán toda la vida. 26 de abril.
Fuente: ChatGPT / E. F.

Hay cosas que un hijo o una hija no siempre sabe decir. No por falta de palabras, sino porque a veces no existen las palabras. Porque hay malestares que no duelen en el cuerpo, sino por dentro. Y porque hay soledades que nadie les enseñó a reconocer.

David Pastor Vico, filósofo y divulgador, lo resume de una forma directa y poderosa: “Una de las patas fundamentales es trabajar sobre la soledad no deseada, porque también nuestros jóvenes la sufren. Muchas veces no lo saben, solo que no tienen capacidad de nombrarlo. Porque están solos”.

Vico se prepara para dar una charla centrada en salud mental, pero no lo hará desde un punto de vista médico o técnico. Lo hará desde lo más básico y lo más olvidado: la vida cotidiana, las relaciones, los afectos, los vínculos que nos sostienen. Especialmente en la infancia y la adolescencia, cuando estar solo, sentirse solo, o no saber pedir ayuda puede marcar para siempre la manera en que un niño o una niña se relaciona con el mundo. Lucía mi pediatra también participará en el evento, ¿te quieres apuntar? ¡Hazlo en este enlace YA! Tienes que hacerlo ahora, pues es el 26 de abril y a la vuelta de Semana Santa igual te quedas sin entradas.

El dolor que no sale en las revisiones médicas

En su libro Ética para desconfiados, Vico recorre las distintas formas en que el ser humano siente dolor. No solo el físico, no solo el evidente, sino sobre todo el dolor social: ese malestar invisible que aparece cuando un niño siente que no encaja, que nadie le llama, que no tiene un lugar al que pertenecer.

Es un dolor que no sangra, que no sube la fiebre, que no se detecta en un análisis. Pero está ahí. Y se nota en frases como “no tengo amigos”, “nadie quiere jugar conmigo” o, peor aún, en ese silencio incómodo cuando les preguntamos “¿qué tal en el cole?” y nos responden con un escueto “bien”, que en realidad significa “mejor no te lo cuento”.

Tener amigos es una necesidad emocional

Para Vico, comprender este dolor es el primer paso para entender por qué la amistad es mucho más que un asunto social. Es una necesidad emocional. Es un espacio de protección frente a un mundo que a veces resulta demasiado grande o demasiado hostil.

La amistad es más importante que las RRSS. Fuente: ChatGPT / E. F.

Aprender a tener amigos también se enseña

A menudo se piensa que la amistad es algo natural, que los niños saben hacer amigos de forma espontánea. Y claro que en parte es así. Pero también es cierto que tener amigos, cuidarlos, mantenerlos, reparar los conflictos y saber estar para los demás son habilidades que se aprenden. Y que, si no se enseñan en casa o en la escuela, simplemente no aparecen.

David Pastor Vico insiste en esto: nadie nos prepara para tener amigos. Y sin embargo, son los amigos los que amortiguan las caídas de la vida. Especialmente en la infancia y la adolescencia, donde un rechazo o una exclusión puede sentirse como un abismo.

Son los amigos los que amortiguan las caídas de la vida

Por eso, más que nunca, necesitamos enseñar a nuestros hijos a construir vínculos de verdad. A salir de la lógica del “me gusta-no me gusta” de las redes sociales. A entender que un amigo no es solo alguien con quien jugar o compartir gustos, sino alguien que te sostiene cuando vienen mal dadas.

Necesitamos enseñar a nuestros hijos a construir vínculos de verdad. Fuente: ChatGPT

El mayor regalo que podemos darles

La charla de David Pastor Vico girará en torno a tres grandes ideas: la autosuficiencia, la libertad y la amistad. Pero en el caso de niños y adolescentes, estas palabras adquieren un significado muy especial.

Autosuficiencia, para Vico, no significa que un niño o una niña lo tenga que resolver todo solo. Significa que tenga herramientas: habilidades sociales, recursos emocionales, confianza suficiente para pedir ayuda, para defenderse, para escuchar y también para acompañar.

Libertad significa tener opciones. Tener derecho a decir no. Tener un espacio donde ser uno mismo sin miedo. Y eso, de nuevo, se construye desde la infancia: enseñándoles a tomar decisiones, a equivocarse, a aprender a partir de sus propios límites.

Y la amistad… La amistad es la red que lo sostiene todo. La amistad es lo que permite a un adolescente sobrevivir a una etapa donde casi todo parece inestable. Es el lugar seguro. El refugio. Y no siempre es fácil de encontrar.

Padres que acompañan, no que controlan

En su intervención, Vico recordará también el papel fundamental de las familias. No como controladores o vigilantes, sino como acompañantes de un proceso delicado: aprender a estar en el mundo.

El reto está en ofrecerles la confianza y el espacio para crecer, pero sin dejarlos solos. En detectar las señales de una posible soledad no deseada, pero sin invadir. En preguntar sin interrogar. En escuchar sin interrumpir.

Porque, como señala Vico, muchos jóvenes ni siquiera saben que lo que sienten es soledad. No lo saben. Solo notan un malestar difuso. Se sienten fuera de lugar. O tienen la sensación de que no pertenecen a ningún grupo. Y eso también duele.

El mejor remedio contra el dolor social

Por eso, quizá el mensaje más importante de la charla de David Pastor Vico es este: ante el dolor social, ante la soledad que no se ve, la mejor respuesta sigue siendo la de siempre. La de toda la vida. Tener a alguien al lado.

Alguien que escuche. Alguien que se preocupe. Alguien que esté.

Ese es el verdadero valor de la amistad. No como adorno. No como extra. Sino como parte esencial de la salud emocional, desde la infancia hasta la vida adulta.

Y los padres, las madres, los educadores, tenemos mucho que ver en ese proceso. Porque no basta con desear que nuestros hijos tengan amigos. Hay que enseñarles, desde pequeños, a cuidar, a cuidar(se) y a estar disponibles para los demás.

Porque, al final, como dice Vico, nadie se salva solo.

Referencias

  • Ética para desconfiados: Filosofía esencial para sobrevivir a este mundo hostil (Ariel, 2023)

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