Todo lo que sucede después de escuchar 'no hay latido' está emborronado y bloqueado por el shock de la información que acaban de recibir y la única manera de asegurar que esa madre y su pareja, si la hay, sean capaces de asimilar la información, tomar decisiones conscientes y transitar uno de los duelos más difíciles que existen, es asegurar el acompañamiento emocional desde el minuto cero. Y esto no sólo significa que haya alguna persona especializada en salud mental, implica también que todo el equipo médico acompañe atendiendo a las emociones y comprendiendo el proceso que está atravesando esta familia.

Porque ser conscientes de que no hay latido es solo el principio de un camino en el que el cómo se han sentido acompañados esos padres va a marcar la diferencia en el posterior proceso de duelo. Hoy en día entre las buenas prácticas en la atención al duelo perinatal destacan la importancia de la empatía, el acompañamiento, la continuidad de la atención y de la necesidad de que la asistencia sea individualizada.
¿Cómo ayuda la psicología a unos padres que han perdido a su bebé antes de nacer?
El acompañamiento psicológico puede ayudar a la madre y su pareja a procesar el impacto y a comprender que todo lo que están sintiendo es normal tras la pérdida de un hijo. Pero es muy relevante que desde los hospitales de todo el mundo empecemos a incorporar prácticas de acompañamiento saludable para casos en los que la madre tiene que enfrentarse al nacimiento de su bebé muerto. Siempre que hay un corazón que se para dentro de una mujer, hay un parto, un nacimiento de un bebé fallecido. Siempre que hay una pérdida de un ser querido, nacido o no, se comienza un proceso de duelo. En la sociedad actual existe una tendencia a silenciar las pérdidas perinatales y esto, lejos de ayudar a quiénes las sufren, lo que provoca es un dolor aún más intenso.
Cinco consejos para acompañar emocionalmente a los padres que han perdido a su bebé en el útero

Quizá la clave es entender que de cara a esta pérdida las familias no necesitan nada diferente al resto de los duelos. Aquí cinco recomendaciones pero un acompañamiento emocional frente a la muerte intrauterina:
- Información clara, con un lenguaje cuidado y cercano y desde la empatía: acaban de perder a su bebé y tienen que tomar decisiones que marcarán su vivencia subjetiva como padres y es importante respetar la autonomía, lo tiempos y saber que lo más probable es que tengamos delante a una o dos personas en shock que están impactados, tienen miedo y no saben ni por dónde empezar.
- Cuidar no solo el equipo que acompañará en el parto, también el lugar. En muchos hospitales comparten planta las mujeres con bebés nacidos vivos con las mujeres con bebés nacidos muertos, y esto puede ser muy doloroso. Necesitan un espacio donde poder transitar estas primeras etapas desde el dolor, la soledad acompañada y lejos de aquello que constantemente les recuerde lo que ha sucedido.
- Tener la oportunidad de elegir si quieren o no despedirse de su bebé. Son tan libres de poder ver a su bebé fallecido como si de cualquier otra persona de la familia se tratase. Sabemos que facilita el duelo porque permite tener recuerdos así como despedirse de su hijo. En una investigación realizada por Gravensteen et. al., 2013 se encontró que sostener al bebé protegía ante síntomas de trauma.
- Poder decidir libremente qué hacer con el cuerpo del bebé, presentando todas las opciones y dejando tiempo y espacio para la dura decisión. En los duelos ante pérdidas es crucial realizar ceremonias de despedidas así como tener recuerdos que nos ayuden a contactar con esa persona que ya no está. En el caso de duelo perinatal, esto no es diferente.
- Contar con apoyo social, poder estar acompañados en este proceso por sus amigos y familiares, por gente cercana que entienda y acompaña el proceso.

La relevancia del acompañamiento emocional a las personas que hacen frente a estas pérdidas parte de la mano de comprender que es un dolor enorme en el que la calma, la información, el sostén y la compañía son claves. El Parto es Nuestro y Umamanita ofrece una guía para la atención a la muerte perinatal y neonatal que nos ayuda a humanizar este proceso así como a comprender la relevancia de poner en el centro la empatía y el sostén.
Cuando hay una pérdida gestacional la madre y el padre se ven obligados a abrazar la muerte cuando lo que estaban deseando era abrazar la vida. Cuando hay una pérdida gestacional, hay una mujer en posparto con los brazos vacíos.