Sabemos que las posibilidades de conseguir un embarazo por el método natural disminuyen a medida que cumplimos año. Un hecho avalado por la ciencia totalmente antagónico con el modelo de sociedad que estamos conformando en la actualidad. Un modelo en el que las mujeres somos madres cada vez más mayores.

Los estudios aseguran que después de los 35 años, la fertilidad de la mujer cae en picado hasta llegar a la menopausia. Sin embargo, después de esta edad no todo está perdido: aunque un embarazo más allá de los 35 está considerado de riesgo, lo cierto es que hay diferentes maneras de conseguirlo. Tanto naturales, como recurriendo a las técnicas de reproducción asistida.
Este es, precisamente, el caso de Tamara Falcó. El popular rostro conocido de televisión, de casi 42 años, acaba de contraer matrimonio con Iñigo Onieva y juntos están buscando al que será su primer hijo. Tal y como ella misma ha afirmado, están apostando todo a un tratamiento de fertilidad natural que todas podemos seguir en casa: no es otro que la naprotecnología.
¿En qué consiste la naprotecnología?
“Este tratamiento se basa en el diagnóstico de las causas de infertilidad, tanto del hombre como de la mujer, mediante el estudio y el seguimiento del ciclo de la fertilidad del matrimonio”, se cuenta en la web Fertilitas, la empresa con la que está trabajando Tamara.

Cuando hablamos de naprotecnología hablamos exactamente de una técnica que ayuda a solucionar problemas de fertilidad y que se posiciona como una alternativa ‘natural’ a la fecundación in vitro o la reproducción asistida. “Surgió hace treinta años en Estados Unidos y evalúa y aborda problemas ginecológicos y reproductivos de una manera ética y moralmente aceptable”, aseguraba a Ser Padres hace unos meses la ginecóloga Paula Soriano.
De acuerdo a las palabras de esta profesional, la naprotecnología estudia las causas de los problemas de fertilidad femenina para conseguir concebir respetando el ciclo menstrual de la mujer.
Para ello, estudia el ciclo menstrual con un método conocido como ‘Modelo Creighton’.
Modelo Creighton: el usado por Tamara Falcó para quedarse embarazada.

“El modelo Creighton se basa en la observación estandarizada y el registro gráfico de marcadores biológicos que son esenciales para la salud y fertilidad de la mujer”, aseguran en la web especializada Naprotec . Básicamente, consiste en llevar un control exhaustivo y posterior análisis de algunos biomarcadores del ciclo femenino y del hombre.
Con este análisis los especialistas son capaces de especificar cuáles son los días más y menos fértiles del mes, en lo que a la mujer y el hombre se refiere, a fin de conseguir el embarazo (o evitarlo, porque también puede servir como anticonceptivo).
Además, estos biomarcadores también ayudan a detectar anomalías en la salud de la mujer.
Tasa de acierto de la naprotecnología
Tomamos como prestadas las palabras que Paula Soriano dedicó a Ser Padres: “La eficacia teórica es de 98,7-99,5% y su tasa de uso típico es del 83-97%”.
Decía la misma profesional que un estudio científico con 50 parejas que se sometieron a este método demostró que el 76% de ellas logró el embarazo en el primer mes. “El 100% de las parejas logró el embarazo después de siete meses con la naprotecnología”, explicaba.