Si puedes elegir cuándo quedarte embarazada, no es, ni mucho menos, lo más trascendental del asunto, pero es una cuestión más sobre la que reflexionar porque hacerlo en un mes u otro tiene consecuencias para ti y para el bebé. Te lo demostramos exponiendo las ventajas e inconvenientes, para el bebé que nacerá al final del verano o en otoño y para ti, de quedarte embarazada en enero.
No hay nada malo en quedarse embarazada en enero. Vaya por delante. Pero, de igual forma que las hay si ocurre en febrero, abril o noviembre, tiene sus consecuencias. O, más bien, sus condicionantes inseparables, que luego pueden variar un poco en función de las circunstancias concretas de cada proceso de gestación.
Por eso, te animamos a leer estas líneas de manera relajada, como una forma más de recoger información si te has quedado embarazada en los primeros días del año o si planeas hacerlo en cualquier momento del mes de enero (o principios de febrero). Y te invitamos a consultar la calculadora de de fecha de parto, que es la mejor forma de estimar cuándo nacería tu bebé, de igual forma que el calendario de embarazo lo es para anticipar qué va a ocurrir en cada semana de la gestación.
Estos son los condicionantes a tener en cuenta, para ti y tu futuro bebé, si el embarazo se desencadena en el primer mes del año.

Consecuencias para el bebé
Desde el punto de vista del bebé que has concebido o vas a concebir en enero, las consecuencias tienen que ver sobre todo con la relación con sus iguales. Especialmente una vez inicie su vida escolar.
¿Por qué? Fundamentalmente, porque al ser un bebé nacido en la segunda mitad del año, casi en el último trimestre, será de los pequeños de la clase, y tendrá siempre un hándicap de partida, que luego puede afectar o no, con respecto a sus compañeros y compañeras de clase nacidos en enero o febrero.
No es algo decisivo en su vida académica ni tampoco en su desarrollo. Simplemente algo a tener en cuenta sobre lo que advierten diversos estudios de fuentes fiables. Por ejemplo, un estudio del Institute for Fiscal Studies (IFS), con sede en Gran Bretaña, establece una diferencia del 15% a los 7 años entre quienes nacen en enero y los que lo hacen en diciembre del mismo año. Entre medias, aproximadamente, estaría tu hijo o hija, que nacería en el mes de septiembre.
En este sentido, el informe PISA también apunta en la misma dirección: ya en los datos correspondientes a 2022 alertaba que los alumnos y alumnas nacidas en diciembre repetían más, un 44% en concreto, que los nacidos y nacidas en enero. Ya sé que si te quedas embarazada en enero tu peque no sería de diciembre, pero, insisto, sí del último tramo del año, lo cual conlleva una diferencia irremediable en el desarrollo comparado con niños y niñas nacidas hasta nueve meses antes que él o ella.
Otro estudio, en este caso de la universidad de Vigo ('Evaluación del Impacto del Efecto Relativo de la Edad en el Rendimiento Escolar') es tranquilizador en la parte emocional, ya que concluye que "la valoración de la autoestima de los sujetos dependiendo del trimestre de nacimiento es muy semejante".
Ojo, otro estudio cuyas conclusiones sí afectan directamente a los bebés concebidos en enero es el del Colegio de Actuarios de Cataluña, que concluye que la mayoría de las personas que superan los 100 años nacieron entre los meses de enero y abril. Es decir, sugiere que la longevidad podría estar relacionada con el momento del año en el que se produce el nacimiento.

¿Y ventajas, tiene alguna ser un bebé concebido en enero? No a priori, aunque como padre de dos niñas de noviembre y diciembre respectivamente confesaré que sí veo un par de ellas visto desde la perspectiva que da la experiencia: tu hijo o hija no cumplirá años en plenas vacaciones escolares, lo cual será una ventaja para disfrutar en plenitud con sus amigos y amigas esta fecha que tanto se disfruta en la infancia.
Y, además, serán bebés de “buen tiempo”, lo cual te permitirá disfrutar de él o ella con largos paseos por la calle, aprovechando que ya ha decaído el calor insoportable del verano y que todavía anochece tarde. Y tendréis la suficiente distancia con respecto a la Navidad para poder paladear lo bueno de cada etapa del año.

Ventajas y desventajas de quedarse embarazada en enero
Para la mujer que se queda embarazada en enero (en el hemisferio norte), las ventajas y desventajas se miden sobre todo a corto plazo: en el embarazo y en los meses posteriores al parto, durante la baja por maternidad.
Concebir un bebé en enero implica disfrutar del segundo trimestre del embarazo, la época dulce del embarazo generalmente, en plena primavera, y evitar el verano durante el primer trimestre del embarazo, el de la inestabilidad y, de forma mayoritaria, el de las peores sensaciones. Aquí te contamos más sobre los primeros síntomas del embarazo.
Sin embargo, al mismo tiempo, significa pasar el verano "muy embarazada". Y un tercer trimestre de embarazo en verano puede pesar, porque ya no es una época tan agradable: se te puede empezar a estar haciendo demasiado largo y el calor sofocante no ayuda a tu pérdida de movilidad y autonomía, que por otra parte es inevitable por las circunstancias naturales del embarazo avanzado.
A cambio, una ventaja indiscutible es que podrás alargar tu baja maternal hasta más allá de la Navidad, y la primera Navidad con hijos e hijas, aunque el bebé no se entere de nada, siempre es especial. Y qué mejor que disfrutarla al 100%, sin tener que trabajar, para generar recuerdos (y fotos, muchas fotos) que no olvidarás jamás.