Embarazo múltiple: ¡Que vienen dos!

¿Acabas de enterarte de que esperas gemelos o mellizos? No te preocupes: pocos meses después del parto, la mayoría de los padres en tu situación aseguran que han encontrado la felicidad.
Embarazo múltiple: ¡Que vienen dos!

Los embarazos de gemelos o mellizos son siempre algo especial: de cada mil nacimientos solo unos pocos son de este tipo y en la mayoría de los casos se trata de mellizos. Los mellizos no son más parecidos que los hermanos normales, pues estos embarazos se derivan de dos fecundaciones simultáneas pero independientes, es decir, ocurren cuando dos espermatozoides fecundan al mismo tiempo dos óvulos diferentes.

En algunas familias el nacimiento de mellizos es especialmente frecuente, por lo que se sospecha que la predisposición genética desempeña un papel fundamental, especialmente la carga hereditaria femenina.

En los últimos años ha aumentado la cifra de embarazos múltiples a causa de los tratamientos hormonales para provocar embarazos, que con frecuencia provocan también el desarrollo de varios óvulos.

En los tratamientos de reproducción asistida se suelen implantar a la mujer hasta tres óvulos fecundados a la vez. De hecho, casi uno de cada dos embarazos de mellizos es consecuencia de un tratamiento de fertilización.

Otro motivo del incremento de embarazos múltiples es la edad cada vez mayor de las madres. A más edad, mayor es la concentración de hormonas folículo estimulante (FSH) y más frecuente la presencia de varios óvulos que pueden ser fecundados.

Actualmente también se ha probado que los mellizos pueden proceder de un óvulo que se divide poco antes de la concepción, de forma que cada mitad es después fecundada por un espermatozoide diferente. En este caso, los mellizos cuentan con un factor hereditario idéntico de la madre y diferente por parte del padre.

Gemelos

Los gemelos, sin embargo, son hermanos mucho más parecidos, incluso se les puede llegar a confundir, pues tienen factores hereditarios idénticos y el mismo sexo.

Los gemelos nacen de la fecundación de un solo óvulo que se divide en el transcurso de diez días en dos embriones. Es un fenómeno que ocurre con una frecuencia similar en todo el mundo: en cuatro de cada mil nacimientos.

Si el óvulo se divide poco después de la fecundación, cada gemelo tiene su propia placenta y su propia cavidad embrionaria. Sin embargo, si la división se produce entre cuatro y siete días después de la fecundación, los gemelos comparten placenta. A veces se produce en este caso el llamado 'síndrome de transfusión feto-fetal”, que consiste en que un gemelo quita el alimento al otro. Por eso es importante controlar el crecimiento de los fetos gemelos regularmente por ecografías. Aún menos frecuente es el caso de parejas de gemelos que comparten una sola cavidad fetal y placenta.

Otros embarazos múltiples

Un caso menos frecuente aún es el embarazo de más de dos niños, que siempre procede de fecundaciones de óvulos diferentes. Hace unos años, eran frecuentes los embarazos múltiples fruto de fecundaciones artificiales, pero los niños solían nacer de forma prematura y no siempre sobrevivían todos. Por eso en algunos países, como España, solo se permite implantar un máximo de tres embiones a la vez, y si la mujer es menor de 38 años, se implantan solo dos.

Transcurso del embarazo gemelar

Cuando una mujer espera gemelos o mellizos, su embarazo se suele considerar de riesgo. Pero no hay que dejarse intimidar por ese concepto, ya que solo significa que deben eliminarse los posibles riesgos mediante una previsión y vigilancia especialmente intensiva desde el primer momento.

Al crecer dos niños en la matriz, el cuerpo de la embarazada se encuentra más cargado, pero se adapta ya desde las primeras semanas: aumenta la cantidad de sangre y el útero se agranda. Por eso un aumento de peso superior a lo habitual en la primera etapa del embarazo es un signo de que están en camino gemelos.

Hasta la 12ª semana de embarazo algunas madres engordan ya alrededor de 5,5 kilogramos. Hasta el nacimiento, pueden ser al menos entre 17 y 20 kilogramos, frente a los entre ocho y 13 habituales cuando se trata de un solo niño.

Un embarazo múltiple supone siempre un esfuerzo físico mayor:

Consejos para un embarazo feliz

Para que todo transcurra bien para ti y para los fetos, debes tener en cuenta los siguientes consejos:

El parto de gemelos o mellizos

Las madres de gemelos deben comenzar la preparación al parto antes, porque estos bebés suelen adelantarse y nacen en la 37,1 semana de media. Naturalmente, suelen ser más pequeños que otros niños.

Ya a partir de la 24ª semana de embarazo los dos fetos empiezan a tener cada vez menos espacio en el útero materno, con lo que aumenta el peligro de un parto prematuro. Entre las semanas 26ª28ª los gemelos pesan juntos unos tres kilogramos, aproximadamente el peso de un bebé cuando llega el momento del parto. La tensión en la matriz crece, lo que puede provocar contracciones prematuras. Por esa razón, son especialmente importantes las revisiones preventivas en los embarazos múltiples. En los últimos tres meses de embarazo puede ser necesario acudir a revisión médica todas las semanas.

En los partos múltiples, las contracciones son en general más débiles y menos frecuentes. A consecuencia de ello, el parto puede prolongarse. Se necesita paciencia y, en muchos casos, el uso de medios que provoquen las contracciones.

En casi la mitad de los partos gemelares ambos niños vienen de cabeza, con lo que la posibilidad de que el parto comience de forma espontánea es grande. El primer bebé se abre camino entre contracciones, mientras que el segundo se desliza fácilmente posteriormente.

Y en ello radica, sin embargo, un peligro para el segundo bebé: sin el estrés del nacimiento le resulta más difícil adaptarse a la vida fuera del útero. Por eso el nacimiento del segundo niño no puede comenzar mucho más tarde que el del primero. Los asistentes al parto revisan si se encuentra bien y si viene de nalgas, se realiza normalmente una cesárea.

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