Semana 28

Ya respira
El bebé mide aproximadamente 27 centímetros de largo, de la coronilla al final de la columna, y pesa 1300 gramos. A pesar de ello tiene aún mucho sitio para moverse. Las ecografías muestran que las madres sólo notan una parte de la actividad fetal. En la tranquilidad de la noche el bebé practica la respiración, su pecho sube y baja con suavidad.

Recuerda: El bebé ya está tan fuerte que sus actividades provocan pequeños abombamientos en la tripa. ¡Deja que el futuro padre también pueda notarlos! Sobre todo es fácil percibirlo a la hora de acostarse: cuando te tumbas boca arriba, el feto también cambia su posición.

Edemas en tobillos y pies
Una retención de líquidos leve es normal en el embarazo. Los pies, los tobillos e incluso las manos se hinchan un poco, sobre todo al final del día. A muchas embarazadas se les quedan estrechos los zapatos y los anillos ya no les valen. Si los edemas no han desaparecido por la mañana, puede ser señal de un trastorno más serio que hay que vigilar. El médico controlará la tensión arterial y el funcionamiento de los riñones. Descansar y llevar una alimentación saludable puede proporcionar alivio.

Recuerda: No debes preocuparte si a veces notas alguna contracción. Es una señal de que el útero se prepara para el parto. Si las contracciones son regulares y fuertes, o sientes dolor en la parte baja del abdomen, debes acudir al médico para tu propia tranquilidad.

¿Qué aspecto tiene tu tripa?
Al principio del embarazo el útero es tan grande como una pera, al final abulta tanto como una pelota de baloncesto. Aunque el volumen es similar, la forma de la tripa varía de unas embarazadas a otras. Que sea más o menos abombada depende del tamaño de la mujer, de lo fuerte que sea su tejido abdominal, de la forma de la pelvis y de la curvatura de la columna vertebral.

Recuerda: Las embarazadas tienden a “sacar tripa”, arqueando la columna hacia delante, lo que agudiza el dolor de espalda. Presta atención a tu postura cuando estés de pie.