Por qué no hay mejor plan familiar mejor en primavera que pasar horas en el parque

Si algo me han enseñado los casi ocho años de experiencia con la paternidad es el impacto tan positivo y tan amplio que tiene el tiempo de parque en los niños. Y no hay mejor época del año para fomentar esta actividad que la primavera. 
Ir al parque con otros niños

No lo digo yo, que escribo esto movido por la experiencia de ocho años que acumulo en mi mochila de (doble) paternidad. Lo dicen los expertos y divulgadores más seguidos y respetados en nuestro país: no hay mejor actividad extraescolar para los niños y niñas en edades tempranas que pasar tiempo en el parque. Y por eso aprovecho estas líneas para reivindicarlo como el mejor plan familiar para esta época del año, la primavera.

Antes de exponer mis argumentos, cabe matizar que cuando hablo de parque no tiene por qué ser necesariamente un área infantil con sus columpios y su arenero. Si lo hay, todo suma. Pero a lo que me refiero como parque es a cualquier área verde que todos tenemos cerca de casa, con sus zonas de pradera, sus árboles (y sus sombras) y elementos propios del mobiliario urbano que son una fuente de creatividad e inspiración para nuestros peques. El parque, cuando hablamos de niños y niñas, en definitiva, es mucho más que el espacio de los columpios.

De hecho, hace ya bastante tiempo que nuestra peque mayor, ya en segundo de Primaria, no se pasa apenas por los columpios del parque del barrio. En cambio, sigue disfrutando como cuando tenía cinco de la libertad de movimiento que tiene para disfrutar de este entorno verde, libre de humos, de terrazas de bares y otros estorbos, junto a sus amigos y amigas. Y si bajamos en familia, más de lo mismo: nada como pasar un ratito charlando y jugando con la abuela mientras reciben los rayos del sol que tanto necesitamos después del invierno (y de la Semana Santa lluviosa), esos rayos que de aquí a nada serán insoportables, por lo que habrá que reducir el tiempo de parque a la última hora de la tarde o la primera de la mañana.

El parque, como decía, es la mejor actividad extraescolar que existe. Nuestra hija pequeña ha superado la barrera de la timidez de una manera natural y paulatina, en gran medida gracias a las horas de parque que hemos echado después del cole y los fines de semana. Lógicamente, le hemos acompañado —de mucho sirve ir al psicólogo cuando no somos capaces de entender a nuestros peques o sentimos que no les estamos ayudando cómo necesitan que lo hagamos…—, pero ella ha puesto mucho de su parte, y el entorno que más se lo ha facilitado, incluso más que el cole, es el parque. Sin duda. Y de esta burra no me bajaré en la vida.

Niños en el parque

Y eso por no hablar del desarrollo psicomotor y creativo de nuestras peques, en las que, sin poder demostrarlo, estoy convencido de que las horas de parque han tenido muchísimo que ver. Es un entorno envidiable para fomentar una vida sana y activa, y el juego libre y no necesariamente reglado, eso que tanto necesitan nuestros niños y niñas y que tanto se ha reducido con respecto a generaciones pasadas.

Los expertos me dan la razón

Por si fueran pocos argumentos los que la experiencia me ha dado para defender el parque como la mejor extraescolar del mundo en las edades tempranas, y más si cabe en primavera, con días amables y largos, los expertos me dan la razón. Sirvan como ejemplo dos nombres conocidos por todos y todas las que tenemos hijos e hijas pequeños: Rafa Guerrero y Álvaro Bilbao.

El primero se refiere al parque como un lugar en el que se puede y se debe seguir educando —es un generador de situaciones cotidianas y aprendizajes para la vida muy potente—, pero también como “lugares ideales para desarrollar todas las habilidades sociales y emocionales”.

Álvaro Bilbao, por su parte, siempre insiste en el tiempo de parque como actividad a fomentar con niños y niñas pequeños cada vez que tiene ocasión. “Los parques de atracciones están bien, pero los niños y niñas necesitan moverse, correr y trepar y por eso el parque tradicional les encanta. Les ayuda a descargar sus energías y tiene muchos beneficios para su desarrollo cerebral”, explica el neuropsicólogo, que remarca precisamente la capacidad que tiene el tiempo de parque en la mejora de la psicomotricidad y otras habilidad.

Niños en un columpio

Lo dice él, el experto en el cerebro de los niños y el divulgador sobre crianza más conocido de este país: “El parque sigue siendo uno de los mejores entornos para que los niños se lo pasen bien mientras desarrollan sus capacidades”. Qué mejor lugar para pasar tiempo en primavera de calidad.

Además, y esto lo digo bajito, en letra pequeña, ahora que no nos oyen, el parque también es un respiro para los adultos, que podemos compartir tiempo de calidad con nuestros peques pero también tiempo para bajar, solo un poquito, la guardia, y disfrutar de un buen rato con otras familias.

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