¿Produce infertilidad el estrés o la ansiedad? Es difícil que, si tienes cierta edad, no hayas escuchado que cuando una mujer no se queda embarazada es porque se obsiena, por la ansiedad que siente o por el exceso de ganas que tiene… Son tres ejemplos pero hay muchos comentarios y pensamientos extendidos en esta línea. Y los escuchan (y dicen) también muchos hombres. Pero, ¿es realmente cierto que la ansiedad, el estrés o la “obsesión”, como se dice mucho a pie de calle, tengan algo que ver con la incapacidad de una mujer para quedarse embarazada?
El psicólogo Alberto Soler, uno de los divulgadores en cuestiones relacionadas con la crianza, la infancia y la maternidad más populares del país, se atrevió a profundizar en esta polémica cuestión en uno de sus post de Instagram, donde acumula likes a miles.
Soler enfoca su reflexión en la reproducción asistida, un factor que aumenta más si cabe las probabilidades de que una mujer reciba ese tipo de comentarios sobre la relajación, el estrés y la obsesión como elementos clave para que el proceso llegue a buen puerto y se quede embarazada.
“A las futuras madres que se enfrentan a la reproducción asistida las llevan fritas con este tema: ‘relájate y verás como llega’, ‘mi vecina estuvo dos años de tratamientos, fue dejarlos y quedarse ella sola’, o el comentario estrella… ‘NO TE OBSESIONES’”, expone Alberto Soler como introducción a su reflexión, basada evidentemente en el conocimiento científico.
Reconoce Soler que la mayoría de estos comentarios no tienen malas intenciones detrás, pero recalca el error tan grande que es hacerle este tipo de consideraciones a una persona que está intentando quedarse embarazada. “Que sí, que se dice con buenas intenciones y todo lo que quieras, pero es falso, es innecesario y encima es cruel”, defiende el psicólogo. “Implica culpabilizar a la mujer de su infertilidad: eres infertil porque no te relajas. Eres infertil porque te obsesionas. Lo dicho, es muy cruel”, agrega Alberto Soler.
¿Es verdad la relación entre infertilidad y ansiedad?
Alberto Soler, con la precaución que conlleva un tema tan delicado como este, se atreve a dar una respuesta argumentada a si factores como la ansiedad o el pesimismo tienen impacto directo en la infertilidad, especialmente en el caso de la reproducción asistida.
“Lo diré claro: ser pesimista o pensar que no va a ir bien no va a hacer que tengas menos probabilidad de conseguir una beta positiva. Los pensamientos no tienen ese poder mágico”, argumenta el experto en psicología enfocada sobre todo en la crianza y la infancia, coautor de libros como La gran guía de la crianza.

Reconoce Alberto Soler que “enfrentarte al proceso con optimismo probablemente hará que te sientas mejor y con menos angustia, y hacerlo con pesimismo probablemente hará que te sientas mucho peor”, pero insiste en que esto no hace que la ansiedad o el pesimismo influyan de manera directa o definitiva en el resultado de un proceso de reproducción asistida, por ejemplo. “No tiene poderes mágicos”, recalca.
Para sustentar su argumento, el psicólogo recuerda que en el 25% de los casos, la reproducción asistida fracasa por el abandono temprano del tratamiento, y es este caso de cada cuatro en el que el estrés o el pesimismo sí pueden jugar un papel influyente. “Pero no por arte de magia”, subraya Alberto Soler. Influyen por una cuestión evidente: empujan a abandonar de forma temprana el tratamiento, que de ese modo tiene todas las papeletas para fracasar, pero porque se corta, no a consecuencia directa del estrés o el pesimismo.
Por este motivo, concluye Alberto Soler, “la importancia del apoyo psicológico en el proceso de reproducción asistida”.