¿Cuántas veces hemos oído aquello de que “la música amansa a las fieras”? Pues si funciona con ellas ¿cómo no iba a funcionar la música para dormir al bebé? Eso es lo que han demostrado distintos investigadores, que la música tiene la capacidad de estimular distintas regiones del cerebro humano hasta el punto de alterar la forma de movernos o incluso de pensar.
La música nos ayuda a estimularnos y animarnos cuando trabajamos o hacemos ejercicio y también nos ayuda a relajarnos y desconectar cuando necesitamos descansar. Siempre es una buena idea introducir la música en la vida diaria de los niños, lo importante para que funcione adecuadamente es encontrar las canciones idóneas para cada persona y cada intención.

En la Universidad de Sidney, en Australia, estuvieron investigando sobre la posibilidad de que escuchar música pueda ser positivo para conciliar mejor el sueño y además tener un mejor descanso. Porque escuchar música provoca la liberación por nuestro cerebro de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que afectan directamente a nuestro estado de ánimo.
Una nana para dormir
Precisamente eso es lo que hacen las nanas desde hace siglos, ayudar a dormir a los más pequeños de la casa uniendo el efecto de la música con el tono de la voz de mamá o papá que le ayuda a relajarse aún más.
La Universidad de Cambridge, en Reino Unido, ya llegó a la conclusión de que cantar a tu bebé es buenísimo precisamente por la influencia tranquilizadora que tiene para ellos escuchar el tono de voz de mamá, por eso es importante que cantes nanas y canciones a tu bebé y que según vaya creciendo, como anima el neuropsicólogo Álvaro Bilbao, no dejemos de conversar con tus hijos porque los calma y los tranquiliza más de lo que ellos imaginan.
Para la doctora Mª Luisa Ferrerós, psicóloga infantil especializada en neuropsicología, la música es una herramienta que ayuda a los bebés a conciliar mejor el sueño, las canciones de cuna para dormir al bebé, las famosas nanas, les ayudan a relajarse y más aún “si además se ha utilizado la música durante el embarazo” porque entonces el efecto es mayor, según señala esta experta que además es la autora del libro “Inteligencia musical: Estimula el desarrollo de tu hijo por medio de la música.”
Los sonidos graves tienen un efecto más relajante que los sonidos agudos pero además, hay que añadir que habrá sonidos que gusten al bebé y otros que no, unos que le relajen y tranquilicen y otros que no funcionen, porque no todo funciona en todos los casos y para todas las personas como es lógico.
Para la doctora Ferrerós, las músicas más idóneas serán aquellas que suenen “monocordes y tengan una frecuencia de 33,3 Mhertzios”, músicas con ritmos repetitivos, de frecuencia baja y que sus compases recuerden el latido del corazón.
Sin embargo, la profesora clínica en la Escuela de Medicina de Yale y Directora del Programa de Sueño Conductual en el Centro Médico Infantil de Connecticut, la doctora Lynelle Schneeberg aconseja a los padres y a las madres no utilizar todas las noches la misma música porque puede ser que de servirnos de ayuda pase a convertirse en un futuro problema ya que el bebé puede llegar a depender “siempre de ella para la transición al sueño”.

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