En el mundo de la educación infantil, la música emerge como una poderosa herramienta para fomentar el desarrollo emocional y la autoestima de los niños. Si tenemos en cuenta que demasiadas veces, nuestros hijos están expuestos a mensajes que pueden dañar su autoimagen y por tanto su autoestima, encontramos en la música una herramienta genial para reafirmarse y verse de una manera mucho más positiva.
Al sintonizar con las melodías correctas, estamos ayudando a nuestros niños a componer su propia banda sonora mediante músicas y canciones que les acompañarán durante toda su vida, más allá de las específicas y tradicionales sesiones de musicoterapia infantil, con sus demostrados beneficios para los más pequeños.
Cristina Callao, reconocida psicóloga especializada en infancia, ha destacado recientemente la importancia de la música en el fortalecimiento de la autoestima infantil. La música no es solo un medio de entretenimiento, sino también un catalizador para el crecimiento emocional y cognitivo de los niños. Estudios recientes han demostrado una correlación positiva entre la formación musical y el aumento de la autoestima en niños y adolescentes.
La integración de la música en la vida diaria de los niños puede realizarse de diversas maneras, tanto en el ámbito escolar como en el hogar. Los educadores pueden incorporar sesiones de música que exploren las emociones básicas, como el programa piloto descrito por Costa-Giomi (2004) y Hietolahti-Ansten & Kalliopuska (1990), que demostró promover la autoestima y desarrollar la empatía en los niños.
Los padres pueden establecer momentos diarios para escuchar y cantar juntos canciones inspiradoras. La creación de listas de reproducción personalizadas con temas como "This Is Me" de Keala Settle o “Hoy puede ser un gran día” de Joan Manuel Serrat, puede proporcionar un refuerzo positivo constante en las situaciones más cotidianas como cuando nos desplazamos en el coche, por ejemplo.

Lo que dice la ciencia
Un estudio realizado por Schellenberg et al. (2015) reveló que los adolescentes con formación musical presentaban niveles significativamente más altos de autoestima en comparación con aquellos sin dicha formación. Esta investigación sugiere que los beneficios sociales y emocionales de la educación musical, como el desarrollo de habilidades sociales, la autoexpresión y la autorregulación, contribuyen al fortalecimiento de la autoestima.
Otro estudio, dirigido por Tim Brophy (1999), encontró que los niños que participaron en un programa musical de un año de duración mostraron mejores niveles de autoestima. Estos hallazgos respaldan la idea de que la exposición continua a la música y la participación activa en actividades musicales pueden tener un impacto positivo en la percepción que los niños tienen de sí mismos.
No toda la música tiene el mismo efecto en la autoestima de los niños. Cristina Callao enfatiza la importancia de seleccionar canciones con mensajes positivos y afirmaciones que refuercen la autoimagen positiva de los niños.

La mejor música para la autoestima infantil
Las canciones que incluyen afirmaciones positivas pueden ser particularmente efectivas para mejorar la autoestima infantil. Temas como "You Are Amazing" de Lindsay Müller, que contiene más de 30 afirmaciones positivas, pueden ayudar a los niños a interiorizar mensajes de autoaceptación y valoración personal.
Canciones como “Sin miedo” de Rosana o "I Am Grateful" de Alexia Chellun pueden ayudar a los niños a desarrollar una actitud de gratitud y de valor, lo cual está estrechamente relacionado con una autoestima saludable. Asimismo, temas que promueven el amor propio y la aceptación del cuerpo, como "From My Head To My Toes" de Music With Mandy, contribuyen a una imagen corporal positiva desde una edad temprana. Además, es innegable que la música puede ser especialmente beneficiosa en circunstancias particulares que pueden afectar la autoestima de los niños.
Basándose en su experiencia clínica y en la evidencia científica, Cristina Callao recomienda a los padres y a las madres crear un ambiente musical positivo en el hogar, introducir la música en la vida diaria de sus hijos, y a los educadores y maestras hacer lo propio en el aula. Seleccionar canciones con letras apropiadas para la edad de los niños y las niñas y que contengan mensajes de empoderamiento. Animar a los niños a expresarse a través de la música, ya sea cantando, bailando o incluso tocando instrumentos. Y utilizar la música como herramienta para la regulación emocional y el manejo del estrés que también sufren los más pequeños de la casa.
Al incorporar canciones inspiradoras y actividades musicales en la vida diaria de los niños, padres y educadores pueden proporcionar un entorno enriquecedor que fomente la autoconfianza y el amor propio. La música no solo entretiene, sino que también educa, empodera y eleva el espíritu de nuestros hijos e hijas, preparándolos para enfrentar los desafíos de la vida con una base emocional sólida y positiva y además, tener acceso a la música de forma natural es una manera de descubrir talentos musicales desde una edad temprana.
Referencias
- Elizabeth Liddiard, Dawn Rose. “A Pilot Study of an Intervention for Children Using Music Listening and Music Making to Explore Core Emotions and Support Wellbeing”. DOI: 10.4236/jss.2021.93022. https://www.scirp.org/journal/paperinformation?paperid=107996

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