En un mundo cada vez más urbanizado, la seguridad vial se ha convertido en una preocupación fundamental para padres y educadores ¡y con razón! Enseñar a los niños a moverse con seguridad por las calles no solo es una responsabilidad, sino una inversión en su futuro bienestar y obviamente, en su seguridad.
La educación vial no es solo un conjunto de reglas, sino una forma de inculcar valores como el respeto, la responsabilidad y la conciencia del espacio compartido. Según los expertos, comenzar esta educación desde una edad temprana es crucial para formar hábitos duraderos que los niños llevarán consigo hasta la edad adulta.
M. Ángeles Miranda, consultora y auditora de prevención de accidentes infantiles para la Asociación Nacional de Seguridad Infantil, enfatiza la importancia de aprovechar los momentos cotidianos para enseñar a los niños, por ejemplo en "el camino de ida y vuelta al cole es un momento lleno de experiencias, donde las familias debemos empezar a inculcar medidas de prevención" tanto si vamos andando al colegio porque lo tenemos cerca, como si vamos en coche o en transporte público.
La educación en seguridad vial es un proceso continuo que requiere paciencia, consistencia y ejemplo por parte de los adultos. Al enseñar a los niños estas reglas fundamentales, no solo estamos protegiéndolos en el presente, sino que estamos sentando las bases para una sociedad más segura y responsable en el futuro.

Como señalan los expertos de la Asociación Española de Seguridad Vial Infantil (AESVi), "con la educación vial no solo estamos educando para prevenir accidentes sino que, además, les estaremos inculcando una actitud ciudadana positiva". Esta perspectiva holística de la seguridad vial como parte de la educación cívica es fundamental para crear una cultura de respeto y cuidado mutuo en nuestras calles y comunidades.
En última instancia, la seguridad vial infantil es una responsabilidad compartida que requiere el compromiso de toda la sociedad. Padres, educadores, autoridades y comunidad en general deben trabajar juntos para crear un entorno seguro donde nuestros niños puedan crecer, aprender y moverse con confianza y seguridad.
Reglas básicas para peatones
Cruzar con precaución. Una de las lecciones más importantes que los niños deben aprender es cómo cruzar la calle de manera segura. Se les debe enseñar a utilizar los pasos de peatones y a respetar los semáforos, siempre mirando a ambos lados antes de cruzar. Es fundamental que los padres practiquen esto con sus hijos, explicándoles por qué es importante y demostrando el comportamiento correcto.
Atención constante. En la era de los dispositivos móviles, es crucial enseñar a los niños a evitar distracciones mientras caminan. Los expertos recomiendan no usar el teléfono ni llevar auriculares durante el trayecto, para mantener toda la atención en el entorno. Esta regla no solo se aplica a los niños, sino que los adultos deben predicar con el ejemplo.
Visibilidad y precaución. Para los más pequeños, caminar de la mano de un adulto hasta los 7 años aproximadamente es una medida de seguridad recomendada. Además, se debe enseñar a los niños a estar especialmente atentos en las entradas y salidas de garajes, donde la visibilidad puede ser limitada tanto para ellos como para los conductores.

Al circular sobre ruedas
El uso de la bicicleta y el patinete se ha vuelto cada vez más popular entre los niños, pero con ello viene la necesidad de enfatizar medidas de seguridad específicas.
El uso del casco es obligatorio para menores de 16 años y altamente recomendable para todos. Los expertos insisten en que el casco debe estar correctamente ajustado y abrochado. Además, se recomienda el uso de elementos reflectantes para aumentar la visibilidad, especialmente en condiciones de poca luz.
Es importante enseñar a los niños a circular por el carril bici cuando esté disponible, o por la zona más segura de la vía cuando no lo haya. Se debe enfatizar el respeto a las señales de tráfico y la importancia de señalizar las maniobras con antelación para prevenir a otros usuarios de la vía.
La seguridad en el automóvil es un aspecto crucial que no debe pasarse por alto. Los niños deben aprender desde muy pequeños la importancia de los sistemas de retención infantil.
Los expertos recomiendan el uso de sistemas de retención infantil (SRI) adecuados al peso y talla del niño, preferiblemente a contramarcha hasta los 4 años. Es fundamental que los padres conozcan y apliquen correctamente estas medidas, ya que son cruciales para la seguridad del niño en caso de accidente.
Se debe enseñar a los niños a entrar y salir del coche siempre por el lado de la acera, nunca por el lado de la calzada. Esta simple regla puede prevenir accidentes, especialmente en zonas de alto tráfico como las entradas de los colegios.
Aprender jugando y haciendo
Los expertos en educación infantil coinciden en que el aprendizaje a través del juego es una de las formas más efectivas de enseñar seguridad vial a los niños. Muchas ciudades cuentan con parques infantiles de educación vial donde los niños pueden practicar en un entorno seguro.
Además, existen numerosos recursos como libros, juegos de mesa y aplicaciones digitales que pueden ayudar a reforzar estos conceptos de una manera divertida y atractiva para los niños.
La enseñanza de la seguridad vial no es responsabilidad exclusiva de las escuelas. Los padres y cuidadores juegan un papel fundamental en este proceso educativo. Anne-Sophie Baumann, autora de libros infantiles sobre ciudades y movilidad, sugiere que los paseos diarios son una excelente oportunidad para señalar y explicar las señales de tráfico, el funcionamiento de los semáforos y las reglas básicas de circulación.

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