Viajar en autocaravana con los niños: 6 rutas de ensueño

Viajar con niños es un placer y, también, un quebradero de cabeza si tenemos en cuenta la logística que conlleva: maletas, rutas, horarios… Dejemos eso a un lado viajando en autocaravana.
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Viajar con niños en autocaravana tiene muchas ventajas y, no lo negamos, algún que otro inconveniente. Pero las primeras superan las segundas. Una autocaravana te permite disfrutar del camino que es en sí el destino del viaje, los niños tienen la posibilidad de desarrollar la paciencia y la espera y aprenden a disfrutar del paseo, importante en el día a día y una lección fundamental a asumir en una sociedad en la que, cada vez más, solo se premia la inmediatez y la consecuencia rápida y directa de cualquier acto.

Cuando se viaja en autocaravana con los niños también los padres aprenden valiosas lecciones: paciencia, minimalismo y el placer que provoca conducir de noche, cuando ellos duermen, para despertarlos en parajes nuevos, abiertos a descubrir y descubrirse con la naturaleza.

Cuando hablamos de paciencia es obvio que nos referimos al ejercicio de autocontrol que, como padres, tocará hacer cuando las preguntas habituales de “¿Cuánto queda?” o las afirmaciones del tipo “Me aburroooo…” se hagan presentes en la autocaravana. Para hacerles frente, aparte de grandes dosis de humor y amor, los juegos de mesa tales como las cartas, las damas, hundir la flota o alguno más actual o el favorito de los niños se tornarán grandes aliados para las horas de viaje. Preparar juegos para hacer en familia también es una gran solución, así como aprovechar para enseñar a los niños la fauna y flora local.

Como propuesta de juegos para el coche se puede plantear una lista de cosas que deben ir ubicando a lo largo del camino y el primero que complete la lista habrá ganado. Algunas de las cosas que podemos incluir en la lista son, por ejemplo, una matrícula capicúa, un animal de cuatro patas, un pájaro grande, un árbol de hoja caduca y otro de hoja perenne… Así, además de potenciar su concentración y su capacidad de observación, conseguiremos que pasen largos ratos mirando por la ventana y disfrutando del paisaje.

No hace falta explicar demasiado a qué nos referimos cuando hablamos de minimalismo. Cuando el espacio es reducido debemos pensar muy bien qué llevaremos de viaje y qué dejaremos en casa. Habrá que limitar la ropa, los juguetes, el material de cocina… Cuando se viaja en autocaravana ayuda mucho hacer una lista y revisarla tantas veces como haga falta hasta que quede reducida a lo más básico y necesario, sin olvidarnos de lo fundamental: algún juguete y el botiquín para la familia.

¿Os hemos convencido de que las ventajas superan los inconvenientes? A continuación hay una selección pintoresca de rutas para que disfrutéis de la familia y de los pintorescos paisajes.

Por el valle de Tormes, Ávila: senderismo y montañas de postal

El cruce entre la carretera N-502 que une Ávila y Arenas de San Pedro, y la C-505 lo conoce todo el mundo que va a Gredos. Aquí se encuentra la Venta Rasquilla, famosa por su patatas revolconas y el lugar donde puede empezar a recorrer los pueblos más conmemorativos de Gredos. Navarredonda, Hoyos de Espino, Zapardiel de la Rivera, Aliseda de Tromen, Hermosillo y por fin el Barco de Ávila, son pueblos que llevan a la montaña y a la libertad.Durante decenas de kilómetros, la carretera es un dibujo de paisajes alpinos. Blanco en invierno, amarillo en primavera, pardo en otoño. Cada estación tiene su momento. Los amantes al senderismo tienen aquí rutas de referencia y todo el trayecto entre la montaña y el río se convierte en una invitación a los aficionados al turismo ecuestre. Hay que regalarse un café desde la terraza del parador de Navarredonda, pensado para que Alfonso XIII tuviese refugio cuando acudía a cazar. También merece la pena subir por los pequeños pueblos deshabitados como La Navasequilla, Horcajo de la Ribera o Lastra de Cano. Y así es como se llega a El Barco de Ávila, la capital comarcal, donde sus judías son tan famosas como sus murallas, puente románico o la iglesia gótica de la Asunción. Cualquier pueblo permitirá pernoctar con la autocaravana durante una o dos noches.

Por tierras del Navia, Asturias y Lugo

Una ruta que promete ser inolvidable donde el deporte, la playa y la gastronomía lo acompañan todo el tiempo: un norte lleno de paisajes y buen clima donde encontrarse con la ruta del majestuoso Navia, el río que se abre paso desde la lucense Piedrafita hasta el Cabo de San Agustín, en Navia.A lo largo de 160 kilómetros de trayectoria se podrán descubrir los secretos mejor guardados de las tierras asturianas. O Grandas de Salime, por ejemplo, y el museo etnográfico de Pepe El Ferreiro que se ha convertido en un imprescindible. El Parador de Salime ofrecerá una panorámica de ensueño.De nuevo en la carretera pasaremos por San Emiliano, Pezos, Gío, Lantero y Doiras, en el concejo de Boal donde también se encuentra un embalse donde disfrutar de un buen pote asturiano. Apto para los amantes de los platos de cuchara y siesta. Antes de llegar a la desembocadura del Navia, merece la pena ver Serandinas con su afición al kayak y el famoso pantano de Arbón, santuario para los aficionados a los deportes naúticos. Los lugares para acampar son numerosos e incluso hay una zona municipal, cerca de los astilleros de Armón.Una vez en el majestuoso Navia, se podrá disfrutar de un precioso entorno privilegiado donde darse un baño. Algunas de sus playas más espectaculares son la del Moro, o la de Barayo rodeada de gran valor ecológico y paisajístico.

La Axarquia malagueña, la Andalucía con trabuco

El refugio de moriscos y bandoleros. La Axarquía comprende las tierras al sureste de la provincia de Málaga. Un lugar perfecto para desviarse de las carreteras principales y apreciar la maravillosa naturaleza que supera al urbanismo salvaje. Un buen punto de inicio puede ser la Venta de Alfarnate, la venta más antigua de Andalucía de blancas fachadas iluminadas y la puerta de los ricos valles tropicales de Málaga. Esta venta tiene la fama en sus fogones y los buenos manjares como las migas, la morcilla, el mono en manteca y los famosos “huevos a lo bestia”. Con el estómago lleno se puede disfrutar de una siesta o de conducir luego por El Borge, típico pueblo pequeño y encalado de empinados escalones. Los nombres se suceden y nos atrapan. La Axarquía es paisaje en estado puro, con paisajes de lomas suaves y llanuras donde se cruzará por bellas laderas de pueblos como Frigiliana, Sedella, Salares o Corumbela. Las playas de la comarca son tan conocidas como sus aguacates, nísperos y chirimoyas. Se puede ir comiendo una buena fruta tropical y elegir un lugar donde descansar desde el Rincón de la Victoria hasta las calas de Maro.

Valle de Boí, Lleida, idilio con el románico pirenaico

El Valle de Boí es uno de esos idílicos valles del Pirineo leridano rodeado de arroyos, torrentes y bosques frondosos con sus vigilantes cumbres nevadas, que guarda algunos secretos del Arte Románico.La entrada natural al valle es El Pont de Suert, un importante cruce de comunicaciones. Un poco más arriba, se encontrará la desviación que da paso a las pequeñas carreteras que ascienden hasta las grandes joyas del románico catalán, que aspira ser Patrimonio de la Humanidad.Estas mismas carreteras nos llevan hasta la estación de montaña de Boí Taüll, donde todo tipo de deportes tienen lugar, desde el piragüismo hasta el parapente. Un poco más arriba el Balneario de Calles de Boí, famoso por sus fuentes termales y sus “estufas”, son una de las mejores vainas que se pueden encontrar del nuevo turismo natural. En sus cercanías las autocaravanas son bien recibidas. Lo mismo sucede en el parking de la estación de esquí.La carretera principal nos lleva al Valle de Arán, donde lagos glaciares se encuentran iglesias románicas que dejan con la boca abierta a más de uno. Es territorio para el regocijo en el Parque Nacional de Aigües y Estany de Sant Maurici, con una fauna de alta montaña que han hecho famosa la zona, con sus castores y nutrias. Las águilas doradas también sobrevuelan sobre las autocaravanas.

En Tierras del Maeztrazgo, Teruel

Una tierra de historias, artesanos y pueblos de postal. Y al mismo tiempo disfrutar de una arquitectura de piedra, madera y barro que desafía lo conocido. Se trata de una zona sorprendente para cualquier época.Si se empieza por Teruel hasta Cantavieja, se encontrarán pueblos cuyas calles son auténticos miradores. En Cañada de Benatanduz los senderos son ideales para el senderismo. La belleza de los pueblos interiores siempre ha sido verdadera, como en Cantavieja. Presume de su Plaza Porticada, formada por unos sublimes arcos ojivales… Al lado de la iglesia de la Asunción, la Plaza del Concejo y la iglesia de San Miguel. No podemos olvidar los buenos guisos en Casa Balfagón.Hay que pasar por Alcañiz, con un impresionante casco histórico y visitar el Parque Cultural del Maestrazgo. Un sitio donde se mantienen las tradiciones y donde disfrutar del Sendero de Gran Recorrido GR-8, con fascinantes paisajes. También del recorrido de las Grutas de Cristal de los Molinos o aprovechar con la bici los caminos señalizados y fuertes desniveles.El atractivo más fuerte lo encontramos en Galve, donde vivieron en otros tiempos los dinosaurios que han dejado sus huellas petrificadas en el barro. No olvidar visitar su apasionante museo con fósiles y reproducciones.El mejor final lo encontramos en la Matarraña, la Toscana de Aragón, un lugar perfecto para disfrutar de buena comida y paisajes de postal.

Viaje a la Alcarria, al puro estilo de Camilo José Cela

70 años después de la publicación de 'Viaje a la Alcarria', Yescapa, la plataforma de turismo colaborativo que reúne la mayor oferta de autocaravanas y furgonetas camper en alquiler entre particulares de Europa, propone un viaje literario, muy fácil de hacer en familia para disfrutar de los lugares en los que transcurre la novela del Nobel gallego.Torija:  El castillo de Torija coronando el valle invita a una parada. La Villa guarda el sabor de los pueblos castellanos. El interior del castillo alberga actualmente el Museo del libro "Viaje a la Alcarria" escrito por el Premio Nobel.Brihuega: En su obra "Viaje a la Alcarria", el escritor Camilo José Cela describe esta población histórica, enclavada en el espectacular valle de Tajuña y dueña de un notable patrimonio monumental y rincones pintorescos. Su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural. Visita obligada es la Real Fábrica de Paños, una joya de complejo industrial del siglo XVIII. Pastrana: No hay que perderse la Plaza de las Horas y el Palacio Ducal, donde estuvo condenada y encerrada hasta su muerte, la famosa Princesa de Éboli. El museo Parroquial de Tapices de Pastrana es sin duda otra visita obligada.Cifuentes: Este afluente del Tajo es el que da nombre a esta hermosa villa que conserva resto de su pasado glorioso: la muralla y el castillo, del siglo XIV, y la iglesia de San Salvaro, el convento de Santo Domingo o las ermitas de Santa Anta y San Roque.Trillo: Su seña de identidad son los puentes sobre el Tajo y sus abundantes cascadas.Zorita de los Canes: Fue declarada conjunto histórico en 1931. En ella hay que visitar, además de su imponente castillo, Recópolis, yacimiento de la única ciudad visigoda conocida en Europa y, por ello, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1946.Las Tetas de Viana: Esta formación montañosa destaca por la singularidad y representatividad de sus valores geológicos y geomorfológicos en la comarca de La Alcarria. Declarado monumento natural, comprende una superficie de 115,63 hectáreas.

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