La mayoría de madres que vuelve a serlo coincide en que la ilusión por tener a un nuevo bebé en brazos no disminuye tras la primera vez y, de hecho, la situación puede llegarse a vivir con más serenidad.
Eso sí, también puede aparecer mucho más cansancio, recordemos que, ahora, hay que sumar el cuidado del hermano mayor por lo que habrá mucho menos tiempo libre. Veamos las principales diferencias que vivirás en tu segundo embarazo con respecto al primero.
Diferencias entre el primer y el segundo embarazo
Para empezar, es una realidad que la madre se encontrará mejor preparada tanto física como psicológicamente después de haber vivido un primer embarazo. Pero, aunque una misma mujer pase por la misma circunstancia, ni el desarrollo de la gestación ni del propio parto serán iguales. Consideremos algunos aspectos tanto positivos como negativos:
- En el segundo embarazo las posibilidades de tener varices o hemorroides son superiores. Tanto unas como otras se presentan por la presión que se ejerce en el sistema venoso con motivo del aumento de peso, lo que dificulta el flujo de la sangre.
- Lógicamente, la mujer embarazada tendrá más edad, por lo que también es más probable que pueda padecer diabetes gestacional. Por fortuna, lo que tiende a ser menos común es que se produzca preeclampsia.
- Suele decirse que el segundo parto dura menos que lo que duró el primero. Y que, incluso, el preparto también lo es en comparación. Esto puede deberse a que el cuello del útero ya se acortó con anterioridad y no volvió a adquirir su rigidez original. También suele ser normal que la fase de dilatación y la fase de expulsivo dure menos que la del primer parto porque las fibras del útero tienen más capacidad para la enlongación.
- Por otro lado, con cada embarazo aumenta la posibilidad de hemorragia en el momento de salir de la placenta. Cuanto más distendido esté el útero más le cuesta contraerse para cerrar los vasos capilares. Aunque tampoco hay que preocuparse en exceso, normalmente el riesgo de hemorragia se ve aumentado por otras razones. Un factor que reduce este riesgo, además de favorecer el vínculo madre e hijo es poner al bebé sobre la mamá nada más nacer.
- Si los partos son vaginales, la probabilidad de sufrir desgarros o episiotomía se reduce. Aunque después del primer parto el periné debe recibir un mejor cuidado. Para ello es recomendable el descanso relativo los cuarenta días siguientes al alumbramiento.
¿El segundo parto se adelanta?
Una duda que suele surgir entre las futuras madres que ya han pasado por un embarazo anteriormente es si en la siguiente ocasión su parto se adelantará o incluso, si se retrasará.
La tendencia general es pensar que después del primero, las siguientes gestaciones tienen una duración más corta, pero la realidad es que la duración media de cualquier embarazo es de 280 días (desde la fecundación hasta el nacimiento).