A Marta Garín le gusta su trabajo, es pediatra y además divulgadora. Uniendo esas dos facetas se embarcó en la aventura de escribir un libro para ayudar a los padres y las madres a superar los temores, a anular las angustias y a solucionar las dudas que surgen una tras otra a lo largo de la crianza de los hijos.
“Cierra la boquita que te vas a enfriar” (Ed. La esfera de los libros), pretende ser una guía completa a través de la cual las madres y los padres van descubriendo esos mitos y creencias relacionadas con la crianza, que siendo completamente erróneas se han ido perpetuando a lo largo de los años de generación en generación.
Como ella misma dice, su labor como divulgadora empezó primero en Facebook y después ha seguido a través de su cuenta de Instagram, donde intenta “combatir mitos, fakes y tonterismos varios relacionados con la salud infantil” porque a lo largo de los años se ha dado cuenta de que el trabajo en pediatría va más allá de atender solo a los niños o a los bebés, es un trabajo en el que hay que “tratar a las familias en su conjunto y atender, también a los padres, que muchas veces llegan con mochilas cargadas de mitos y creencias erróneas acerca de la crianza.”
La ciencia ya nos ha dejado claro la relación negativa de la comida basura y la salud mental de los niños y que comer sano de niño previene enfermedades mortales de mayor pero eso no significa por ejemplo, que no se pueda salir de casa sin desayunar como se ha creído durante tanto tiempo.
Para Marta Garín, esos mitos nacen de “una buena intención, pero que en muchos casos llega a poner en riesgo la salud de los más pequeños”.
Los azúcares añadidos
A lo largo de sus años de profesión, la doctora Garín se ha dado cuenta de que “los mayores excesos se cometen normalmente en el desayuno y la merienda”. Son dos momentos en los que con buena intención, las madres, los padres y los cuidadores, ofrecen alimentos como el zumo que “no deja de tener un montón de azúcares libres” que no son saludables ni recomendables “aunque tú se lo hagas en casa” pensando que es un alimento sano, realmente no lo es y así lo explica esta pediatra en sus redes sociales.
“También hay muchos padres que dan a sus hijos leche con miel, pensando que la miel es sana” y no es así, “la miel sigue siendo azúcar libre.”
A su modo de ver como profesional de la salud infantil, si en el desayuno y la merienda estamos cometiendo errores tan importantes, realmente “la dieta no es sana” aunque a la hora de la comida el niño tome unas lentejas o unas verduras a la hora de cenar.
“Hay niños que toman zumos industriales dos o tres veces al día” y además puede que los acompañen de galletas o bollería industrial, algo que no se puede considerar adecuado dentro de una alimentación sana y equilibrada como la que necesitan nuestros hijos.
Desayunos más saludables
El caos de la mañana no ayuda a la hora de pensar en un desayuno perfecto para tus hijos y sin embargo, siguiendo algunas de las pautas que la pediatra Marta Garín comparte en sus redes sociales, no es tan complicado conseguirlo.
Para empezar eliminamos el consumo de zumos de fruta aunque sean caseros y los sustituimos por la fruta en trozos.
El siguiente mito a desterrar está relacionado con el consumo de lácteos tan vinculado al desayuno y a la merienda de los niños. La doctora Garín señala que “el lácteo no es imprescindible para niños por encima del año de edad”, existen otros alimentos que aportan el calcio necesario para un desarrollo saludable y “si quieres quitar el lácteo y reemplazarlo por otra proteína, puedes hacer una tortilla francesa” o puedes probar a preparar queso casero con los niños que perfectamente puede entrar a formar parte de vuestro desayuno.
Y sobre la necesidad o no de que los niños lleven bebidas al colegio para el desayuno del recreo, la doctora Marta Garín tiene claro que “toda la vida se ha bebido agua en los recreos y no pasa nada. Tú llevas tu pieza de fruta, tu pan y tu agua y esa es una merienda equilibrada”.

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