Los escritorios de pie se han popularizado en los últimos años como una alternativa para combatir los efectos del sedentarismo también en los niños que pasan gran parte del día sentados en los pupitres y las mesas de los colegios mientras están en clase. Sin embargo, un estudio reciente plantea interrogantes sobre si su efectividad es real y sugiere que esta novedad a los escritorios tradicionales, podría no ser tan beneficiosa como se pensaba en un primer momento.
El tiempo que estamos sentados y sus efectos en la salud
El estudio, que analizó datos de más de 83,000 adultos en el Reino Unido, encontró que pasar más de diez horas al día sentado se asocia con un aumento significativo en el riesgo de enfermedades cardiovasculares, independientemente de la edad que se tenga. Equipados con dispositivos de seguimiento, los participantes de este estudio fueron observados durante un promedio de siete años, lo que permitió a los investigadores medir con precisión el tiempo que pasaban de pie y sentados y el efecto que estos tiempos tuvieron sobre su salud en general.
Según el especialista Mateo Ahmadi, líder de la investigación, “Pasar más de diez horas al día sentado está vinculado con un aumento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.” Además, por cada hora adicional, el riesgo aumenta un 15%, lo que destaca los efectos negativos del sedentarismo prolongado en adultos pero también en niños.
¿Por qué se pusieron de moda los escritorios de pie?
Durante años, el sedentarismo ha sido señalado como una causa de distintos problemas de salud, desde la obesidad hasta enfermedades cardiovasculares. En respuesta, apareció la idea de trabajar de pie. Una idea promovida como una forma de reducir el tiempo que se pasa sentado y, por tanto, una forma de mejorar la salud en general.
Las investigaciones previas sugerían que estar de pie podría ayudar a quemar más calorías, a mejorar la postura corporal e incluso a reducir el riesgo de enfermedades del corazón en la población de cualquier edad. Sin embargo, este reciente estudio publicado en la Revista Internacional de Epidemiología pone en cuestión todos estos supuestos beneficios.

La solución no es estar de pie
No obstante, a pesar de que los datos obtenidos son irrefutables, el estudio también señala que estar de pie sin moverse durante largos periodos puede conllevar sus propios riesgos. A pesar de la creciente popularidad de los escritorios de pie en muchos hogares de cara a mejorar la salud de los niños durante las horas que dedican al estudio, los resultados de esta investigación sugieren que simplemente reemplazar una silla por un escritorio de pie no es suficiente para reducir los riesgos que tiene el sedentarismo sobre la salud de la población en general.
Los investigadores encontraron una relación directa entre pasar más de dos horas seguidas de pie y un aumento en problemas circulatorios, como las venas varicosas y la hipotensión ortostática. La falta de movimiento hace que la sangre se acumule en las piernas, lo que incrementa el riesgo de problemas circulatorios en un 11% por cada media hora extra de pie.
Estar de pie durante largos periodos no ofrece los beneficios cardiovasculares esperados y, en algunos casos, puede agravar problemas circulatorios. En lugar de ver el tiempo de pie como una solución, es importante encontrar un equilibrio que favorezca el movimiento regular a lo largo del día.
Para reducir el riesgo de problemas de salud tanto en adultos como en niños, la clave no está solo en elegir entre estar sentado o de pie, sino en fomentar un entorno que permita el movimiento constante y evite posiciones prolongadas. En las oficinas, en clase y por supuesto en el hogar, el objetivo debe ser promover pausas activas y un ambiente que invite al cambio de postura y al movimiento.
Para contrarrestar los efectos del sedentarismo, los expertos recomiendan hacer pausas activas cada media hora. Añadir pequeñas caminatas, estiramientos y cambios de postura puede ser la verdadera respuesta para contrarrestar los riesgos de salud de un estilo de vida sedentario.
Estos pequeños descansos pueden incluir estiramientos, caminar unos minutos o simplemente cambiar de postura. En lugar de depender solo de un escritorio de pie, una solución más efectiva puede ser el uso de escritorios ajustables que permitan alternar entre estar sentado y de pie, combinado con el movimiento.

Que los niños pasen menos tiempo sentados
En la sociedad actual nuestros hijos también están expuestos al sedentarismo, tanto en el entorno escolar, donde pasan varias horas al día sentados, como luego en casa, donde el ocio suele estar demasiado tiempo relacionado con las pantallas.
La doctora Nuria Núñez señala que, evolutivamente, no es natural que un niño pase tanto tiempo en una silla por lo que conviene ofrecer distintas alternativas para evitar los problemas de salud que lleva implícitos el sedentarismo.
- Fomentar el juego al aire libre: Los niños necesitan moverse y estar activos. Las actividades al aire libre y el juego libre les permiten correr, saltar y desarrollar habilidades motoras de manera natural.
- Incorporar deportes en grupo: Los deportes en equipo no solo promueven la actividad física, sino que también ayudan a los niños a desarrollar habilidades sociales, trabajar en equipo y mejorar su coordinación.
- Alternar actividades en casa: En lugar de ver televisión o usar dispositivos electrónicos, se pueden proponer actividades creativas como dibujar, bailar o hacer ejercicios sencillos o incluso algunas posturas de yoga para niños.
- Realizar pausas activas en el colegio: Si es posible, hablar con los maestros para incluir pequeñas pausas en las que los niños puedan estirarse o moverse por unos minutos.
- Evitar rutinas largas de pantalla: Aunque es difícil eliminar el tiempo frente a dispositivos, se puede limitar este tiempo e intercalar con actividades que impliquen movimiento.

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