Nuevo estudio: los hábitos de la madre en el embarazo afectan al corazón del niño hasta la adolescencia

Investigadores de Harvard revelan que el peso previo al embarazo, fumar en la gestación y no dar el pecho influyen en la salud cardiovascular de los hijos hasta los 18 años.
Harvard demuestra cómo impactan los hábitos de la madre en la salud del corazón de sus hijos a largo plazo
Harvard demuestra cómo impactan los hábitos de la madre en la salud del corazón de sus hijos a largo plazo (Midjourney - RG) - Harvard demuestra cómo impactan los hábitos de la madre en la salud del corazón de sus hijos a largo plazo

Todo empieza antes del primer latido. Esta es la conclusión a la que han llegado múltiples estudios científicos que han profundizado en la relación entre los hábitos de la madre y la salud del feto a largo plazo, tanto en su etapa de bebé como durante la primera infancia e incluso la adolescencia. A veces olvidamos que la salud no se construye de golpe, sino que se teje poco a poco, casi en silencio. Antes de que un bebé diga su primer "mamá", antes incluso de que nazca, ya hay factores que están dejando huella en su futuro. Y una nueva investigación liderada por profesionales de la universidad de Harvard lo confirma con claridad: los hábitos de la madre en el embarazo pueden condicionar la salud del corazón de su hijo hasta la adolescencia.

Este estudio, liderado por el Dr. Izzuddin Aris desde la Escuela de Medicina de Harvard y publicado en JAMA Network Open en abril de este año 2025 ha seguido a 1.333 niños desde la infancia hasta la adolescencia. A lo largo de casi dos décadas, se ha medido cómo evolucionaba su salud cardiovascular teniendo en cuenta el contexto prenatal y perinatal: desde el peso de la madre antes del embarazo, hasta si se fumó o no durante la gestación, o si el bebé fue alimentado con leche materna o fórmula en sus primeros meses.

Lo que han descubierto los investigadores tiene implicaciones directas para cualquier madre (o futura madre) que desee dar a su hijo o hija el mejor comienzo de vida posible. La salud cardiovascular no se construye sólo en la adolescencia, ni siquiera en la infancia. Comienza mucho antes. Y está en nuestras manos, al menos en parte, garantizar la mejor salud cardiovascular posible a nuestros hijos e hijas.

Infografía que conecta a una madre con la salud de su hijo
El estudio de Harvard demuestra el impacto a largo plazo en la salud infantil de los hábitos de la madre durante el embarazo (Midjourney - RG)

Detalles del estudio: el impacto a largo plazo de los hábitos de la madre

El trabajo de investigación forma parte del prestigioso Project Viva, un seguimiento de cohortes iniciado en 1999 en Massachusetts (Estados Unidos) que examina el impacto de factores tempranos en la salud infantil

En esta ocasión, los investigadores utilizaron la herramienta Life’s Essential 8 de la American Heart Association, que mide la salud cardiovascular en una escala de 0 a 100 considerando 8 aspectos: 4 conductuales (dieta, actividad física, sueño y exposición a nicotina) y 4 biológicos (IMC, presión arterial, colesterol y glucosa).

Los niños fueron evaluados a los 3, 8, 13 y 18 años. Se analizó si existía relación entre ciertos factores maternos, como obesidad previa al embarazo, tabaco en el embarazo o tipo de lactancia, y las trayectorias de salud cardiovascular de los hijos a lo largo del tiempo.

Entre los resultados, el estudio destaca que el peso materno, la hipertensión gestacional y la lactancia influyen en la salud del corazón infantil hasta la adolescencia.

Y, centrándose de forma específica en la salud cardiovascular, el estudio concluye que esta comienza a deteriorarse en torno a los 10 años. Además, señala que los hijos e hijas de madres con obesidad previa al embarazo tenían puntuaciones de salud cardiovascular entre 1 y 2 puntos más bajas que los hijos e hijas de madres con peso saludable. Y lo mismo ocurre con los hijos e hijas de madres que fumaron durante el embarazo o que fueron alimentados exclusivamente con fórmula.

Estas diferencias, aunque aparentemente pequeñas, tienen un impacto acumulativo. Un solo punto menos en la escala se ha asociado con un aumento del 20% en el riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte prematura en la adultez.

Tabla 1. Asociación de factores prenatales y perinatales con las puntuaciones proyectadas de salud cardiovascular general a los 3, 8, 13 y 18 años (n = 1338)
Tabla 1. Asociación de factores prenatales y perinatales con las puntuaciones proyectadas de salud cardiovascular general a los 3, 8, 13 y 18 años (n = 1338)

Claves para las familias: cómo influyen estos hallazgos en la crianza

Este estudio confirma que lo que ocurre incluso antes del nacimiento, a lo largo de la gestación, importa. Es más, los hábitos maternos tienen trascendencia incluso antes de quedarse una mujer embarazada, ya que su salud durante la gestación depende en gran medida de sus hábitos previos. 

Por ejemplo, sobre la obesidad y el peso previo al embarazo, es esencial entender que mantener un peso saludable antes de la concepción puede tener beneficios no solo para la madre, sino también para el corazón futuro de su hijo o hija. La salud metabólica empieza a escribirse desde tu embarazo.

Qué decir del tabaquismo. Otros estudios específicos ya han advertido previamente de que fumar delante de los niños tiene consecuencias graves. Y es que fumar durante la gestación no sólo afecta al crecimiento fetal o al riesgo de parto prematuro. También sabemos que deja una huella persistente en la salud cardiovascular de los hijos.

Lo positivo de este tipo de investigaciones es que aportan esperanza al mismo tiempo que intentan advertir de las consecuencias de los hábitos de las madres porque muchos de estos factores son modificables

Eso sí, cabe señalar que los autores del estudio también señalan que estas condiciones no existen de forma independiente y ajena a las circunstancias sociales: factores como el nivel socioeconómico o el acceso a una vivienda saludable pueden influir también. Otro estudio reciente advierte del impacto del barrio en la infancia. Por eso, también es clave que las políticas de salud pública promuevan entornos que faciliten decisiones saludables.

Una niña corre feliz y sana
Los hábitos maternos pueden influir en la salud cardiovascular de su hijo o hija hasta la adolescencia (Midjourney - RG)

En definitiva, el corazón de los niños y niñas comienza a latir dentro de la madre, pero su salud sigue vinculada a este en cierto modo en función de las elecciones vitales de la madre hasta mucho tiempo después de separarse físicamente de ella. 

Y aunque no todo depende de la madre, ni mucho menos, los pequeños gestos pueden convertirse en enormes inversiones de futuro para la salud, no solo propia, también de los hijos e hijas.

Referencias

  • Izzuddin M. Aris, Sheryl L. Rifas-Shiman, Sarah D. de Ferranti, Marie-France Hivert, Wei Perng. Prenatal and Perinatal Factors of Life’s Essential 8 Cardiovascular Health Trajectories. JAMA Network Open, 2025;8(4):e257774. DOI: 10.1001/jamanetworkopen.2025.7774

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