Consejos de una psicóloga experta para acompañar correctamente las emociones de la madre después del parto

No todos los partos son de color de rosa. Hay mujeres que sufren partos traumáticos y que, después, tienen que enfrentarse a juicios de valor por parte de su entorno. Por eso, hoy, queremos dirigirnos a ese entorno con unos cuantos consejos para tratar a una mujer que acaba de dar a luz.
apoyo

Cuando hablamos de parto traumático hablamos de experiencias de parto que han tenido un impacto emocional y psicológico en la mujer que lo experimenta. La mejor manera de descubrir cómo se siente una mujer durante el parto es preguntárselo, y esto es algo que no es tan frecuente que suceda.

 

Acompañar es sostener, escuchar, estar presente y ayudar. Y esto no solo a de suceder en terapia. La realidad que nos encontramos en psicoterapia es que hay mujeres que no solo han tenido una experiencia traumática en el parto, sino que a partir de ahí han sido invalidadas o re-traumatizadas por diferentes personas de su entorno (tanto sanitario como personal). Y esto nos preocupa muchísimo.

Consejos para tratar a una mujer en el posparto

Cuanto más incomprendidas nos sintamos en nuestra vivencia personal, más probable es que nos sintamos culpables o responsables de lo vivido y más difícil es integrar el trauma. Por eso hoy queremos traeros algunos consejos aptos para todas las personas que estamos cerca de una mujer que ha parido.

  • Practica la escucha activa y genera un espacio seguro para que pueda relatar su parto, que se sienta comprendida y escuchada. Necesitamos relatar las experiencias tan intensas para poder integrarlas. Es muy importante respetar siempre sus tiempos, cuando ella esté lista que sepa que tiene con quién hablar de su parto.
  • Aléjate del juicio: tu opinión o criterio respecto a si su vivencia fue o no traumática es secundaria, lo importante es cómo lo ha vivido y sostener ese cómo lo vive y cómo le hace sentir.
  • Evita comentarios que dejan en último lugar la experiencia de la madre. Es muy común que se digan cosas del estilo “bueno, lo importante es que el bebé esté bien” o “bueno, ya pasó”. Puede que el bebé esté bien pero eso no implica que la madre lo esté. Puede que el parto ya haya terminado en lo objetivo pero es probable que no en lo subjetivo. Con ese tipo de comentarios lo que hacemos es silenciar a las madres y silenciar el dolor.
 
  • Recuérdale que ella es la única que ha parido a ese bebé. Sin ella no hubiera tenido lugar. Dar el protagonismo que realmente tenemos en el nacimiento de nuestro bebé y que muchas veces, parece que nos roban.
  • Valida sus emociones: a veces ante personas que muestran emociones muy intensas tratamos de calmarlas o relativizarlas y muchas veces, lo que necesitamos es que las entiendan, comprendan, escuchen y abracen. Cada persona vivimos y procesamos el trauma de manera única.

Si alguien estuvo a su lado durante el parto, es importante que pueda ayudarle a reconstruir la historia ayudando a comprender que ella hizo todo lo que podía hacer.

  • Presta atención tanto a las secuelas físicas como a las psicológicas. Ni es normal tener pesadillas reviviendo el parto, ni lo es tener un dolor terrible, incontinencia fecal o urinaria. Muchas veces normalizamos realidades que no son normales, y es importante preguntar para poder saber qué está pasando.
Descripción de la imagen - FESENKO MAKSYM
  • Apoya las decisiones que tome: es probable que algunas mujeres decidan reclamar, otras no. Algunas querrán ir a terapia y otras no. Es importante estar ahí respetando los tiempos y ayudando a que dibuje el camino adecuado para integrar su trauma. El trauma se sana acompañada. Puedes aconsejar, no imponer.
  • Sé paciente, el proceso de recuperación tras un parto traumático lleva tiempo y aunque pueda resultar cansado, esa persona lo que necesita es sostén y apoyo.

La clave es sencilla: si no sabes cómo ayudar, pregunta qué necesita. Si no sabes qué decir, escucha.

Recomendamos en