Durante el trabajo de parto hay ocasiones en las que debemos actuar e intentar ayudar a la mamá y al bebé para que nazca por vía vaginal, evitando de este modo la realización d duna cesárea.

Los principales motivos por lo que se suele realizar un parto instrumental son los siguientes.
Prolongación de la segunda etapa del proceso del parto
La segunda etapa del parto es el período que va desde que se alcanza la dilatación completa hasta que sale el bebé. Es importante definir previamente en qué consiste el parto prolongado .
En las mujeres que nunca han tenido ningún parto: falta de progreso continuo durante 4 horas con anestesia epidural o 3 horas sin anestesia.
En las mujeres multíparas, que han tenido mínimo un parto previo: falta de progreso continuo durante 3 horas con anestesia epidural o 2 h sin anestesia epidural.
En estos casos es preciso que la cabeza del bebé haya alcanzado un plano concreto de la pelvis para poder ayudar con un instrumento a que nazca. Si no lo alcanza, se debe realizar una cesárea.
Sospecha de compromiso fetal

Durante el trabajo de parto, se realiza monitorización de la frecuencia cardíaca fetal de forma intermitente si no está utilizándose Oxitocina ni anestesia epidural, y continua en el caso contrario.
Si durante el registro aparecen alteraciones del monitor, que evidencian un compromiso por parte del bebé y la condiciones son favorables para aplicar el instrumento, se pueden utilizar para evitar la realización de una cesárea.
Necesidad de acortar la segunda etapa del parto para beneficio materno
Hay situaciones en los que se puede realizar un parto pero se recomienda acortar el expulsivo. Es el caso de alteraciones cardíacas, alteraciones neurológicas o problemas visuales como miopías extremas. En estos casos consensuamos el tipo de parto con los especialistas en cuestión, para intentar reducir al mínimo el riesgo para la mujer.
Agotamiento materno o incapacidad para pujar adecuadamente

Desde que se alcanza la dilatación completa, no es necesario pujar con cada contracción. Hay que intentar respetar un periodo pasivo en el que el bebé vaya descendiendo por el canal del parto y poco a poco ayudarlo con los pujos. De este modo evitamos que la mamá se canse en exceso. Si a pesar de pujar activamente no se logra la salida del bebé, puede llegar un momento en el que la mamá se canse y en estos casos podemos ayudarla.
En otras ocasiones, la mujer lleva analgesia epidural y esto hace que no tenga sensación de pujo, incluso puede no notar que está empujando. Esto puede hacer que sus pujos sean menos intensos de lo que podrían ser sin analgesia. En estos casos también puede precisarse ayuda para la salida del bebé.
Cómo veis, hay situaciones que pueden precisar que se apliquen instrumentos para favorecer la salida del bebé por vía vaginal.