Estas son las causas que podrían causar acoso escolar o 'bullying'

Los casos de acoso escolar o “bullying” en las aulas van cada vez más en aumento. ¿Cuáles son los factores que podrían causar este problema? Te lo contamos en el siguiente artículo.
Acoso escolar nueva pandemia

El acoso escolar es un término que ha ganado popularidad en los últimos años, pero que refleja algo que se lleva dando muchísimo tiempo más. El acoso escolar es una realidad con la que tienen que lidiar familias y centros educativos y que, desgraciadamente, ha aumentado mucho últimamente. 

Acoso escolar nueva pandemia - Getty Images

“Estimamos que unos dos millones de menores en toda España sufren de acoso escolar (…). De esos dos millones de víctimas, entre cien mil y doscientos mil, aproximadamente, sufren acoso de alta intensidad” revela Carmen Cabestany en su libro publicado el mes pasado “El bullying es cosa de todos”. Pero, ¿qué es el acoso escolar o “bullying”? Se trata de un maltrato repetitivo que ocurre entre iguales, en donde uno o más individuos agreden a otro de manera intencional.

Las causas más probables de acoso escolar

633414975cafe86a4a799d09

Las causas o desencadenantes del acoso escolar pueden ser varias, aunque podríamos agruparlas en tres grupos muy generales: causas escolares, familiares y personales.

En la parte del ámbito familiar, por ejemplo, la ausencia de uno de los progenitores o el uso de la violencia por parte de alguno de los dos puede provocar el nacimiento de actitudes agresivas en los niños. Asimismo, una mala relación entre padres e hijos, la separación de los progenitores mal gestionada, las tensiones matrimoniales, una desfavorable situación socioeconómica, el uso de la violencia como forma de educar, la ausencia de rutinas y de organización diarias o la falta de valores, límites y normas pueden ser también desencadenantes de una actitud agresiva en el niño. 

En definitiva, los niños que crecen en entornos familiares o sociales donde prevalece la violencia, el abuso o la falta de comunicación y apoyo emocional, tienen más probabilidades de convertirse en agresores o ser víctimas de acoso escolar. Los modelos de comportamiento que presencian en su entorno pueden influir en cómo interactúan con sus compañeros en la escuela.

Fuente: iStock

En cuanto a las causas escolares, sobre todo tienen que ver con que los niños vean faltas de respeto, amenazas o humillaciones hacia otros compañeros o entre profesores: es un clima favorecedor para que aparezcan ese tipo de conductas. Además, en muchas escuelas, existe una cultura que tolera o ignora el acoso escolar. Si no se promueven valores de respeto, inclusión y convivencia pacifica, es más probable que los casos de acoso escolar se perpetúen. Carmen Cabestany menciona en su libro “la inmensa mayoría de los centros educativos, maestros y profesores no tienen ningún tipo de formación sobre bullying”.

Y, por último, las causas personales, las que tienen que ver directamente con el niño: no hace falta que viva una situación desestructurada en casa o que sean testigos de algún tipo de violencia en el colegio, para que aparezca una conducta abusadora. A veces, tiene que ver con su persona: sufrir estrés o ansiedad, entre otras enfermedades mentales, pueden ser causas. Algunas características personales como la timidez, la baja autoestima, la inseguridad o la falta de habilidades sociales también pueden hacer que un niño sea más vulnerable al acoso escolar. Y además, niños de grupos con ciertos estereotipos también podrían ser víctimas de bullying como por ejemplo inmigrantes, discapacitados o pertenecientes a la comunidad LGBTQ+.

Aunque estos son los factores más comunes que pueden desembocar en acoso escolar, es importante estudiar cada caso concreto para conocer las causas exactas que se esconden detrás de esa agresividad.

¿Qué señales muestra un niño que está siendo víctima de acoso escolar?

Descripción de la imagen - Getty Images/iStockphoto

El caso del bullying físico es el más fácil de detectar porque, probablemente, el niño acudirá a casa con marcas corporales que lo evidencien. Pero, las marcas emocionales son, además de más dañinas, mucho más difíciles de detectar. A una víctima de acoso escolar le costará mucho verbalizar que está sufriendo acoso, por eso, es importante que los padres tengan en cuenta la observación y la comunicación con los niños. Es importante que la familia estén atentos porque, un cambio de conducta en sus hijos es un gran signo de sospecha.

Estas son algunas pistas que podrían hacer saltar las alarmas:

  • No quiere ir al colegio y suele poner excusas para quedarse en casa.
  • Su humor es distinto, está más triste, serio, apático o irritado.
  • Muestra menos interés por actividades que antes sí disfrutaba.
  • Siente ansiedad o estrés.
  • Hace comentarios en los que expresa preocupación e inseguridad (que antes no hacía).
  • Su rendimiento escolar es menor ya que le cuesta trabajo concentrarse o ha perdido el interés por estudiar.
  • Duerme peor o incluso sufre pesadillas.
  • En cuanto a la comida, o pierde el apetito o bien come de forma impulsiva.
  • También presentar señales físicas como heridas, rasguños o moratones.

Recomendamos en