“No te preocupes si coge algún virus en la guardería, eso le inmuniza”. Esta es, posiblemente, una de las frases más escuchadas unas semanas después de que comience el curso escolar.
Los síntomas más frecuentes de la bronquiolitis
Como nos explica la doctora María José Lirola, pediatra del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla, los síntomas que se manifiestan en los pequeños son fiebre, mocos y tos, fundamentalmente.
Tras pasar el periodo de incubación, a los dos y cinco días, la tos puede volverse más persistente, el niño puede perder el apetito, estar más irritable y, al tratarse de una enfermedad pulmonar, también puede experimentar dificultad para respirar (aumenta la frecuencia respiratoria y se observa retracción costal). En la auscultación, el médico puede escuchar sibilancias (como pitidos) y crepitantes (ruidos burbujeantes o chasqueantes).

En general, la mayoría de los niños que sufren esta patología respiratoria se recuperan en menos de siete días, aunque la tos puede permanecer hasta tres y cuatro semanas. Como señala la especialista en Pediatría, “en la mayor parte de las ocasiones (80%) se trata en casa, con medidas como antitérmicos, lavados nasales, dar de comer menos cantidades, más veces al día y colocando al niño en posición semiincorporada para facilitarles la respiración.
Sin embargo, el 10-20% de los niños con bronquiolitis necesitarán hospitalización y, de estos , un 2% ingresará en cuidados intensivos”. De ahí que los expertos insistan en poner todas las medidas para prevenirlo.
Los niños prematuros, sobre todo los nacidos antes de las 32 semanas, los menores de 2 meses, los niños con cardiopatías congénitas, con enfermedades neuromusculares, con inmunodeficiencias y con enfermedades respiratorias de base, tendrán mayor riesgo de presentar la enfermedad grave. Además, la mitad de los bebés que sufren bronquiolitis se quedan con los bronquios más sensibles a otros virus respiratorios y van a sufrir más bronquitis de repetición los primeros años de vida.

¿Se puede proteger a bebés y niños de contraer bronquiolitis?
Como explica la AEP, el virus que causa la bronquiolitis es el Virus Respiratorio Sincitial, más conocido por sus siglas, VRS. Un virus con el que todas las familias conviven todas las temporadas de invierno, pero que este año, además de aparecer antes, lo ha hecho cuando los niños no están inmunizados: las medidas sanitarias de estos dos últimos años para evitar contagios por COVID-19 han terminado evitando que se contagien de VRS y que, por tanto, hayan llegado sin inmunizar.
“La causa más probable de esta situación es la falta de circulación de estos virus en los dos últimos años y la ausencia de inmunidad en los niños de menor edad que, sumada a la retirada de las medidas de protección, ha desembocado en esto”, manifiesta la AEP.
Por eso, una de las mayores preocupaciones de todos los padres es saber si existe alguna manera de proteger a bebés (los más afectados) y niños pequeños contra el VRS y, por ende, protegerlos de la bronquiolitis.
Y la respuesta es sí.
Para empezar, el lavado de manos ha de ser frecuente. Es la principal medida para evitar el VRS. Muy importante sobre todo, antes de coger a un bebé, ya que el virus puede permanecer hasta 90 minutos en las manos.

Asimismo, los expertos advierten que hay que tener mucho cuidado con las visitas. Hay que recordar que los bebés tienen las defensas menos desarrolladas y que se debe evitar que las personas resfriadas se acerquen a ellos, sobre todo, de octubre a enero.
“Hay que tener en cuenta que la bronquiolitis está producida por un virus respiratorio que, normalmente, originan solo resfriados, pero que en lactantes y bebés, con el sistema inmunológico menos desarrollado, puede progresar y afectar a los pulmones”, alertan desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica.
Otras medidas
- Utilizar pañuelos de papel desechables y lavarse las manos después de usarlos.
- Toser en el antebrazo y hacia el otro lado de la persona.
- Ventilar todas las estancias de la casa
- Mantener una buena higiene
- No fumar dentro de casa o en el coche
- Lavar con agua y jabón los objetos que toca los bebés
- Tener mucho cuidado con los besos, ya que pueden transmitir virus respiratorios
- Está demostrado que la lactancia materna también inmuniza a los bebés
Cuanto menos medidas de seguridad, más incidencia

La incidencia de esta dolencia, según nos cuenta la doctora Lirola, es alta. En torno al 2% de los niños menores de 1 año tendrán un episodio de bronquiolitis aguda (normalmente por virus respiratorio sincitial, VRS).
Sin embargo, durante el invierno del pasado año los casos descendieron. Así lo anunciaron los expertos tras observar que los nuevos hábitos higiénico-sanitarios adoptados por la población como freno a la propagación del virus SARS-CoV-2 tuvieron una influencia inmediata en la transmisión de otras enfermedades respiratorias infecciosas habituales en los meses más fríos del año.
“Debido a las medidas de distanciamiento social, lavados de manos y uso de mascarillas durante la temporada 2020-21, prácticamente no tuvimos bronquiolitis. Hubo una disminución de esta enfermedad de aproximadamente el 90%. También sucedió con la gripe”, afirma la doctora. Pero no está ocurriendo lo mismo estos años posteriores.
“Hemos vuelto a hacer vida prácticamente normal, por lo que se ha vuelto a las mismas cifras, incluso, más altas de otras temporadas de circulación de virus y contagios.” En este sentido, otros expertos coinciden en afirmar que el buen uso de las medidas higiénico-sanitarias adquiridas durante la pandemia de la C OVID -19 facilitó el control de las infecciones por VRS durante el invierno pasado.

Sin embargo, esto también puede contribuir a una mayor incidencia este año. El doctor Manuel Sánchez Luna, jefe del Servicio de Neonatología del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, apuntó, durante un evento para presentar el proyecto ‘Universo VRS’, de AstraZeneca, que “La coexistencia con la COVID-19 durante el año pasado ha producido una ausencia generalizada de anticuerpos en la población de riesgo y puede afectar esta vez también a niños más mayores.
Además, la muy limitada circulación del VRS durante el pasado invierno ha provocado un menor refuerzo inmunológico a nivel poblacional”.
El tratamiento más efectivo para la bronquiolitis en bebés
Actualmente, el tratamiento para esta enfermedad es sintomático, y aunque se están haciendo investigaciones y avances importantes en este sentido, no se dispone aún de uno curativo.

El abordaje terapéutico se centra en las medidas de sostén: hidratación adecuada, fraccionar las tomas o las comidas, higiene de las vías respiratorias altas y procurar que el pequeño mantenga una posición semiincorporada que le permita respirar mejor. Además, apostilla Lirola, ”habrá que evitar fumar en el entorno del niño y se mantendrá una temperatura adecuada en la estancia.
La mayoría de los pequeños se manejarán de forma adecuada en sus domicilios siguiendo estas medidas, aquellos que no se alimenten bien y que presenten un aumento del trabajo respiratorio serán los que necesitarán hospitalización”.
Por supuesto, como padres, no podemos medicar a nuestros hijos sin la prescripción médica, puesto que existe el riesgo de enmascarar un problema y agravar la patología.