Cuando decidimos dar lactancia materna, hay que tener en cuenta que hay un mundo de posibilidades para ofrecérselo. No siempre tiene que ser directamente del pecho y dentro de las maneras de ofrecerlo más habituales encontramos:
- Directamente del pecho.
- En biberón.
- Jeringa.
- Cucharita.
- Vasito.
- Entre otros...
Esto lo llamamos lactancia en diferido.
La leche, una vez se extrae, ya sea mediante sacaleches o manualmente (extracción manual), lo importante es ofrecérselo a nuestro bebé de manera segura.
Así que ¿cómo podemos conservar la leche materna de manera segura?
Recomendaciones generales
- Lavarse las manos antes de extraer y manipular la leche.
- Usar recipientes bien lavados (agua caliente y jabón) y aclarados para almacenar la leche. O lavarlos en el lavaplatos.
- Usar leche fresca (no congelada) siempre que sea posible.
- Congelar lo antes posible la leche que seguro no se vaya a usar antes de tres días.
- Si por cualquier razón no se puede o no interesa congelar la leche
- inmediatamente después de extraerla, guardarla lo antes posible en una nevera, hasta usarla o congelarla.
- Guardar la leche materna en pequeñas cantidades (50 – 100 cc) para poder descongelar solo la que el niño vaya a tomar inmediatamente.
- Etiquetar los recipientes de leche congelada con la fecha.
- Descongelar siempre la leche más antigua.
- Una vez descongelada la leche, removerla bien. Puede mezclarse para una misma toma leche extraída en distintas fechas.
Higiene
- Lavarse las manos.
- Realizarlo a poder ser en un ambiente limpio.
- Tener preparado todo el material: bolsitas recolectoras/botellas, nevera, placas de hielo o frigorífico cerca, sacaleches o la propia mano.

¿Cómo mantenerla fría de manera adecuada?
- Si es la primera vez que te sacas leche y sólo le has ofrecido directamente del pecho anteriormente, te recomiendo que hagas bolsitas de pequeñas cantidades (50 mls o menos) ya que puede que las primeras veces le cueste adaptarse a ese nuevo método (cualquiera de los mencionados anteriormente) y la leche que toque la boca del bebé, lo que sobre, habría que desecharlo.
- Una vez vayas conociendo a tu bebé y sepas aproximadamente lo que come en cada toma podrás ir adaptando las bolsas a la cantidad que suela comer.
A continuación, dejamos una tabla donde podéis ver la manera de conservar la leche materna de manera adecuada.

¿Cómo puedo descongelarla?
- Siempre que sea posible, calentar la leche directamente tras sacarla del congelador.
- En caso contrario mantener la cadena de frío hasta poder calentarla.
- Calentar agua en un cazo y, ya fuera del fuego, introducir dentro el envase de leche extraída hasta que alcance la temperatura deseada.
- Poner debajo de un chorrito de agua caliente para que se vaya atemperando mientras la movemos dentro del envase.
Lo que SÍ se puede hacer
- Mezclar dos bolsas de leche de diferentes días que están congeladas y se descongelan a la vez.
- Mezclar leche que esté extraída en las mismas 24 h y estén a la misma temperatura. Es decir, si me saco a las 12:00 y la meto en la nevera, y luego me extraigo a las 18:00, primero meterla en la nevera al menos 1 h y, una vvez esté fría, podría mezclarla con la de las 12:00
Lo que NO debe hacerse
- Calentar al baño maría (introduciendo la leche fría o congelada en un recipiente con agua fría y calentándolo todo en el fuego).
- Calentar la leche directamente en el fuego.
- Descongelar la leche al microondas.
- Mezclar dos leches que estén en el frigorífico de distintos días (sólo si son de las mismas 24h).
¿Y qué ocurre con los distintos tipos de recipientes? Los recipientes pueden ser indistintamente de plástico o de cristal (con una tapa que cierre).