Cuatro técnicas Montessori para ayudar a los niños a desarrollar disciplina
El Método Montessori tiene claro cómo enseñar la disciplina a los niños y, de hecho, este es uno de los pilares básicos de la pedagogía. ¿Cómo hacerlo en casa? Estas cuatro técnicas son efectivas y muy sencillas de seguir.
María Montessori sostenía que la disciplina “no es un hecho, si no un camino”. Que la disciplina viene de dentro y que, como adultos, no debemos imponérsela a los niños, si no ayudarlos a que la desarrollen por sí mismos poco a poco y con continuo desarrollo.
Y es que, también de acuerdo a ella, un individuo disciplina es ese capaz de regular su propio comportamiento, preparado, no para la escuela, sino para la vida.
Para enseñar disciplina a los niños es necesario, tal y como explica el método Montessori, saber cuándo están preparados para entenderla. Antes de los tres años los niños no saben obedecer y la disciplina presupone un cierto grado de obediencia, por lo que habrá que esperar a que esté preparado para ello. ¿Cuándo lo está? De acuerdo a Montessori, en el nivel “alegre obediencia”, el nivel en el que el niño ya ha interiorizado la obediencia y ha desarrollado esa autodisciplina. “Cuando sepas lo que tu hijo es realmente capaz de hacer y de lo que no es capaz, podrás entenderlo mejor”, asegura la experta que está detrás del perfil de Instagram @a.mix.of.montessori.
Pero, tranquilos, aunque suene difícil, hay algunas técnicas muy efectivas y aprobadas por el método Montessori que ayudan a que los niños entiendan lo que es la disciplina desde el interior. Veamos algunas de ellas.
La técnica de las consecuencias
Como decimos, Montessori aboga por enseñar autodisciplina a los niños a través de la libertad. Esta disciplina debe ser activa: no consiste en que el niño se calle y obedezca porque ‘lo decimos nosotros y punto’. Se trata de dejar que se exprese, que piense por sí mismo y que entienda que sus elecciones tienen consecuencias.
La técnica de las consecuencias naturales y lógicas ayuda mucho en este sentido.
Es tan sencilla que seguro que muchos ya la habéis puesto en marcha sin saberlo: consiste en dejar que el niño escoja entre dos o más opciones y que experimente las consecuencias de su elección.
“¿Quieres pera o naranja para postre?” Si escoge la segunda, quizás le parece muy ácida, pero no podrá cambiarla porque es lo que ha escogido.
“Si quieres que juegue contigo, tiene que ser sin el móvil y si lo tocas una vez no jugamos más”. Posiblemente, coja el móvil, pero ahí debemos ser tajantes y dejar de jugar, tal y como le hemos dicho. Los niños nos ponen a prueba para saber hasta dónde pueden llegar (porque exploran límites todo el rato). Así que con esta técnica aprenderán por qué sus actos tienen consecuencias.
Técnica de PERA para poner límites sanos
Para María Montessori los límites son necesarios de cara a educar en la disciplina y la autodisciplina, pero no de cualquier manera. Es necesario guiar a los niños, fijarnos en sus circunstancias y cerciorarnos de que esos límites que vamos a poner tengan un fin educativo y no represivo: que no impidan el desarrollo del pequeño.
Para ayudar en esta tarea, Marta Prada, autora del libro ‘Educar en la felicidad’ y guía Montessori, explica la técnica de la PERA. Una técnica que responde a las siglas de Prohibiciones constantes, Etiquetas, Resentimiento y Amenazas/castigos. Pero, ¿cómo ponerla en marcha con los más pequeños? Aquí os dejamos el paso a paso:
Invita a tus hijos a que te ayuden a hacer cosas
“Colaborar con los niños crea un sentimiento de colaboración y respeto y les ayuda a sentirse valorados y escuchados”, explica la misma cuenta de Instagram antes referenciada. Esto les ayuda a reforzar su confianza y también su sentido de la responsabilidad. De manera indirecta estarán, por tanto, trabajando esa disciplina a través de la responsabilidad.
Invítales que a entren en la cocina, que se laven las manos mientras te las lavas tú, que te ayuden a recoger el salón, a hacer las camas o a hacer la colada (por ejemplo).
Ayúdame a hacerlo por mí mismo, no lo hagas por mí
Otra de las mejores técnicas para enseñar a los niños lo que es la disciplina. Entendiendo los límites y las normas aprenderán por qué deben respetarlos.
En cuanto a la disciplina, es lo mismo: los peques pueden aprender a lavarse los dientes, a vestirse antes de salir de casa o a dejarlo todo recogido después de jugar si entienden por qué deben hacerlo y si los motivamos a cumplirlo todo. Para ello, es perfecto dejar que lo haga por sí mismo con total libertad.
Montessori aboga por incluir en casa una torre de aprendizaje de la que puedan hacer uso cada vez que necesiten algo que esté más alto de lo que alcanzan. Así, a la vez, estaremos fomentando su autonomía.