La lección en tres tiempos que propone el método Montessori para aprender vocabulario

La pedagogía Montessori plantea una serie de entornos diseñados para fomentar la independencia y aprendizaje del niño a su propio ritmo, la lección en tres tiempos es una de sus herramientas educativas que se utilizan para conseguirlo.
Niño sorprendido

En numerosas ocasiones hemos hablado de distintos aspectos y planteamientos de la pedagogía Montessori

Uno de esos planteamientos es la llamada “lección en tres tiempos” mediante la cual se trabaja el enriquecimiento del vocabulario del alumno.

Descripción de la imagen

Se trata de una propuesta planteada por Edouard Seguin en el siglo XIX cuyo trabajo estudió la pedagoga María Montessori porque le pareció una forma muy acertada de educar y enseñar a los niños.

Seguin se centró más en niños con discapacidades mentales dando una prioridad a la estimulación sensorial y el aprendizaje eminentemente práctico.

María Montessori adaptó algunas de sus ideas y sus planteamientos en su propio enfoque educativo, como ocurre con la “lección en tres tiempos”.

Primero se desarrolla una introducción, después se plantea la práctica y por último, la recapitulación. Un proceso muy centrado en el desarrollo autónomo del propio alumno, como ocurre habitualmente en esta metodología educativa.

Una vez que el alumno ha trabajado y se ha familiarizado con el material se introduce el lenguaje, el vocabulario, se plantea de este modo un reto más complicado para que se vuelva a sentir interesado, ahora las palabras tienen que ser tan breves como exactas.

Si trabajamos áreas de aprendizaje sensorial, como es lógico podemos hablar de grande o pequeño, de largo, grueso o fino, etc.

Primero: La introducción

En este primer momento se presenta el material al niño o la niña, se hace de una manera muy clara y al mismo tiempo que resulte atractiva.

Trabajando el vocabulario, lo que hacemos es nombrar el objeto.

La guía o maestra señala el material concreto mientras lo nombra, mientras le da vocabulario al alumno tratando de que asocie la palabra con la percepción sensorial del material sobre el que se está trabajando.

Segundo tiempo: La práctica

Aquí llega el momento de que el alumno trabaje de manera independiente con el material que se le ha presentado antes. Es el momento de que explore y descubra por sí mismo.

Ahora la guía o maestro pregunta al alumno si identifica cada nombre, aquí estamos ayudando a memorizar a corto y largo plazo al buscar la relación del objeto y la palabra.

Este punto suele ser más eficaz cuando implicamos más sentidos como puede ser el del tacto y más actividad ya que el movimiento usa también de la memoria kinestésica.

Tercer tiempo: La recapitulación

Es el tiempo final, durante el que se revisa lo que se ha aprendido y se refuerzan los conceptos sobre los que se ha ido trabajando.

Aquí toca recordar el vocabulario, las palabras que se han aprendido en las dos fases anteriores.

Resulta el tiempo más interesante porque es donde el guía o la maestra comprueba si se ha asimilado de forma correcta el vocabulario sobre el que se ha estado trabajando.

TAMBIÉN LEE:

Recomendamos en

Por qué el juego es la clave olvidada para aprender música desde la infancia: un elefante llamado Zolfa guía a los más pequeños

Mientras muchos métodos musicales siguen apostando por la repetición y la técnica desde edades tempranas, una nueva generación de propuestas pedagógicas recupera lo esencial: jugar, imaginar y emocionarse. Entre ellas, destaca un proyecto que convierte cada lección de piano en una aventura: Zolfa, un elefante azul que enseña con cuentos, partituras y mucha empatía.
  • Eugenio Manuel Fernández Aguilar