El Ministerio de Educación del gobierno de España ha propuesto una nueva normativa que busca revolucionar la forma en que se evalúa a los estudiantes en las escuelas, una iniciativa que ha despertado un intenso debate en la comunidad educativa, ya que propone tener en cuenta la autoestima de los alumnos al momento de valorar sus conocimientos académicos.
El departamento dirigido por la ministra Pilar Alegría ha presentado un documento de más de 150 páginas que establece un nuevo marco de competencias para los docentes y con el que se busca "adaptar el sistema educativo a los retos y desafíos del siglo XXI", un documento que pone un énfasis significativo en los aspectos emocionales y de bienestar de los estudiantes, algo que ha llamado mucho la atención en la comunidad educativa en general.
Porque entre las nuevas funciones que se esperan de los profesores, se incluye la promoción de la diversidad en todos sus aspectos, desde la funcional hasta la religiosa, se insta a los docentes a contribuir "al fomento de la salud, la gestión emocional y el autocuidado".
La duda sobre si afecta a la autoestima de los estudiantes que se corrijan sus ejercicios con bolígrafo rojo, ha llevado ahora a encontrarnos con una propuesta como esta por parte del ministerio de educación en la que la autoestima del alumnado pasa a ser un factor a tener en cuenta a la hora de evaluar al estudiante.

La autoestima como factor de evaluación
Uno de los aspectos más controvertidos de esta propuesta es la inclusión de la autoestima como un factor a considerar en la evaluación de los estudiantes. Según el documento, los profesores deberán tener en cuenta las "características del alumnado" y atender a cuestiones como "la autoeficacia, la autoestima, la autonomía y las relaciones personales" en el momento de evaluar.
Esta medida ha generado opiniones divididas en el sector educativo. Mario Gutiérrez, presidente nacional de Educación del sindicato CSIF, considera que el borrador es "puro humo" y que estas nuevas funciones no mejorarán la calidad de la enseñanza en España.
Es innegable que esta nueva propuesta podría venir a mejorar el bienestar emocional de los estudiantes pero según el profesorado, su impacto en el rendimiento académico es incierto y se va a necesitar una normativa clara para implementar la propuesta y evaluar su efectividad.
El hecho de dar más peso a factores emocionales hace que se reduzca el énfasis que se pone hasta ahora en los conocimientos académicos, lo que puede afectar de forma negativa al rendimiento del alumnado en términos de aprendizaje concreto.

La autoestima en el desarrollo infantil
La importancia de la autoestima en el desarrollo de los niños es un tema que ha sido ampliamente estudiado por psicólogos y educadores. Según el psicólogo Javier de Haro, "la autoestima es uno de los mayores predictores sobre la felicidad futura, tanto en niños como adultos".
De Haro explica que la autoestima se forma a partir de las experiencias que el niño tiene con sus padres y su entorno. Por eso, es crucial que los niños se sientan valorados y capaces. Algunos indicadores de baja autoestima en los niños incluyen hablar mal de sí mismos, depender excesivamente de sus padres y tener dificultades para afrontar situaciones sociales.
Por un lado se ha demostrado que el exceso de autoestima puede llevar a criar niños individualistas y egocéntricos pero por otro lado, a veces es necesario mejorar la autoestima de los niños, cuando se han visto dañados por ejemplo con los típicos motes negativos que tantas veces se escuchan en el colegio.
En este contexto, la propuesta del Ministerio de Educación podría verse como un intento de abordar estos aspectos del desarrollo infantil desde el ámbito educativo. Sin embargo, la implementación de estas medidas y su impacto real en el aprendizaje y bienestar de los estudiantes aún están por verse.
El debate sobre cómo equilibrar la evaluación de conocimientos académicos con el fomento de la autoestima y el bienestar emocional de los estudiantes promete continuar en los próximos meses. Mientras tanto, educadores, padres y estudiantes esperan ver cómo estas nuevas directrices se traducirán en la práctica diaria en las aulas españolas.
