¿Influye el orden en nuestros hijos? Vanesa Travieso nos explica por qué la respuesta es sí

El orden nos afecta a todos, niños y adultos y el desorden también, por eso es tan importante enseñarles a ser ordenados desde que son pequeños, tal y como explica esta organizadora profesional con la que hemos hablado.
Niños ordenando habitación
El orden es un aprendizaje desde pequeños - Pilar F

Vanesa Travieso está convencida de que el orden o la falta de orden “nos afecta a todos, cuando vemos algo muy desordenado o muy recargado, nos altera, afecta a nuestras emociones, seamos niños o adultos” de ahí la importancia de que nuestros hijos aprendan a ser más ordenados.

Casi 300.000 personas siguen sus consejos y reflexiones a través de su perfil de Instagram sobre el orden en el hogar, sobre organización y cómo conseguir ordenar nuestras casas enseñando a nuestros hijos a ser ordenados y siempre como ella dice “no hablo de hijos perfectos, ni de padres perfectos, ni casas perfectas.”

El orden y las emociones

Pregunta.- Vanesa, como profesional y experta en orden y en organización del hogar, ¿crees que el orden influye a nuestros hijos en su día a día, en su educación, en su desarrollo, en su salud mental?

Vanesa Travieso.- Sí en sus emociones, en la seguridad en sí mismos, en la toma de decisiones. Creo que tiene muchísimo que ver, sí.

Es muchísimo mejor para un niño vivir en un ambiente ordenado, armonioso, organizado, tranquilo, en calma, donde todo sea fácil que no vivir en un caos, desorganizado, que siempre lleguen tarde porque no encuentren las cosas, que las camas no se hagan, que su habitación esté completamente desorganizada o que haya muchísimo ruido visual. Siempre va a ser mejor vivir en un ambiente ordenado y les estamos dando muchísima seguridad.

Pregunta.- ¿Por qué crees que les damos seguridad al educarles enseñándoles a apreciar y a valorar un cierto orden en casa?

Vanesa Travieso.- Porque les estamos enseñando a que tomen decisiones, a que sepan focalizar lo importante de lo que no, todo esto lo llevamos a su vida adulta y cuando tengan que tomar una decisión importante, vivir con pocas cosas en orden y armonía, los problemas que pueden tener en el trabajo o con amistades, no van a perder tanto tiempo.

Pregunta.- Pero no es fácil de conseguir, ni para los adultos ni para los niños y aún menos para los adolescentes.

Vanesa Travieso.- Si consiguiéramos vivir de esta manera no habría tantas broncas en casa, ni discusiones, ni entre los adultos ni con los adolescentes, aunque los adolescentes pasan por una época, y nos pasa a todos, que tienen su cabeza como su habitación y es un desastre todo.

Mi experiencia es que si vives en una casa ordenada, donde hay unas rutinas, donde has enseñado a tus hijos, la vida en casa es mucho más fácil. Los agobios vienen por ese desorden, porque no sabemos dónde poner algo cuando no tiene un lugar.

El gran enemigo del orden

Pregunta.- Sin embargo, en ocasiones es necesario convivir con momentos de desorden ¿no? por ejemplo, cuando los niños están jugando.

Vanesa Travieso.- Cuando los niños juegan tienen que desordenar, tiene que poder ser un caos para jugar y para divertirse. Son niños y tienen que desordenar. Lo importante es que después tengan cada cosa en su lugar y a la hora de recoger sea fácil, sean cinco minutos y que cada niño sepa donde dejar las cosas que ha utilizado, para que cuando quiera volver a jugar las encuentre rápido.

Mis hijos desordenan cuando están en su habitación pero cuando han terminado tienen que ordenar y dejarlo bien, y eso lo hacen desde pequeños y lo hacen rápido porque ya saben donde están las cosas.

Pregunta.- Y así, desde pequeños evitamos o por lo menos reducimos las discusiones que se producen en todas las familias por culpa del orden o del desorden ¿no?

Vanesa Travieso.- La discusión por el orden es la prueba de que el desorden en general nos molesta a todos, no nos va bien, no nos ayuda. El desorden implica que tenemos menos tiempo y muchísimas más cosas que hacer, todo eso nos enfada.

Merece muchísimo la pena hacer el esfuerzo, poner orden, no acumular, no comprar por comprar, enfocarnos y apoyarnos en las rutinas y no en la pereza, que es el gran enemigo del orden.

Desde pequeños podemos enseñar a nuestros hijos a ordenar sus juguetes. - Getty Images

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