Si quieres que tus hijos se porten bien y duerman mejor, que salgan al sol

La mayoría de madres y padres conocen los beneficios que tiene para sus hijos pasar tiempo al aire libre y las vacaciones escolares son el momento perfecto para pasar un poco más tiempo fuera de casa de lo que lo pasamos el resto del año, con todos los beneficios que conlleva.
Si vas a la playa esta Semana Santa, sigue estos consejos para proteger a tus hijos del sol
Es importante que los niños tengan actividades en el exterior,  pero siempre protegidos.

La luz solar a la que se exponen los niños cuando realizan actividades al aire libre tiene importantes repercusiones biológicas, en su estado de ánimo, en su salud e incluso en la calidad de su sueño. Sabemos que a mayor actividad al aire libre, menos ansiedad tienen tanto los niños, como los adolescentes e incluso los adultos. Pasar tiempo en la naturaleza es un hábito clave para que los niños estén sanos y felices.

Según la catedrática de psiquiatría y codirectora del Laboratorio de Investigación del Sueño y el Circadio de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, la doctora Helen J. Burgess, la luz nos afecta prácticamente en todo, desde cuando tenemos que estar alerta por algún motivo hasta cuando hay que desconectar, nos influye incluso en el hambre que sentimos y cuando la sentimos a lo largo del día.

Además, la luz solar puede llegar incluso a contrarrestar los efectos negativos de la luz artificial de los aparatos que de forma habitual utilizamos tanto adultos como niños.

Un estudio dirigido por Monique LeBourgeois, profesora asociada de Fisiología Integrativa de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, demostró que la luz azul artificial por la noche reduce las hormonas de la melatonina, precisamente las que nos inducen a conciliar el sueño. La luz azul confunde nuestro reloj circadiano.

Sin embargo, la luz del sol contiene un espectro lumínico beneficioso para la salud que consigue levantar una defensa en nuestro organismo contra los efectos negativos de la luz artificial, a más tiempo expuestos a la luz natural menos efectos nocivos tendrá sobre nuestro organismo la luz artificial. Y quien habla de nuestro organismo, habla de nuestros hijos de ahí lo importante que es que nuestros hijos conecten con la naturaleza en su día a día.

De puertas para afuera

Al absorber la luz del sol el organismo produce Vitamina D que contribuye al desarrollo óseo, la prevención de enfermedades y la salud en general de nuestro sistema nervioso, además también se produce serotonina, la llamada “hormona de la felicidad” y se ha demostrado que protege a los niños de la miopía, una patología que no ha dejado de aumentar en nuestro país en los últimos años.

La luz natural alivia algunos síntomas de patologías como el TDAH y ayuda a reducir la tensión arterial, por todo ello es muy recomendable encontrar cómo exponer a los niños a la luz solar mediante distintas actividades diarias.

Sal a la calle con los niños y deja el coche aparcado en alguna ocasión, id caminando a hacer algún recado para que os dé la luz natural mientras tanto.

Puede que no haya tiempo todos los días para ir a la piscina o a la playa o para encontrar un bosque ideal para ir con niños, pero quizá sí para ir caminando a algún sitio, un paseo de diez doce minutos al día, puede estar bien. También se pueden hacer actividades en el exterior en el jardín, en la terraza, en el parque más cercano porque la naturaleza es una medicina emocional para nuestros hijos, según señala la Universidad de Cambridge. 

Quizás sí que podáis ir a comer al parque de vez en cuando o a cenar antes de que caiga la noche cuando todavía hay suficiente luz natural y después, siempre os podéis quedar a mirar las estrellas y a seguir disfrutando juntos al aire libre.

Jugar en el exterior es una actividad tan divertida como saludable.

TAMBIÉN PUEDES LEER:

Recomendamos en